Conferencia de Seguridad de Múnich

EE.UU. hará «todo lo necesario» para evitar que Irán desarrolle armas nucleares

El vicepresidente Mike Pence dice en la Conferencia de Seguridad de Múnich que el régimen de Teherán es «el principal patrocinador del terrorismo»

Berlín Actualizado: Guardar
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Donald Trump no se conformará con revertir el aligeramiento de las sanciones a Irán que emprendió Obama y contempla además otras medidas. "Déjenme ser claro: Bajo la presidencia de Donald Trump, Estados Unidos hará todo lo necesario para evitar que Irán obtenga un arma nuclear capaz de amenazar a nuestros países o a nuestros aliados en la región, especialmente a Israel", ha dicho el vicepresidente estadounidense Mike Pence en la Conferencia de Seguridad de Múnich, ante la que ha calificado a Irán como “el principal Estado patrocinador del terrorismo”. De sus palabras se deduce que está en el aire el acuerdo firmado por el ex presidente Barack Obama con Irán para el uso exclusivamente civil de la energía nuclear en el país asiático.

Pence también ha sido crítico con Moscú, aunque en un tono bastante más condescendiente, y ha reiterado la petición a Moscú realizada ya en esta conferencia por otro de los miembros del gobierno Trump, el secretario de Estado Rex Tillerson: cumplimiento de los acuerdos de Minsk en Ucrania.

También se ha esforzado por tranquilizar a los gobiernos europeos, tras el revulsivo que supusieron las declaraciones de Trump declarando “obsoleta” a la OTAN. “Hoy, en nombre del presidente Trump, les traigo esta garantía: Estados Unidos respalda firmemente a la OTAN y cumplirá de forma inquebrantable sus compromisos hacia la alianza transatlántica", ha dicho en su primera aparición internacional, “esta es la promesa del presidente Trump: estaremos junto a Europa, hoy y cada día, porque estamos unidos por los mismos ideales nobles: libertad, democracia, justicia y el imperio de la ley”.

También tratando de agradar a los socios europeos, Pence ha criticado a Rusia y ha pedido, aunque en un tono bastante más condescendiente al empleado con Irán, el cumplimiento de los acuerdos de Minsk en Ucrania, condición sin la cual no puede avanzar ninguna solución diplomática o política. “Estados Unidos seguirá pidiendo cuentas a Rusia”, ha respondido a los jefes de gobierno europeos que en este mismo foro han expresado su inquietud por la tendencia favorable mostrada por la administración Trump hacia Vladimir Putin, y esas palabras has tenido como consecuencia que los miembros del gobierno ruso presentes en la sala, a su vez, se revolvieran en sus asientos.

“En vista de este mantra, la disposición de mejorar las relaciones con Rusia que fue manifestada anteriormente podría quedar en el aire”, ha amenazado el senador ruso Konstantin Kosachov, que preside la comisión de relaciones exteriores del Consejo de la Federación ruso y que ha dejado claro que Moscú espera una postura más constructiva y más meditada de Washington hacia Ucrania. Pence ha aclarado durante la conversación posterior a su intervención que Estados Unidos mantendrá esta demanda aún cuando el presidente Trump busque nuevos puntos en común con Moscú y esté dispuesto a reconocer el papel de potencia mediadora de Rusia en el conflicto.

No hay reunión con los rusos

Haciendo gala de saber estar diplomático, Pence ha evitado en Múnich reunirse en un aparte con políticos rusos. Tampoco se verá con representantes de Irán. La Cancillería iraní ha hecho público su rechazo a cualquier encuentro de su delegación con representantes de Estados Unidos mediante unas declaraciones del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Bahram Qasemi, que ha explicado que solamente en el caso de que se tratasen aspectos técnicos del acuerdo nuclear pactado entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania) y su implementación a través de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), estaría su gobierno dispuesto a que se produjese un encuentro de esas características.

Sí ha tenido lugar en Múnich, en cambio, una conversación entre los ministros de Exteriores de Rusia e Irán, Serguéi Lavrov y Mohamad Yavad Zarif, que han intercambiado impresiones sobre Siria y han hecho un repaso de las relaciones bilaterales. "Ambas partes han debatido los temas de la cooperación bilateral, incluido el calendario de los futuros contactos a distintos niveles, además han abordado los asuntos internacionales actuales y han continuado el intercambio de opiniones sobre los problemas relativos a Siria en el contexto de la reunión celebrada en Astaná", ha señalado el Ministerio de Exteriores ruso.

Esta semana, la capital kazaja acogió la segunda ronda de las conversaciones sobre Siria, que culminó en un acuerdo definitivo sobre la creación de un grupo conjunto de Irán, Rusia y Turquía para controlar el alto el fuego en Siria. Y este tipo de negociaciones está disgustando a los países europeos, encabezados por Alemania, que defienden que la negociación debe enmarcarse en estructuras internacionales más amplias. Reiteradamente se ha pedido a Rusia y a EE.UU: en la Conferencia de Seguridad de Múnich que no basen sus políticas exteriores en negociaciones bilaterales y que respeten la toma de decisión de las organizaciones internacionales. En el caso de Ucrania, se ha emplazado a las partes a la reunión programada en los próximos días en Ginebra.

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