12 tapas en Cádiz (con un anuncio final)

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Los mejores bares para tapear en Cádiz. Las mejores tapas de… Qué fácil de escribir. Qué difícil de definir. Imposible convencer ni acordar. Esto de las listas, de lo que sean, tiene trampa. A todos nos gusta ver las de los otros más para irritarnos con las omisiones que para celebrar las coincidencias. Están basadas en la arbitrariedad y la casualidad, por eso son divertidas. Hay tantas como personas y un mismo autor sería capaz de hacer varias distintas en una sola semana, según tenga el humor y la memoria.

Estas contradicciones se dan aún más en el tapeo, sublimación, ampliación cualitativa por reducción cuantitativa, de algo tan personal y necesario como comer. Pero con sentido festivo. Festero. Aquí va una actualizada con trece sugerencias para el otoño de 2016 en la ciudad de Cádiz, con las aperturas recientes y las querencias de siempre, con modernos, clásicos, canallas, humildes, lujosos, noveleros y eternos.En el Casco Antiguo y en Extramuros.

Sin orden de preferencia. Cada cual puede programar a su capricho, como si fuera una película descargada en el ordenador.

Pronto habrá que actualizarla y podrán entrar otros muchos locales de siempre o recién abiertos. Este juego es infinito.

1. Ultramar

Plaza de Mina con calle San José

El establecimiento donde se encontraba Ultramarinos Barreda se reinventó en una acogedora gastroparada elegida por muchos gaditanos y turistas. Sus cartas han ido evolucionando, y en ella se puede encontrar guiños a la cocina gaditana (el inevitable pescado frito) y también a la internacional con platos como la cochinita pibil. Cuenta con mesas bajas, altas y también con espacio para tapear en las ventanas que ofrecen unas bonitas vistas del devenir de las proximidades de la plaza Mina. Unos vinos bien escogidos y una cocina de calidad, son los motivos por lo que merece ir y volver. Hace poco menos de un año que abrió sus puertas y ya se ha hecho con una de las esquinas más transitadas del centro de Cádiz. Hasta el célebre Jon Hamm (alias Don Draper, el de Mad Men) pasó por allí el pasado verano animado por las estupendas críticas populares que pudo leer en internet.

2. Rincón Gastronómico

Mercado Central de Abastos

Aunque es complicado ver todos los puestos abiertos fuera de los días de mayor afluencia, continúa con su línea de diferentes puestos especializados así que cada uno tira a lo suyo. Apuestas seguras son brasería El Carbón, con sus buenas carnes de la tierra, tratadas con tiento, o sus hamburguesas exóticas de cocodrilo, avestruz y canguro. Fantásticas las empanadas criollas de Argendarte (para estómagos fuertes) y los salmorejos, flamenquines o guisos del día de la muy cordobesa Tapería de Lula. También La Sartén (especializada en revueltos y tortillas) o Dos Bocados. Para combinar, el mejor surtido de cervezas con Gades Beer. Incluso en jarras de medio litro (hay que pagar fianza). En 50 metros a la redonda, comida marroquí, suramericana, italiana, sushi, quesos, delicias vejeriegas… Eso sí, las costumbres se han relajado en general, en el entorno, hay cada vez más chapuza para turistas y descuido por los detalles. Conviene rebuscar bien lo bueno, que cada vez hay más de todo.

3. Quilla

Calle Antonio Burgos (en La Caleta)

La terraza con las mejores vistas a La Caleta de toda Eurasia Occidental y la Micronesia Septentrional desde los fenicios hasta ahora. Y con una cocina que no deja de crecer, de madurar y mejorar. Más para almorzar y cenar aunque siempre se pueden compartir platos en el centro con ese castillo de San Sebastián en cinemascope delante, con las barcas a juego y la marea en invisible movimiento. Buenos desayunos, mobiliario cuidado. Gran tartar. Espléndido salmorejo, la ensalada de pulpo, la hamburguesa de retinto y foie, la dorada en tempura, pastelas o logrados atrevimientos confirman que cada vez es más restaurante sin dejar de ser otras muchas cosas. Detalles de todo tipo (biblioteca, WiFi, mantas tersas y escamondadas, prensa, cine mudo, exposiciones, música en directo…). Una de las cartas de vinos (por copas o botellas) más originales de la Bahía de Cádiz ahora mismo

Tanto por respeto a lo gaditano como por los caldos de otras zonas. También larga la de guisquis, rones, cócteles y café.

