La Policía de Macedonia en la frontera con Grecia frente a miles de refugiados
La Policía de Macedonia en la frontera con Grecia frente a miles de refugiados - AFP

El cierre de las fronteras de los Balcanes provoca un nuevo enfrentamiento en Europa

Alemania, Italia y España rechazan la decisión; mientras que Donald Tusk y los países vecinos la aplauden

MADRID Actualizado: Guardar
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Después de que varios países de los Balcanes -Macedonia, Eslovenia, Croacia y Serbia- decidieran cerrar sus fronteras tras el preacuerdo alcanzado entre la UE y Turquía, las reacciones a esta medida no se han hecho a esperar, y con ellas el enfrentamiento de posiciones.

Entre los países que apoyan esta decisión se encuentra, como es natural, Austria, que siempre ha mantenido una línea dura hacia la recepción de refugiados. La ministra de Austria, Johanna Mikl-Leitner, defendió la política de cierre de fronteras adoptada por su país, e hizo hincapié en que los Balcanes occidentales deben permanecer cerrados y los flujos migratorios descontrolados deben pasar a la historia.

También aplaudía la decisión, desde su cuenta de Twitter, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk: «Los flujos de inmigrantes irregulares a lo largo de la ruta de los Balcanes occidentales ha terminado.

Ya no es una cuestión de acciones unilaterales sino de decisiones comunes de los 28 de la UE», escribió Tusk en Twitter.

Opinión que ha criticado vivamente el primer ministro griego, Alexis Tsipras, que sí se trata de «acciones unilaterales» adoptadas por determinados países. «La UE no tiene futuro si sigue así», ha lamentado el jefe del Ejecutivo heleno, también en las redes sociales.

Tsipras ha pedido al presidente del Consejo Europeo que «centre sus esfuerzos en aplicar decisiones comunes y no en alentar para que se ignoren». Las autoridades de Grecia calculan que más de 40.000 inmigrantes y refugiados han quedado atrapados en este país por el cierre de fronteras.

Como sucede con Grecia, no todos los Estados miembro de la Unión Europea muestran el mismo entusiasmo ante el cierre de la ruta de los Balcanes. La canciller Angela Merkel ha advertido este jueves sobre la ineficacia de la medida. «No resuelve el problema», ha afirmado, en declaraciones recogidas por EFE. «El problema no se resuelve mediante soluciones unilaterales», ha añadido, para subrayar a continuación que «Grecia no podrá soportar esta carga por mucho tiempo». Jorge Fernández-Díaz también ha expresado sus suspicacias, aunque en otra dirección. El ministro español del Interior ha recordado las posibilidades de que el flujo de personas se dirija al Mediterráneo occidental y afecte a la Península Ibérica. «Estamos muy atentos, porque eso sería trasladar el problema», ha expresado al respecto, pidiendo que no se pretenda «arreglar un problema creando un problema donde hasta ahora no existía, como es la zona de España».

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