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Momento del encuentro entre Eisenhower y la niña española Rosa María Jiménez Calvo durante la visita del presidente estadounidense a España en diciembre de 1959. - DAVID G. TRIADÓ (VÍDEO)

Visitas de los presidentes de EEUUCuando el héroe del Día D evitó que España se aliase con la URSS

Con motivo de la visita de Barack Obama a España, analizamos los viajes que otros presidentes de los Estados Unidos hicieron a nuestro páis

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Ya faltan pocas horas para que Barack Obama visite por fin España, un viaje que tenía pendiente desde hacía años y que, finalmente, llevará a cabo a pocos meses de abandonar la Casa Blanca. A pesar de la tardanza, el político se sumará a una larga lista de presidente que -por una causa o por otra- se dejaron caer por la Península.

Con todo, de los nueve viajes que han protagonziado desde 1959 los presidentes de los Estados Unidos a España, quizá el más destacado fuera el de Dwight Eisenhower, un hombre más conocido por ser el general que dirigió el Desembarco de Normandía en 1944. Y es que, algunos historiadores afirman que este político norteamericano odiaba España y que únicamente vino a la Península para evitar que Franco decidiese aliarse con la URSS, algo con lo que este le había amenazado.

1 - Dwight Eisenhower. Del 21 al 22 de diciembre de 1959

A las puertas de las navidades de 1959, Francisco Franco tuvo su particular (y precoz) regalo de Reyes Magos con la visita a España del presidente de los Estados Unidos, Dwight Eisenhower. Y es que, como bien señaló el diario ABC el 23 de diciembre de ese mismo año, nuestro país logró ser gracias a este evento «la máxima actualidad en la radio, la televisión y la prensa americana» y dio un paso de gigante para dejar atrás la imagen que se había forjado durante la Segunda Guerra Mundial (cuando se la consideraba un aliada del Eje).

El encuentro se produjo en el marco de un «tour» que el presidente realizó por 11 países. Un carrusel de recepciones que este periódico achacó a la campaña electoral norteamericana y que le llevó por una buena parte de la vieja Europa. La misma que, tan solo 14 años antes, había liberado el ejército norteamericanas. «El éxito del viaje de Eisenhower a tres continentes beneficia, a la larga, al partido republicano (su propio partido) en un año de elecciones presidenciales», escribió ABC.

Por parte estadounidense no se masticaba la misma dicha. Así lo desveló el periodista Ricardo de la Cierva, quien señaló que Eisenhower hizo todo lo posible por evitar la visita a España. ¿Cómo logró Franco que uno de los generales más destacados de los Estados Unidos llegase a nuestro país sobre un Boeing 407? Sencillo: haciéndole un chantaje que, en plena Guerra Fría con Rusia, no podía permitirse. «Franco le hizo llegar el mensaje de que, si no venía, pensaba entablar relaciones diplomáticas con la Unión Soviética, lo que decidió al americano ir a Madrid», explica el escritor y periodista Daniel Arasa en su libro « Historias curiosas del franquismo».

A pesar de que, como bien señala Arasa, al presidente estadounidense le daba cierto «repelús» pasar por España debido a la imagen que esta transmitía al exterior, finalmente agradeció la decisión cuando cientos de personas acudieron a recibirle al aeropuerto de Torrejón de Ardoz en la desapacible tarde del 21 de diciembre.

Los titulares de la prensa internacional no dejaron lugar a dudas. «Un millón de madrileños aclaman al presidente» o «Franco y la muchedumbre dan la bienvenida a “Ike”» son solo dos ejemplos de ello. Al final, la visita sirvió para tratar varios temas de importancia internacional: «La crisis de la alianza atlántica, la situación económica española y la cooperación militar entre España y Estados Unidos han sido los temas ampliamente tratados», determinó ABC. Y entre ellos se encontraba, como no podía ser de otra forma, la discusión sobre las bases militares que los norteamericanos iban a establecer en territorio español.

2 - Richard Nixon. Del 2 al 3 de octubre de 1970

El siguiente viaje protagonizado por un Presidente de los Estados Unidos a España se materializó el 2 de octubre de 1970, día en que Richard Nixon (el mismo que dos años después se vería salpicado por el popular caso « Watergate») aterrizó en Madrid junto a su Jefe del Consejo de Seguridad Nacional, Henry Kissinger. Este, según dijo posteriormente, vio a España «como suspendida, esperando que termine una vida para poder reincorporarse a la historia europea». Aquella jornada, ABC hizo hincapié en las grandes muchedumbres que presenciaron el paso de la comitiva presidencia por las calles de Madrid» al grito de «Nixon, Nixon, Franco, Franco».

