poster Vídeo
El primer ministro británico, David Cameron, en un acto este miércoles en contta del Brexit - REUTERS

Cameron pide a los votantes que «no se tiren de un avión»

Las dos campañas buscan sus últimos votos mientras los grandes bancos globales ven más posible el Remain

CORRESPONSAL EN LONDRES Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La apasionante y apasionada campaña del referéndum enfila sus últimas horas previas a la votación de mañana, con los líderes de ambos bandos, David Cameron y su compañero de partido Boris Johnson, que aspira a desbancarlo, recorriendo Inglaterra en un último esfuerzo. Hoy se esperan las encuestas finales de los principales diarios de calidad, «The Times» y «The Guardian», ambos pro UE, y el «Telegrah», que recomienda el Brexit. La bolsa británica y la libra están planas, como si aguardasen expectantes el resultado de mañana. La esterlina se apreciado un 0,1% frente al dólar, pero ha caído un 0,3% ante el euro. Había iniciado la semana con una fuerte subida, que fue el lunes la mayor en siete años contra el dólar.

Dos bancos internacionales, el japonés Namura y el estadounidense Citigroup, pronostican victoria del Remain. La entidad nipona calcula que el conjunto del mercado otorga al Brexit un 33% de posibilidades, que ellos reducen al 23%. Citi es menos concluyente y otorga al In un 60% de posibilidades de éxito.

El referéndum se ha convertido en el acontecimiento no deportivo que ha suscitado más apuestas: ha movido cien millones de libras en las casas de juego. Una de las mayores, Ladbrokes, concede al Stay el 76% de posibilidades. Pero es difícil cerrar un pronóstico en una campaña inflamada por los mensajes nacionalistas de Leave, que calan muy bien en el gran público que piensa que el aislacionismo es la salida ante un mundo incierto.

Boris Johnson, que inició su jornada de buena mañana en el mayor mercado de pescado de Londres, Billingsgate, donde buscó unas fotos efectistas posando con un gran pez junto a su rostro, pidió allí a los británicos que «crean en nuestro país» y habla de la votación de mañana como «el día de la independencia» si triunfa el Brexit.

Leave desdeña la opinión de los expertos (Michael Gove ha llegado a compararlos con los nazis que difamaban en los años treinta los experimentos de Einstein). Pero la verdad es que siguen llegando cálculos inquietantes. El banco suizo UBS dice que en caso de Brexit el viernes el índice bursátil FTSE 100 podría perder los 5.000 puntos y caer a 4.900, lo que supondría que su valor se reduciría en 346.0000 millones de libras.

Citigroup pronostica que el PIB se contraería entre un 3% y un 4% en tres años. El FMI ha advertido claramente sobre un horizonte de recesión. Hoy 51 de los directivos de las cien empresas del FTSE han publicado una carta en «The Times» contra el Brexit, que suscriben en total 1.285 líderes económicos británicos, que representan a 1,7 millones de empleados. Leave desdeña ese tipo de avisos llamándolos «Proyecto Miedo» e insiste en que hay vida fuera de la UE y que el país debe «retomar el control de su destino». Sadiq Khan, el alcalde de Londres, dio en el debate de Wembley una dura réplia a Boris Johnson, su predecesor en la alcaldía: «Nos llaman el Proyecto Miedo, pero ustedes son el Proyecto Odio».

El presidente de la asociación que agrupa a la industria alemana, BDI, ha dicho sin pelos en la lengua que los británicos «estarán locos si salen de la UE». Esas reconvenciones desde Europa no ayudan a la campaña de Remain, pues molestan al orgulloso inglés de a pie, y más viniendo de Alemania o Bruselas.

David Cameron inició la mañana en el programa político radiofónico más seguido, «Today», en BBC Radio 4, donde refiriéndose al Brexit planteó otro de los símiles a los que es tan aficionado: «Tú no puedes saltar de un avión y luego volver a entrar por la escotilla de la cabina. Un voto por salir será irreversible». Calificó el Brexit de «enorme problema» y dijo que «juntos» es la palabra que resume su campaña.

A continuación ofreció mítines junto al ex ministro tory John Major, firme europeísta y azote de Leave, que ha llamado a Boris y Gove «sepultureros de la prosperidad». Cameron clausurará esta tarde noche en Birmingham. Es evidente su inquietud por el resultado y ayer reconoció que «nadie sabe qué va a pasar».

Corbyn, un convidado de piedra en toda la campaña y de corazón euroscéptico, ha ofrecido un mitin en Londres junto al alcalde Sadiq Khan, un moderado con el que no se lleva bien, y ha dicho que «dejar la UE dañaría nuestra economía», porque habría menos empleo y menos dinero para el NHS y los servicios públicos.

Farage por su parte se ha jactado de que «sin UKIP no habría habido referéndum». No falta a la verdad, pues una de las razones por la que Cameron lo convocó en 2013 fue intentar cortar la crecida electoral del partido populista eurófobo, que de hecho ganó las europeas de 2014 y aunque solo tiene un diputado, fue votado por cuatro millones de británicos en las generales del año pasado.

Ver los comentarios