4. Tapas y Vinos Sur

Calle Fernández Ballesteros

Uno de los locales más celebrados y conocidos de Extramuros. Es pequeño y tiene una legión de fans de fidelidad inquebrantable, así que a veces no hay sitio. Su carta entera (especial tino con los platos de origen cordobés, como su copropietaria) es una tentación para comilones porque se trata de platos contundentes, recios, y raciones generosas, con sus papas fritas, sus salsas y todo lo que se añora durante una dieta hipocalórica. La tosta de foie y jamón, el salmorejo, el asombroso rabo de toro y el atún en temporada son algunos de sus muchos clásicos, como los arroces. Gran alineación de vinos por copas. Cuando le preguntas a la gente que vive en todo Cádiz por el mejor sitio de tapas, desde hace años, siempre está en el podio según todos los entrevistados. Logra la unanimidad, con lo difícil que es eso en este gremio y en casi todos.

5. Código de Barra

Plaza de Candelaria

Cocina ecléctica e internacional, creativa y curiosa de un holandés afincado en Cádiz hace milenios. León Griffoen tiene una legión de seguidores tras su paso por varios restaurantes y parece afianzado en este pequeño local. Carpaccios imposibles, ensaladas impensables y pescados de la tierra escoltados como nunca. Últimamente no para de ganar premios e incondicionales seguidores. Está en racha.

6. La Sorpresa

Calle Arbolí

Hizo gala a su nombre hace apenas dos años cuando irrumpió junto a la calle Compañía (ruta Plaza de las Flores-Catedral) dentro de la moda de la recuperación de tabernas, los tabancos, güichis y baches. Esta es exquista en forma y fondo. Acogedora, con un delicioso saloncito y una gran oferta de guiños clásicos, desde vermú casero a medias limetas de manzanilla en rama (siempre recuperando viejas tendencias). Aunque no tiene cocina, su propuesta de conservas, salazones o platos fríos (del sublime tartar, a las conservas, con hallazgos como las gildas, las mariposas, el matrimonio, la bacoreta o las huevas de atún rojo) es exquisita. Entrañable atención de la maestra Andrea Micuit. Clima propio. Un viaje en el tiempo.

7. La Candela

Calle Feduchy

Víctor López (cocinero) y Carmen Adán (jefa de sala) crearon hace casi cuatro años un bar de moda que no pasa. Sólo crece. Juntos abrieron y gobiernan una especie de buhardilla seductora, serena y personal, a ras de suelo, con una cocina de mercado cruzada con su experiencia viajera, su gran formación y ganas de inventar. Exquisita y divertida. Está algo escondido en el centro pero fácil de encontrar si se pregunta desde la popular Plaza del Palillero o por la Clínica de la Salud (que está casi enfrente). Acaba de cambiar la carta, una vez más. No se conforman. Precios muy razonables para ser un pequeño lujo. Cuesta encontrar hueco en la barra en noches de fines de semana, en meses de verano. Conviene estar atentos a carne, pescados (de la cercana plaza), juegos de inspiración oriental y pastas (ravioli de pato)… Postres de lujuria.

8. Bar Casino

Plaza de San Antonio

La nueva apuesta de los Hermanos Vélez en el centro tras su persistente éxito con El Balandro. Este es menos restaurante y más bar de tapas, cafetería… De nuevo cuenta con una carta extensa pero diferente, que incluye en sus platos muchos productos y vinos de la provincia. Recomendables croquetas de caña de lomo si aún siguen en la carta. El local se queda algo pequeño. En verano se puede comer en la terraza que colocan en la plaza. Está a punto de abrir un impresionante comedor en el histórico y lujoso patio neomudéjar del Casino colindante.

