Las denuncias por acoso tumban al jefe de finanzas republicano
El millonario de Las Vegas Steve Wynn, amigo de Trump, habría forzado a decenas de mujeres
La ola de denuncias por acoso sexual de miles de mujeres, además de haber sacudido Hollywood desde la caída en desgracia del exitoso productor multimillonario Harvey Weinstein , sigue acumulando dimisiones en la política estadounidense. El último acusado que ha presentado su renuncia, Steve Wynn, ofrece un compendio de mundos dispares. El recién dimitido como responsable de las finanzas del Comité Nacional Republicano, órgano de dirección del partido, es mucho más conocido por su condición de renombrado magnate del juego en Las Vegas . Un negocio que le había vinculado a Donald Trump mucho antes de que el neoyorquino irrumpiera en las primarias republicanas en 2015.
Wynn anunció este fin de semana su renuncia al cargo en el partido, en el que se estrenó hace poco más de un año al calor de la victoria de su amigo, hoy presidente, después de decenas de mujeres hubieran confesado haber sido víctimas de sus abusos sexuales durante las últimas décadas. La mayoría de ellas, empleadas de distinto rango en los hoteles de su propiedad.
Uno de los episodios, denunciado recientemente por la víctima, sitúa los hechos en 2005, cuando Steve Wynn acababa de abrir el flamante hotel casino de lujo que lleva su nombre, Wynn Las Vegas. Un sello muy propio de los magnates hechos a sí mismos en la singular ciudad del vicio de Nevada, donde el éxito personal se exhibe con letras grandes y luminosas. Una manicura que entonces trabajaba en las instalaciones fue llamada para un masaje al despacho del propietario. Según su relato, Wynn le presionó para que se quitara la ropa y se tumbara en la camilla preparada para el servicio. Tras resistirse y replicar al agresor que no quería, y reprocharle que era un hombre casado, la denunciante asegura que terminó cediendo y que consumaron el acto sexual. La posterior intervención del departamento de recursos humanos forzó una demanda por la que el magnate tuvo que abonar a la denunciante 7,5 millones de dólares.
Se trata una de las decenas de testimonios que ha acumulado recientemente The Wall Street Journal, mediante el interrogatorio a muchas de ellas y el acceso al contenido de la demanda de divorcio que la tercera mujer de Wynn, Elaine, presentó contra él. Desde que se hiciera público el escándalo, el magnate ha negado todas las acusaciones, que tacha de «ridículas» y que atribuye al «trabajo de instigación de mi exmujer para su beneficio en el litigio que mantenemos».
La llegada de Wynn a la dirección de las finanzas republicanas tuvo que ver con su condición de amigo y donante de Trump y de otros candidatos republicanos. Se calcula que los dos últimos años ha aportado más de 300.000 dólares. Lo que no impidió que mostrará su capacidad recaudatoria, que le permitió acumular más de 121 millones de dólares en las arcas de la formación conservadora. Una cantidad superior al doble de la cantidad recaudada por el Partido Demócrata en el mismo periodo. Claro que como buen hombre de negocios, además de la remuneración correspondiente por su cargo, Wynn se aseguró de ingresar alrededor de 70.000 dólares en concepto de eventos organizadores en sus instalaciones por responsables de su partido.
No sólo el tipo de negocio, el perfil de magnate y las acusaciones de acoso sexual convierten en paralelas las vidas de Trump y de Wynn , a quien el entonces candidato republicano calificó de «gran amigo» en 2016. Aunque el inquilino de la Casa Blanca ha permanecido callado desde que destaparan las denuncias, Trump pulsó en su cuenta de Twitter un «Me gusta» de una información que recogía las justificaciones de Wynn.
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