En palabras de este diario, los temas a tratar eran «la persistente crisis de Oriente Medio», el futuro y desarrollo de las bases militares y «la actitud pro árabe del régimen español». Sin embargo, el popular historiador Paul Preston ofrece su propia teoría sobre las causas que motivaron la llegada al país de Nixon en su obra « Juan Carlos I. El Rey del pueblo»: «Estados Unidos mantenía considerables intereses estratégicos en España. […] La principal prioridad de Washington seguía siendo conservar la estabilidad». Es decir, que buscaban que la tensión entre ambos países no aumentara, a pesar de que estaban deseando que Franco dejase este mundo.

Las conversaciones que se sucedieron en las horas siguientes entre ambos dignatarios tuvieron un punto de hilaridad ya que, durante una de las reuniones, Franco (entonces con 78 primaveras a sus espaldas) se adormiló por lo aburrido de los temas a tratar. Al final, cuando el jefe del Estado se marchó a dormir, el relevo lo tomó el entonces príncipe Juan Carlos, quien mantuvo una larga conversación con Nixon en inglés (para asombro del presidente de los Estados Unidos).

Independientemente de la validez real a nivel político de la reunión (en la cual se habló ampliamente de la actividad de la VI Flota norteamericana en el Mediterráneo), el encuentro sirvió para posicionar a España en la prensa internacional. Así lo demostraron titulares como el de «Viva la amistad España-América» (del «Financial Times») o el no menos llamativo de «Nixon alaba la amistad con España como pilar para la paz» (del «Times»).

3 - Gerald R. Ford. Del 31 de mayo al 1 de junio de 1975

«Señor presidente. En nombre del Gobierno y del pueblo español, deseo ofreceros, por cuanto representáis a la gran nación americana, nuestra más expresiva y amistosa bienvenida», con estas palabras (publicadas en ABC el 1 de junio de 1975) recibió Francisco Franco en el aeropuerto de Barajas al presidente norteamericano, Gerald Ford. Un político que había ascendido años antes a la presidencia después de que el caso «Watergate» acabase con su predecesor, Richard Nixon. Aquella jornada, como bien determinaba este diario, la constante lluvia de los días anteriores respetó los actos que se celebraron, aunque con «algunas rachas de viento».

La respuesta del norteamericano a este cordial recibimiento fue la siguiente: «Franco y señora de Franco, amigos de España y de los Estados Unidos. Empiezo mi visita a España con una gran y verdadera satisfacción, por la posibilidad de subrayar los lazos tradicionales de amistad que siempre han unido a nuestros dos países». Ford, después de la llegada a las once de la mañana al aeropuerto, se dirigió hasta la Cibeles, donde se llevaban escuchando marchas militares desde bien entrada la mañana.

Posteriormente, fue llevado en un coche al Pardo. «Lo que hablaron Franco y Ford durante el trayecto -si hablaron de algo más que del tiempo- pertenece al secreto de sumario», explicaba ABC. Aquellos días, Ford vio a un Franco en declive y que vivía sus últimos momentos en este mundo (falleció el 20 de noviembre de ese mismo año). No obstante, eso no le impidió debatir con el presidente norteamericano.

Al final no se llegó a nada ya que, como determinó Pedro Crespo en un artículo publicado el 1 de julio en ABC, todo quedó resumido en «cortesía sin concesiones por parte española» y «acercamiento sin nada espectacular que ofrecer, por parte americana». El periodista también explicó la razón por la que, según él, el presidente norteamericano había decidido pisar nuestro país. «España es un aliado en el candelero y a ello se debe la presencia de del primer mandatario americano». En las horas posteriores, Ford cenó en el Palacio de Oriente junto a su esposa y en la compañía de Franco. Como bien se puede ver en los documentos del NODO, durante esos momentos el líder norteamericano dedicó unas palabras amistosas al pueblo español.

4 - Jimmy Carter. Del 25 al 26 de junio de 1980

La llegada de la democracia a España trajo también una nueva visita de un presidente norteamericano a estas tierras. En este caso, Jimmy Carter, quien había conseguido la poltrona por un escaso número de votos antes Ford. Los temas a tratar en la entrevista, que se sucedió entre el 25 y 26 de junio de 1980, fueron la necesidad de que nuestro país entrase a formar parte de la OTAN como miembro de pleno derecho y los múltiples beneficios que este movimiento político le traería.