9. La Tapería de Columela

Calle Columela

Uno de los bares más concurridos de la capital gaditana. Tiene una sorprendentemente larga carta de tapas, muy variada y algunas también en tamaño ‘supertapa’. Puede parecer que con tanta variedad no se acierte en ninguna de sus propuestas pero sorprenden ensaladilla o tartar de atún que firma su cocinero Agustín Campos. Atrae a tanta gente que si no se va temprano puede ser incómodo comer allí, la estructura del local tampoco ayuda aunque la atención del personal lo compensa. Una de las apuestas más seguras en el centro, de las que menos falla.

10. Sopranis

Calle Sopranis

Está en la calle paralela a Plocia, tan de moda. A unos pasos del Ayuntamiento y San Juan de Dios. Tiene doble local. Uno es restaurante (con una jefa de sala que podría dar cursos magistrales) y el contiguo está dedicado al tapeo, con mesas altas y barra únicamente. Carta de platitos con toque melancólico pero no de las abuelas. Más bien, hace un homenaje a los cuarentones del Cádiz de los años 80. Dobladillos (montadito de tomate, mahonesa y caballa), pavías de merluza, ensaladillas de autor y otras frituras, miniburguers… Cambia y actualizan mucho pero casi nunca decepcionan. Todo tan divertido e informal como sabroso y bien vestido.

11. El Malagueño

Calle Silencio

En el medieval barrio del Pópulo, a la espalda del Ayuntamiento, han podido abrir unos 20 bares en los últimos diez años. La mayoría ya no están, han cambiado de nombre, de dueño o simplemente han cerrado. Sin embargo, El Malagueño de Antonio Gallardo cumple 50 años de vida sin despeinarse. Tapas radicalmente familiares, recién bajadas de casa (de su madre, varias) como las celebérrimas albóndigas o las salchichas al vino. No es el colmo de la sofisticación ni mucho menos, sólo es un bar infalible, con algunas cosas ricas y un servicio cordial en un lugar precioso.

12. BarraSie7e

Amílcar Barca

La apuesta del prestigioso grupo El Faro (nunca conviene olvidar su barra original, calle San Félix, en La Viña) por el tapeo cuidado. Local de estética vanguardista, metálica y luminosa, abierto al mar y con acogedora terraza. Propuestas exquisitas en una carta amplia con pescado del bueno, mimado y bien tratado, también en pavías y tempuras, o atractivos bocados de marisco y carne, versiones brillantes de platos típicos, protagonismo de arroces, postres caseros, conservas… Es un sitio bien para tapeo de alta gama. Está en Amilcar Barca, donde empieza el Paseo Marítimo, frente al mar, a la espalda del colegio San Felipe Neri.

13. La apertura del otoño

Veedor con Vea Murguía

Un pequeño recordatorio para llegar al número 13, para jugar con la mítica tridecafobia. Es un anuncio, elegido por capricho en esta lista. Para poner nerviosos a los supersticiosos con la maldita cifra. El célebre y joven cocinero Mauro Barreiro vuelve a abrir establecimiento en la ciudad de Cádiz. Tras su aventura con Balea, en el Paseo Marítimo, su triunfo en Puerto Real con La Curiosidad, coge los bártulos y se muda al centro de la capital gaditana, concretamente a la esquina de Vea Murguía con Veedor, el local que antes se llamara Veedor 10. Ayer mismo confirmaba que estará abierto en la primera semana de diciembre, la de los puentes festivos. Antes de regresar a Cádiz, entre aquel Balea y esta nueva aventura se ha consolidado como uno de los chefs más aplaudidos por crítica y público, habitual de exhibiciones, cursos, premios y programas de televisión, lo que viene a llamarse una referncia de la cocina de la provincia. De hecho la ha representado en muchas iniciativas turísticas de instituciones públicas como Diputación. También destaca su colaboración con distintos locales de la capital o la provincia para elaborar su primera carta.

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