Fillon ofrece a Merkel restaurar el eje franco-alemán en Europa

Después de constatar los primeros pasos de Donald Trump en EE.UU. y antes de reunirse esta misma semana con Hollande, Merkel ha recibido en la Cancillería de Berlín al candidato François Fillon, para conocer de primera mano sus planes en materia de seguridad, defensa y economía y para conversar sobre la Europa post Brexit. En absoluto se trataba de una charla protocolaria. La canciller alemana deseaba ir al detalle y Fillon ha pasado también por los ministerios alemanes de Finanzas y Defensa para ir al grano con los correspondientes ministros y sus equipos. Tras las tres entrevistas y con Fillon de camino al aeropuerto, en Berlín queda la sensación de estar despidiendo al candidato de Merkel en las elecciones francesas y satisfacción por las numerosas líneas de trabajo común que han surgido en esta visita.

Fillon parece haber encandilado a Merkel con la sugerencia a relanzar el eje franco-alemán como base de una UE fuerte y sólida en el escenario global. La administración alemana, que hasta hace poco evitaba el uso de esa expresión, ve ahora en ese eje franco-alemán la expresión de una necesidad que requiere un aumento de la complicidad entre los dos gobiernos. «La colaboración nunca fue tan débil y tan vacía como hoy. Es nuestra responsabilidad histórica dar conjuntamente a Europa el poder político necesario en relación a Estados Unidos, Rusia y China», ha dicho en una entrevista el que fuera ministro durante el Gobierno de Nicolas Sarkozy.

A Wolfgang Schäuble se lo ha llevado de calle señalando que «la reducción del déficit público de Francia es clave» y mostrando su disposición a la consolidación y a cumplir con el objetivo de lograr unas cuentas equilibradas en 2022 con las que sorprender a los socios alemanes, que en su opinión «no confían en nuestra capacidad de que nuestra economía mejore».

Apuesta por la defensa

Ante la ministra de Defensa, Ursula con der Leyen, Fillon ha planteado la necesidad de disponer de medios para desarrollar una industria armamentística europea y la creación de un fondo para gastos militares en el extranjero. «Espero que Alemania, que ya ha hecho un esfuerzo considerable a la hora de aumentar su presupuesto de defensa, actúe a nuestro lado», ha dicho, sugiriendo una diplomacia «activa e imaginativa» capaz de mediar «entre americanos y rusos, entre suníes y chiíes». Ha estado de acuerdo con Merkel en que es previsible que, a partir de ahora, Europa deje de ser una prioridad para EE.UU., pero se ha mostrado optimista y ha señalado la oportunidad de «aprovechar la ocasión» para «volver a movilizar» a la UE en torno a unas «prioridades estratégicas», como son «la seguridad colectiva, la defensa, la innovación, la consolidación de la zona euro».

Según fuentes cercanas al Gobierno alemán, el entendimiento ha sido fluido y ha dejado en evidencia un gran potencial de colaboración. Merkel y Fillon pertenecen a una misma familia política de centro derecha que Mariano Rajoy y, a pesar de algunas diferencias en materias como migración, si el francés logra imponerse a Marine Le Pen podría surgir, no exactamente un eje, sino un bloque compuesto por Alemania, Francia y España capaz de atemperar las tensiones europeas y afrontar los grandes retos que plantea la actual coyuntura internacional.