Jimmy Carter llegó el 25 de junio al aeropuerto de Barajas. El presidente, como era de esperar, se trajo consigo una gran comitiva entre la que figuraban su mujer, Rosalynn, y su hija pequeña. Así narró ABC el suceso: «El mandatario estadounidense procedía de Belgrado, adonde se trasladó después de la “cumbre de los grandes” de Venecia. Los Reyes de España le dieron la bienvenida y pasaron luego a escuchar, junto al matrimonio Carter, los himnos de los dos países».

Después tocaron los actos protocolarios, entre los que se incluyeron pasar revista a una serie de unidades de las «tres Armadas», las presentaciones de dignatarios y la celebración de una comida. Tras algún que otro altercado (varios periodistas españoles tuvieron más que palabras con los guardaespaldas del presidente) se sucedió la reunión.

Además de los pormenores de la entrevista, el diario ABC publicó -de forma íntegra- el discurso con el que Juan Carlos I se dirigió al presidente que ideó la «Doctrina Carter» (el uso de la fuerza por las bravas en el Golfo Pérsico). «Constituye para la Reina y para mi una gran satisfacción daros la bienvenida en nombre del pueblo español. Un pueblo de jóvenes ilusiones y viejas sabidurías que, a lo largo de su Historia varias veces milenaria, ha ido forjando una sólida nación, firmemente unida, y ha establecido como sus valores más queridos el amor y la libertad, la voluntad de la independencia, el sentido de la dignidad y una decida vocación de paz».

5 - Ronald Reagan. Del 6 al 8 de mayo de 1985

El año 1985 fue una época de contrastes en España. Por un lado, la democracia se había asentado de forma definitiva y se había materializado en una serie de elecciones que habían dado como resultado el gobierno del socialista Felipe González.

Por otra parte, la sociedad andaba revolucionada por la presencia de las bases norteamericanas en España y andaba pidiendo (a gritos y en las calles) la celebración de un referéndum que determinara si el país salía o no de la OTAN. Una votación, por cierto, que había sido prometida allá por 1982 y que todavía no se había materializado. De hecho, las encuestas de entonces afirmaban que un 75% de la sociedad española afirmaba que los Estados Unidos no podían ser considerados amigos de nuestro país.

Con esa tensión revoloteando España, se informó de que el presidente Ronald Reagan (más conocido entonces por su faceta como actor) iba a visitar el país. El resultado fue el esperado: multitud de personas se arrojaron a las calles mandando a santa sea la parte al mandatario y a las barras y estrellas. A pesar de todo, la visita se celebró y, el 6 de mayo, el norteamericano pisó el aeropuerto de Barajas. Aunque no sin tensiones más propias de la época actual. «El recibimiento del mandatario estadounidense en Barajas vulneró todos los protocolos, no sólo por la escasa presencia de representantes del gobierno sino por ausencias inexcusables como la del alcalde de la capital, Enrique Tierno Galván», explica la divulgadora histórica Coral Morera Hernández en su dossier «Un republicano en la Moncloa: La visita de Ronald Reagan a la España de 1985».

Desde ABC se escribió un editorial el 7 de mayo instando a la conciliación y a ver a los Estados Unidos como una nación amiga. El texto comenzaba de la siguiente forma: «Desde las páginas de ABC damos la bienvenida al presidente Reagan y le hacemos llegar el mensaje de respeto de millones de españoles que ven en los Estados Unidos a la gran nación comprometida en la defensa de la libertad común». […] En esta casa no sentimos la menor preocupación, porque Ronald Reagan conoce como nosotros y está dispuesto a pagar el precio de la libertad. Nos avergonzamos en cambio del único lenguaje que algunos conciudadanos nuestros parecen capaces de utilizar». A lo que se referían estas líneas eran a los carteles que -en mitad de las calles de Madrid- llamaban a la muerte del presidente y le insultaban abiertamente afirmando que era un enemigo de España.

6 - George Bush. Del 29 al 30 de octubre de 1991

La siguiente visita de un presidente norteamericano a España la protagonizó George Bush en los días 29 y 30 de octubre de 1991. Aquellas jornadas, España (y más concretamente Madrid) sirvieron de sede para albergar la Conferencia Internacional de Paz para Oriente Medio con el objetivo prioritario de acabar con el conflicto entre israelíes y palestinos. «Al elegir Madrid como sede de la conferencia, parece haberse considerado no sólo el buen entendimiento español con las partes antagónicas, sino también las deslumbradoras circunstancias, que no se dieron en ningún otro lugar, de la fecunda convivencia secular entre cristianos, árabes y judíos», escribió Enrique Múgica en La Tercera de ABC aquellos días.

