Iberoamérica rechaza la amenaza militar de Trump a Venezuela

El chavismo pide cerrar filas frente a «la insolente agresió n de Estados Unidos»

Nicolás Maduro y Donald Trump

L. VINOGRADOFF/J. ANSORENA

Las mismas naciones democráticas que condenaron la deriva dictatorial de Maduro repudiaron este sábado la amenaza de una intervención militar realizada por el presidente norteamericano, Donald Trump. En primer lugar, Mercosur rechazó sin paliativos el uso de la fuerza , aunque sea para «restablecer el orden democrático» en Venezuela. La única vía que Mercosur considera «aceptable» para la «promoción de la democracia» es el «diálogo y la diplomacia». «El repudio a la violencia y a cualquier opción militar que envuelva el uso de la fuerza es inamovible y constituye la base fundamental de la convivencia democrática, tanto en el plano interno como en el de las relaciones internacionales», afirma la declaración del bloque, integrado por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, que insisten de todas formas en que «el Gobierno venezolano no puede aspirar a una convivencia normal con sus vecinos en la región mientras no sea restaurada la democracia».

Al mismo tiempo, el Gobierno de Perú , que ha estado en primera línea del frente de rechazo a una implantación de la dictadura en Venezuela, presentó este sábado también una declaración de rechazo de cualquier «opción militar» contra Venezuela. En el mismo sentido se manifestó el Gobierno de Colombia : «Rechazamos medidas militares y el uso de la fuerza en el sistema internacional» , afirmó un comunicado del Ministerio de Exteriores. Y el de México, que insistió en que los problemas de Venezuela «no se resuelven con medios militares».

Por su parte, el chavismo pidió cerrar filas frente a la amenaza militar de Trump y fortificarse frente a la coartada perfecta que este les brinda. «Debemos unirnos en defensa de la paz y rechazar la insolente agresión del presidente de EE.UU.», afirmó el ministro de Exteriores, Jorge Arreaza . Previamente, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, calificó de «acto de locura» las palabras de Trump.

«No nos opondríamos a que se llevaran a Maduro como lo hicieron con Noriega en Panamá. Si la intervención se limita a defenestrarlo»

Pero en la marcha convocada este sábado para repudiar el encarcelamiento de 13 alcaldes opositores, los manifestantes expresaron su repudio tanto a Trump como al chavismo. «No podemos aceptar ninguna intervención militar extranjera porque, cuando llega, los marines no preguntan si usted es de la oposición o del oficialismo en el momento de disparar», aseguró a ABC un militante del partido Un Nuevo Tiempo. Pero, ante la eventualidad de que el régimen pida cerrar filas junto a Maduro frente al potencial peligro de una invasión, dieron un «no» rotundo. «No nos opondríamos a que se llevaran a Maduro como lo hicieron con Noriega en Panamá. Si la intervención se limita a defenestrarlo y llevárselo para enjuiciarlo. Entonces que lo hagan rápido y se retiren de inmediato porque las consecuencias pueden ser peores», dijo otro manifestante.

Con la tensión disparada en el Pacífico y las provocaciones y amenazas de Corea del Norte, nadie podía anticipar en EE.UU. que Trump propusiera abrir un nuevo frente militar. Ni siquiera los dos puntales de la diplomacia –el secretario de Estado, Rex Tillerson , y la embajadora ante la ONU, Nikki Haley – que comparecieron junto al presidente ante los medios este viernes en su residencia de Bedminster (New Jersey). Trump anunció que no descartaba «una opción militar» para Venezuela, y Haley no pudo evitar cierta sorpresa en la mirada, ni Tillerson un carraspeo . «Estamos en todo el mundo, tenemos tropas en todo el mundo, en sitios muy lejanos. Venezuela no está muy lejos y la gente está sufriendo, y está muriendo. Tenemos muchas opciones para Venezuela, incluyendo la posibilidad de una opción militar, si es necesario», dijo el presidente estadounidense. Preguntado por si esta opción militar sería liderada por EE.UU., Trump no quiso dar detalles: «No hablamos sobre ello, pero una operación militar es algo que sin duda podríamos llevar a cabo».

Es un nuevo capítulo de la política de comunicación errática del presidente, que lanza anuncios-bomba sin respaldo en las políticas de su Gobierno y que ponen contra las cuerdas a los portavoces. Hace pocos días, el general H.R. McMaster –asesor de Seguridad Nacional de Trump y uno de los pesos pesados de la Casa Blanca– aseguró que una intervención militar extranjera en Venezuela no estaba sobre la mesa. «No, no lo creo» , dijo McMaster. «Lo que se necesita es que todo el mundo tenga una voz sobre la necesidad de proteger los derechos y la seguridad del pueblo venezolano».

Poco después de las declaraciones de Trump, el Departamento de Defensa tuvo que salir a interpretar las palabras del presidente, tratando de no desdecirle, pero dejando claro que no hay ningún plan militar sobre el país caribeño. «El Pentágono no ha recibido ninguna orden en lo que se refiere a Venezuela» , confesó el portavoz Eric Pahon. «El Ejército lleva a cabo planes de contingencia para diferentes situaciones. Si se nos requiere, estamos preparados para apoyar los esfuerzos del Gobierno en proteger nuestros intereses nacionales y la seguridad de los ciudadanos de EE.UU.».

Maniobra de «distracción»

El portavoz fue más allá y en una maniobra de trilero traspasó la culpa del traspiés comunicativo de Trump a su homólogo venezolano: «Cualquier insinuación del régimen de Maduro de que estamos planeando una invasión no tiene fundamento y está diseñada como distracción de sus esfuerzos continuados por deteriorar los procesos e instituciones democráticas ».

El anuncio de Trump fue criticado ampliamente en redes sociales en EE.UU. como una torpeza del presidente que supone un salvavidas para Maduro, acosado dentro y fuera de Venezuela y que ahora tiene una razón para regresar a la teoría de la intervención imperialista de Washington en su país, que pregona desde hace años.

También llegaron críticas desde el Congreso . El senador republicano Ben Sasse (Nebraska) dijo con firmeza que «el Congreso no va autorizar una guerra con Venezuela» y que «no se va a derramar sangre de Nebraska en función de a quién ataca hoy el Ejecutivo». El demócrata Ted Lieu dijo que «la fuerza militar debe ser la última opción, no la primera» y dijo que las declaraciones de Trump eran «imprudentes».

Gira de Mike Pence

El vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, estará este domingo d e visita oficial en Colombia , dentro de un viaje que también le llevará a Chile, Argentina y Panamá. Venezuela formaba parte de las discusiones previstas en la visita, y ahora deberá aclarar ante sus socios sudamericanos las declaraciones del presidente.

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