Fotografía de fecha desconocida que muestra el lanzamiento de un misil en Corea del Norte
Fotografía de fecha desconocida que muestra el lanzamiento de un misil en Corea del Norte

Corea del Norte responde a las amenazas de nuevas sanciones con otro misil

Justo una semana después de probar un proyectil capaz de volar 4.000 kilómetros, dispara otro que recorre 500 y llega hasta aguas de Japón

CORRESPONSAL EN PEKÍN Actualizado: Guardar
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Justo una semana después de probar un nuevo misil de rango intermedio, Corea del Norte ha disparado este domingo otro proyectil, pero de menor alcance. Según informa la agencia de noticias Yonhap, el Ejército surcoreano ha detectado que este último misil ha volado unos 500 kilómetros antes de caer en aguas de Japón, que ya ha protestado por este nuevo ensayo balístico.

A pesar de las amenazas de sanciones, el régimen del joven dictador Kim Jong-un sigue desafiando a Estados Unidos y a la comunidad internacional. Además, responde así a la oferta de diálogo del nuevo presidente surcoreano, Moon Jae-in, que quiere rebajar la tensión y está incluso dispuesto a viajar a Pyongyang para reunirse con Kim Jong-un. Pero este lleva ya diez ensayos de misiles en lo que va de año y se teme que esté preparando la que sería su sexta prueba nuclear.

Para impedírselo, el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha enviado una flotilla compuesta por el portaaviones «Carl Vinson», el submarino nuclear «Michigan» y otros barcos de guerra. Tras sus maniobras de los dos últimos meses con Corea del Sur, la Armada estadounidense participará durante las próximas semanas en otros ejercicios navales en el Pacífico junto a fuerzas de Japón, el Reino Unido y Francia.

Pero tal demostración de fuerza no está disuadiendo al régimen estalinista de Pyongyang de seguir adelante con su programa nuclear y de misiles. Para perpetuarse en el poder e impedir así que Washington lleve a cabo un cambio de régimen, Kim Jong-un aspira a dotarse de un misil intercontinental capaz de golpear a EE.UU. con una cabeza nuclear. Demostrando un considerable avance en sus planes, Corea del Norte ha multiplicado sus ensayos balísticos. Aunque muchos acaban en sonados fracasos al estallar al poco de ser lanzados, el misil de la semana pasada salió al espacio y luego volvió a entrar en la atmósfera sin desintegrarse. A tenor de los expertos, ese nuevo cohete de rango intermedio, bautizado como Hwasong-12, podría recorrer unos 4.000 kilómetros y llegar hasta la base estadounidense de Guam en el Pacífico.

A la espera de que los expertos lo analicen, el misil de este domingo parece tener menor alcance, ya que probablemente sea de rango medio. «Corea del Norte ha disparado esta tarde un proyectil no identificado desde un lugar en los alrededores de Pukchang, en la provincia de Pyongan del Sur», anunció el Alto Mando Conjunto del Sur en un comunicado.

Lejos de amilanarse ante el endurecimiento de sanciones barajado el pasado martes por el Consejo de Seguridad de la ONU, el régimen de Kim Jong-un redobla su pulso. Este domingo, antes de lanzar su último misil, el periódico estatal «Minju Joson» ya avisaba de que «muchas más armas 'ËJuche' (la filosofía de autarquía norcoreana) capaces de golpear a EE.UU. serán lanzadas desde esta tierra como respuesta a la Administración Trump».

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