El canciller español, José Manuel García-Margallo, junto a Faiz Serraj, futuro primer ministro de Libia
El canciller español, José Manuel García-Margallo, junto a Faiz Serraj, futuro primer ministro de Libia - EFE

Los dos gobiernos libios firman la paz y acuerdan las bases para un ejecutivo de unidad

España confía en que el pacto ayude a frenar el yihadismo y la inmigración irregular

Trípoli Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los representantes de los dos gobiernos libios enfrentados hasta ahora firmaron ayer en Sjirat (Marruecos) el acuerdo por el que se establecerá un gobierno de unidad nacional. El acuerdo prevé un solo gobierno en Libia con un presidente, dos vicepresidentes y seis miembros más. La firma contó con la presencia de los ministros de Asuntos Exteriores de España, Italia, Turquía, Qatar, Túnez y Marruecos, una muestra del apoyo que la comunidad internacional ha ofrecido a este momento calificado de «histórico». Este gobierno de unidad nacional, que tendrá como uno de sus vicepresidentes al polémico Salah Majzún, deberá presentar un texto de una nueva Constitución, que será votada en referéndum, informa Efe.

Los representantes de los Parlamentos enfrentados de Tobruk y de Trípoli, además de miembros de la sociedad civil y de las ciudades presentes en el acto, prorrumpieron en aclamaciones de «Libia, Libia, Libia» en el momento de la firma.

Todos los ministros que intervinieron en el acto, así como el representante de la ONU para Libia, el alemán Martin Kobler, coincidieron en que el de ayer es un primer paso que necesitará numerosas «concesiones y compromisos».

Pero, como destacaron los ministros español José Manuel García- Margallo y tunecino Tayeb Baqush, el gobierno anunciado para Libia «será desde ahora el único interlocutor de la comunidad internacional». García-Margallo concedió la máxima importancia al acuerdo por estar Libia «frente a casa» y por ser un compromiso que debe frenar el avance del yihadismo y controlar la inmigración ilegal.

«Momento histórico»

En su intervención y posteriormente en declaraciones a los periodistas españoles, el ministro defendió el acuerdo político, rubricado por representantes de los dos parlamentos rivales de Tobruk y Trípoli y auspiciado por la ONU, como «la única solución posible» para el país norteafricano y lo calificó de «momento histórico» para su futuro.

Dijo que para España este conflicto «ocupa el lugar número uno en la agenda» al estar «frente a casa» y afectar a nuestra seguridad, a la inmigración y a los intereses económicos ya que, recordó, Repsol «era una compañía importante en este país».

Con su presencia en Marruecos, García-Margallo quiso dejar clara la importancia que España le da al conflicto libio, que dura más de cuatro años, en el que hay más de 1.700 milicias y en el que desde el punto de vista humanitario hay 600.000 desplazados y 2,5 millones de personas que necesitan de forma urgente ayuda humanitaria.

En términos de inmigración, en 2014 unos 177.000 inmigrantes de distintos países aprovecharon el vacío en Libia para cruzar a Europa y hasta el 1 de noviembre de 2015 la cifra se eleva a 140.000, lo que ha llevado a «tensiones importantes» en el sur de la UE, dijo. «España es muy consciente de la gravedad del conflicto y del peligro que supone tener a Daesh en las puertas de Europa», resaltó el titular de Exteriores.

Ver los comentarios