Durante esas jornadas llegaron hasta España personalidades de la talla del presidente de la URSS, Mijail Gorbachov, o el presidente de los Estados Unidos, Geroge Bush. Ambos, como bien explicó este diario, instando «a la responsabilidad» de ayudar a terminar de una vez por todas con el conflicto. ABC hizo una ampliaa cobertura del hecho, que copó sus portadas. Así pues, los reporteros del diario contaron desde la cena que ofreció el Rey Juan Carlos a estos dos dignatarios, hasta la llegada del primer ministro israelí, Isaac Shamir, al país. Todo terminó con el acuerdo de crear dos grupos de trabajo que, a la larga, lograsen llevar a cabo el desarme o la reducción de armas nucleares en ambos lugares.

7 y 8. William J. Clinton. 1995 y 1997

Más de 30 años después de la primera visita de un líder estadounidense a España, diciembre (más concretamente el 2 de diciembre de 1995) volvió a ser el mes seleccionado por un presidente de este país para pisar España.

En este caso, el líder fue William J. Clinton (mundialmente conocido por su «relación inapropiada» -como él mismo dijo- con Monica Lewinsky). Sin ahondar más en la vida sexual del político, diremos que llegó al aeropuerto de Barajas junto a su esposa, donde les esperaba el Rey Juan Carlos I. Desde allí, y tras los saludos protocolarios, comenzó su viaje por Madrid antes de la política pura y dura.

«Tras los saludos, los Clinton montaron en una limusina que les esperaba junto al avión, y en la que se dirigieron rodeados de una fuerte protección hasta el Museo del Prado, donde permanecieron una hora. Después, se desplazaron al Palacio Real para asistir a una cena ofrecida en su honor y en el de su esposa por Sus Majestades los Reyes. A la cena asistió un reducido grupo de invitados, entre los que se encontraban el presidente de Gobierno, Felipe González, y el presidente de la Comisión Europea», señalaba ABC el 3 de diciembre. Posteriormente, tanto Clinton como el Rey hablaron ampliamente de la relación transatlántica («la piedra angular de la paz») y el éxito en Bosnia.

Clinton volvió a visitar España en 1997. En este caso, el viaje se sucedió entre el 4 y el 10 de julio y el presidente pudo pasar unos días en Palma de Mallorca, Madrid, y Granada (donde sufrió el calor achicharrante del verano andaluz). En las tierras más sureñas de la Península, el político protagonizó una situación sumamente hilarante cuando, mientras veía de una puesta de sol con varios periodistas, les pidió que dejasen de trabajar para disfrutarla. Posteriormente, visitó la Alhambra.

9 - George W. Bush. Del 11 al 12 de junio de 2001

George W. Bush fue el último presidente de Estados Unidos en visitar España. Lo hizo los días 11 y 12 de junio del año 2001. Los temas a tratar entre él y José María Aznar (el Presidente del Gobierno) fueron, entre otros, la cooperación que ambos países debían mantener en términos culturales, económicos y de seguridad. Por su parte, el líder norteamericano también habló extensamente con el Rey Juan Carlos I de la posible ampliación de la Unión Europea y la OTAN, como bien señaló para ABC Luis Ayllón.

La visita comenzó con la llegada del matrimonio Bush a Madrid. Allí, Don Juan Carlos hizo gala de su buen humor con algunos comentarios que causaron hilaridad entre los presentes. «Don Juan Carlos protagonizó el momento más divertido al dirigirse a la consejera de Seguridad del presidente, Condoleezza Rice, con un “buenos días Arroz”, aludiendo al significado de su nombre en español», afirmaba ABC. Posteriormente, el presidente de Estados Unidos y su esposa se trasladaron hasta la finca toledana de Quintos de Mora, donde el líder norteamericano mantuvo una larga conversación con José María Aznar.

«Después de un pequeño paseo […] comieron jamón ibérico y queso. Después, continuaron con gazpacho con bogavante, paella con pularda y merluza con angulas. Para postre, un biscuit de fresas con frutas del bosque. Todo ello, regado con un vino de Ribera del Duero que, el presidente Bush, que no bebe alcohol, no probó. Prefirió agua y cerveza, naturalmente, sin alcohol», explicaba ABC.

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