David Lidington, ministro encargado de las relaciones con el Parlamento, este miércoles en la Cámara de los Comunes, en Londres
David Lidington, ministro encargado de las relaciones con el Parlamento, este miércoles en la Cámara de los Comunes, en Londres - AFP

Gobierno y laboristas allanan en el Parlamento el camino al Brexit

May publicará su plan de negociación con la UE, como pedía la oposición, a cambio de apoyo de los de Corbyn a su calendario de salida

Corresponsal en Londres Actualizado: Guardar
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El Gobierno conservador y la oposición laborista allanaron este miércoles por la noche en los Comunes el camino para el Brexit, tras una hábil jugada parlamentaria de Theresa May. Los laboristas lograron sacar adelante una moción que demanda a la primera ministra la publicación de un plan sobre cómo será el Brexit previo a su inicio. Pero para aceptar esa propuesta, May les exigió a cambio que aprobasen su calendario de salida, con la activación del artículo 50 antes del 31 de marzo. Los laboristas, que no están dispuestos a pagar el peaje de ignorar el resultado del referéndum y bloquear el Brexit, cedieron y apoyaron las fechas de la primera ministra. Matices al margen, los dos grandes partidos vienen a reconocer que no hay más remedio que cumplir el mandato de las urnas del 23 de junio. El calendario de salida del Gobierno fue aprobado por una mayoría de 372 diputados, aunque 23 laboristas y el ex ministro conservador Ken Clarke votaron en contra.

Los liberales y los nacionalistas escoceses se opusieron.

El oscurantismo de la primera ministra sobre sus planes de salida venía siendo muy criticado por la oposición y los empresarios. Durante meses, May se ha limitado a decir «Brexit significa Brexit» y a insinuar que se inclinará por su versión dura, y poco más, pues teme que entrar en detalles perjudique su estrategia negociadora con Bruselas. El pasado fin de semana, cuando se le pidió que concretase, rozó la autoparodia y declaró que «el Brexit será azul, blanco y rojo», los colores de la Union Jack.

Cuarenta diputados tories de perfil europeísta amenazaban con votar con la oposición

Ante tanta ambigüedad, el Partido Laborista anunció que presentaría este miércoles una moción exigiendo la publicación de «un plan» del Brexit. May lo aceptó a última hora del martes, porque cuarenta diputados tories de perfil europeísta amenazaban con votar con la oposición, pero a cambio exigió a los laboristas apoyo para su calendario de salida. El Gobierno se comprometió este miércoles en los Comunes a facilitar información a la cámara, al menos «tanta como sea posible sin perjudicar la posición negociadora británica».

El Partido Laborista apoyó la permanencia en la campaña del referéndum, pero su líder Corbyn es euroescéptico y nunca ha defendido la causa comunitaria con convicción. Ahora mismo, sus diferencias con May en el debate europeo son más cosméticas que de fondo, toda vez que los laboristas también admiten que tras la consulta es obligado dejar Europa. La bandera europeísta ha quedado en manos de partidos minoritarios, como el Liberal Demócrata, que exigió el miércoles un segundo referéndum cuando se complete la negociación, o los nacionalistas escoceses y galeses, que piden, sin éxito, que sus parlamentos puedan vetar el artículo 50.

Espectáculo informativo

El debate parlamentario coincide con que en el Tribunal Supremo se está viendo esta semana el recurso del Gobierno en contra de que el Parlamento vote la salida de la UE. El pleito del Supremo, que los medios han convertido en un gran espectáculo informativo, pierde un poco de sentido, toda vez que el Parlamento ya respaldó este miércoles por la noche el calendario de May.

La enmienda laborista aprobada el miércoles pide al Gobierno un plan claro sobre el mercado único europeo, el pago por acceder a él, la unión aduanera y un posible acuerdo de transición con Europa. May ha dicho formalmente que acepta, pero siempre podrá seguir ocultado sus cartas en nombre del interés nacional en la mesa negociadora.

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