El secretario de Defensa de EE.UU., James Mattis
El secretario de Defensa de EE.UU., James Mattis - AFP

EE.UU. descarta la colaboración militar con Rusia «en este momento»

El jefe el Pentágono reclama a Moscú que cumpla con el Derecho Internacional

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El secretario de Defensa de EE.UU., James Mattis, quiso concluir su primera cumbre ministerial de la OTAN con un mensaje optimista para los aliados: el compromiso de la Administración Trump con el Artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, por el cual si uno de los 28 países aliados es atacado el resto saldrá en su defensa.

Consciente de que un posible acercamiento de Washington a Moscú sería visto con preocupación por países de Europa del Este, como Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía o Bulgaria, el jefe del Pentágono subrayó que «en este momento no estamos en una posición para colaborar militarmente -con Rusia-».

No obstante, sí reconoció que a nivel político hay puertas abiertas para «comprometerse e intentar encontrar un espacio común».

Esta apreciación la realizó en la rueda de prensa que ofreció en la sede de la Alianza Atlántica en Bruselas y tras conocer que Rusia está dispuesta a colaborar más estrechamente con EE.UU. y Europa.

Precisamente el presidente ruso, Vladímir Putin, acusó ayer a la OTAN de tratar de arrastrar a Rusia «a la confrontación» y defendió la necesidad de que los servicios de Inteligencia de EE.UU. y Rusia restablezcan el diálogo en materia de lucha antiterrorista. Un deseo que expresó en su visita a la FSB, el servicio de seguridad ruso heredero de la temida KGB.

El exgeneral Mattis, que considera la OTAN como su «segundo hogar» y que fue comandante de transformación aliado de 2007 a 2009, demandó al Gobierno ruso un cumplimiento estricto del Derecho Internacional «como esperamos que hagan todos los países maduros en este planeta».

Citó la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 y reclamó una «posición de fuerza» a la OTAN en cualquier futurible negociación con el Kremlin. Esta idea provocó la reacción del ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, quien en la agencia rusa Tass replicó que «intentar construir un diálogo con Rusia desde una posición de fuerza sería inútil».

«No tengo necesidad de responder a la declaración rusa, la OTAN siempre ha defendido la fuerza militar y la protección de las democracias y las libertades que tenemos la intención de transmitir a nuestros hijos», reiteró Mattis para recalcar el compromiso de la Administración Trump con la Alianza Atlántica.

En este contexto, el próximo lunes está previsto que el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, visite la sede la OTAN y se reúna con el secretario general, el noruego Jens Stoltenberg, mientras que el presidente Donald Trump ya ha confirmado su presencia en la cumbre de jefes de Gobierno o de Estado que tendrá lugar, presumiblemente, el 25 de mayo en Bruselas. Hay que recordar que en plena campaña electoral, el candidato Trump calificó de «obsoleta» a la Alianza Atlántica, a la cual demandó un papel más activo en la lucha contra el yihadismo.

Injerencia

Preguntado sobre si el Kremlin había interferido en las pasadas elecciones estadounidenses que desembocaron en la victoria de Donald Trump, el jefe del Pentágono se pronunció en los siguientes términos: «Diría que hay muy pocas dudas de que han interferido o han intentado interferir en varias elecciones en países con democracias».

Su rueda de prensa, en medio de una gran expectación, se produjo un día después de que Estados Unidos amenazara con «moderar» su compromiso con la OTAN si el resto de países aliados no invierten más en defensa, alcanzando el objetivo del 2 por ciento del Producto Interior Bruto en 2024.

Mattis quitó hierro a la amenaza del 2 por ciento: «Confío mucho en que no tendremos que hacer eso. A veces uno dice las cosas que no quiere que ocurran para evitar que ocurran. El compromiso de Estados Unidos con el artículo 5 y nuestra defensa mutua es sólido. El vínculo trasatlántico, construido sobre los valores comunes, permanece muy fuerte».

Despliegue en el Este

Por otra parte, la segunda jornada de la cumbre ministerial de ayer sirvió para que la Alianza Atlántica anunciara su despliegue permanente avanzado en los países de Europa del Este.

El objetivo de la misión es reforzar la presencia militar terrestre de la Alianza en su flanco oriental. Al batallón multinacional desplegado en Letonia con Canadá como líder -y participación española comprometida- se sumarán otros tres: en Lituania (con Alemania como nación líder); en Estonia (con el Reino Unido); y en Polonia (con EE.UU.). Cada batallón cuenta con 1.000-1.200 soldados en cada país. En total hasta dieciséis países aportarán tropas a esta nueva misión aliada lanzada tras la Cumbre de Varsovia (8-9 de julio de 2016) con el objetivo de reforzar la defensa de estos países del Este para los que la Rusia de Vladimir Putin constituye su principal amenaza, sobre todo tras la guerra de Ucrania y la invasión de Crimea (desde 2014 hasta la actualidad).

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, defendió que el despliegue militar de los cuatro batallones en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia, que ha comenzado este mes y concluirá en junio, es «defensivo y medido», pero envían «un mensaje muy claro a cualquier potencial agresor», dejando claro no obstante que no equipararán el despliegue ruso cerca de las fronteras de la Alianza. «No corresponderemos a Rusia, soldado por soldado, tanque por tanque o avión por avión», recalcó Stoltenberg, que confirmó el acuerdo de los aliados este jueves para aumentar la presencia naval de la OTAN en el mar Negro, «zona caliente» donde países como Rumanía o Bulgaria reclaman más presencia aliada.

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