El ministro de Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu
El ministro de Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu - AFP

Ankara cree que los servicios de espionaje europeos «utilizan a periodistas» para debilitar a Turquía

El ministro de Exteriores acusa a Deniz Yücel de haber trabajado para la inteligencia alemana

Corresponsal en Estambul Actualizado: Guardar
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El Gobierno turco carga una vez más contra la profesión periodística de su país. El ministro de Exteriores de Turquía Mevlüt Çavusoglu ha asegurado que los servicios de espionaje europeos emplean a periodistas turcos para atacar al país eurasiática y a su presidente, Recep Tayyip Erdogan.

«Los servicios de inteligencia de esos países están utilizando a periodistas y blogueros en Turquía», ha declarado Çavusoglu, en referencia a los países del viejo continente, durante el Foro de Seguridad Global celebrado en Eslovaquia. «Esta es una nueva forma de actuar en Europa», ha añadido el titular de Exteriores en sus declaraciones a BuzzFeed News.

Según Çavusoglu, el ingreso en prisión preventiva a la espera de juicio de Deniz Yücel, el periodista con doble nacionalidad turca y alemana, está relacionada con esta supuesta nueva práctica europea.

«He compartido información con los alemanes en la que mostraba que estaba trabajando con los servicios de inteligencia de Alemania». Yücel fue detenido el 14 de febrero y, dos semanas después, encarcelado a la espera de juicio acusado de «propaganda terrorista».

No es el único. Según P24, una organización turca en defensa de la libertad de prensa, hay 169 periodistas arrestados en estos momentos. Los últimos, Gokmen Ulu y Mediha Olgun. Los dos trabajaban para el diario Sözcü, conocido por su férreo nacionalismo y sus amplias críticas al movimiento del clérigo musulmán Fethullah Gülen, señalado por Erdogan como autor del golpe de Estado. Ulu y Olgun están, sin embargo, acusados de estar relacionados con el movimiento de Gülen.

La mayoría de los arrestados no están condenados todavía, aunque ya se han producido las primeras sentencias. Por ejemplo, los editores de la revista Nokta, Cevheri Güven y Murat Çapan, han sido recientemente condenados a 22 años y seis meses de prisión por «incitar a la rebelión». Güven consiguió escapar a Grecia antes de ser aprehendido por los agentes. En cambio, Çapan fue interceptado mientras trataba de cruzar la frontera hacia el país heleno.

Prensa extranjera

A pesar de que el riesgo está alejado de las extensas condenas que afrontan sus colegas locales, los periodistas extranjeros operando en Turquía tampoco se libran de las decisiones del Gobierno del islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP). A al menos siete de ellos no se les ha renovado en 2017 el carné de prensa necesario para poder solicitar el permiso de residencia. La consecuencia directa de este hecho es la imposibilidad de poder seguir trabajando en el país.

Algunos, no obstante, deciden trabajar sin el permiso pertinente, lo que les lleva a sufrir problemas con las autoridades. Es el caso del fotoperiodista francés Mathias Depardon, que lleva detenido desde el pasado 8 de mayo a la espera de ser deportado. Una experiencia similar vivió el italiano Gabriele Del Grande, finalmente deportado tras dos semanas en un calabozo turco.

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