Salah Abdeslam, uno de los principales organizadores de los atentados de Paris
Salah Abdeslam, uno de los principales organizadores de los atentados de Paris - ABC

Abrini, sospechoso de los atentados de Bruselas y París, confirma rol logístico de Abdeslam

El detenido afirma que Abdelhamid Abaaoud, el presunto cerebro de los ataques del 13-N en París, se había convertido en el «emir» de los yihadistas

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Mohamed Abrini, presunto miembro del comando terrorista que atentó en el aeropuerto de Bruselas el pasado 22 de marzo, ha confirmado en unos interrogatorios el supuesto papel logístico que ejerció Salah Abdeslam en el atentado de París.

Abrini, detenido el 8 de abril y encarcelado en la prisión de alta seguridad de Brujas por su supuesta implicación en los atentados de Bruselas y París, afirmó en sus primeros interrogatorios que Abdeslam «fue a buscar a casi todas las personas implicadas» en el ataque terrorista en París y a aquellos que «venían de Siria».

«Sé que Salah fue a buscar a esta gente y les dejó en pisos francos. Lo sé porque yo dormía con ellos en las viviendas y me enteré de muchas cosas», señaló en el interrogatorio, según la cadena flamenca VTM, que tuvo acceso a sus declaraciones.

Abrini, de 31 años, fue el conductor de Abdeslam, con quien fue filmado en una gasolinera de Ressons, al norte de la capital francesa, unos días antes de los atentados en Francia.

También se cree que es el «hombre del sombrero» o tercer miembro del comando terrorista que atacó el aeropuerto de Bruselas.

Abrini afirma asimismo sobre Abdelhamid Abaaoud, el presunto cerebro de los atentados del 13-N en París y quien fue abatido el 18 de noviembre durante el asalto de la Policía francesa a un piso de Saint-Denis, que éste había pasado de ser un «simple combatiente» al «emir» de los yihadistas.

«Tenía en torno a unas mil personas bajo sus órdenes, especialmente a belgas y franceses», dijo Abrini, quien sostuvo que Abaaoud gestionó «las batallas» en Siria.

«En varias ocasiones me pidió que me convierta en combatiente, pero lo rechacé. No quería permanecer en un país en guerra», dijo, siempre según los extractos publicados de su interrogatorio.

Abrini también reveló que tras los atentados de París las fuerzas de seguridad no le detectaron, pese a «irse de café en café» y de «haber descansado en un parque de Forest», un distrito de Bruselas.

Así, la orden internacional de arresto no le impidió desplazarse por la capital belga.

«Un mandato de arresto no quiere decir nada. Me pasé todos los días delante de los militares, de los policías con un gorro. La seguridad no evitará jamás los atentados», aseguró.

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