La noticia del primer crimen a sangre fría de ETA, en ABC
La noticia del primer crimen a sangre fría de ETA, en ABC - ABC

El precoz llamamiento de ABC contra ETA

«Con nuestra reprobación, con nuestras leyes, con nuestra actuación hemos de condenar cualquier actitud desalmada» publicó al día siguiente del primer crimen a sangre fría de la banda terrorista, sin saber aún lo que se avecinaba

MADRID Actualizado: Guardar
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El 8 de junio de 1968 este diario publicó una extensa nota de redacción por el asesinato a tiros del guardia civil de tráfico José Pardines en Villabona (Guipúzcoa) por parte de «dos jóvenes automovilistas». Nada sabía entonces la sociedad española de que con este primer crimen a sangre fría ETA iniciaba un siniestro historial que alcanzaría a más de 800 víctimas inocentes. El precoz llamamiento de ABC contra la violencia de hace casi 48 años parecía aventurar lo que estaba por venir, animando a todos a colaborar contra el terror.

«Con renovada y redoblada energía tenemos que condenar esta nueva señal de violencia que tristemente ha tenido por escenario una ciudad española. Esta vez ha sido un hombre que cumplía con su obligación, por encargo de la sociedad, el que ha pagado con su vida.

Un hombre que había hecho de su desvelo de cada día profesión de honor al servicio de la paz, de la seguridad y de la confianza en la carretera. Uno de esos abnegados y beneméritos servidores del orden, cuya presencia es garantía para todo ciudadano y para el país. Los disparos de unos locos, de unos bandidos, de unos frívolos, de unos salvajes lo han dejado muerto en el lugar de su servicio.

Contra la epidemia violenta que contagia sus criminales modos y que brota por tantas partes, contra el estilo de creer que con las armas de fuego se pueden resolver los problemas o las disensiones entre gente civilizada hemos estado siempre y nos reafirmamos. Poco pueden las palabras cuando de algo tan sagrado como es la vida de una persona se trata. Este honrado guardia civil no volverá a la vida. Pero sí quisiéramos que volvieran a reflexionar sobre la noticia todos los lectores y desearíamos tener la suficiente capacidad de convicción para moverles a una unánime, solidaria y decidida protesta contra estos modos. Juguetes violentos, imágenes de violencia han introducido en nuestro mundo habitual, como moneda corriente, un estilo feroz y terrible que desprecia la vida del prójimo y considera la existencia del hombre como un juego o una caprichosidad. Contra todo ello se levanta la indignación de las conciencias. De nada puede valer una civilización en la que la vida de un hombre no cuenta en lo que vale. Y todos hemos de ser firmes y enérgicos para impedir que la violencia dé un paso más. Con nuestra reprobación, con nuestras leyes, con nuestra actuación hemos de condenar cualquier actitud desalmada como la de éstos, gamberros o forajidos, que mataron ayer a un hombre que estaba precisamente donde estaba para ser un servidor. Hace falta un "stop" visible, eficaz y resolutivo contra la violencia. En esa tarea, desde las autoridades hasta el más sencillo ciudadano, todos tenemos la ineludible obligación de colaborar. ¡No a la violencia! Es una campaña necesaria y urgente».

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