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Giedo van der Garde - Caterham
Actualizado: 19:08

Van der Garde, el ascenso del eterno candidato

La persistencia del piloto le ha permitido un hueco en Caterham

15.03.13 - 19:08 -
Van der Garde, el ascenso del eterno candidato

El nombre de Giedo Van der Garde ha sido un fijo en el bombo de candidatos a subir a la Fórmula 1 en los últimos años. A este holandés se le empezaba a quedar pequeño el campeonato de la GP2, más por edad que por palmarés, y la oportunidad se la brindó el mercado de fichajes en bandeja. La llegada de Charles Pic desde Marussia obligaba a un cambio en la alineación de pilotos en Caterham. Desde el momento en el que se confirmó el fichaje del francés, tanto Petrov como Kovalainen empezaron a hacer las maletas. Ninguno de los dos iba a continuar, pero tampoco había en el mercado unos sustitutos de garantías suficientes como para hacerles sombra. ¿Cuál fue la solución? Un ascenso interno. Como el comercial que se convierte en jefe de ventas después de su buen hacer de cara a los jefes, Van der Garde ha visto premiadas sus horas en el simulador y sus kilómetros de test, con más o menos brillo, a los mandos de los monoplazas de licencia malasia.

Su palmarés, como el de tantos otros novatos, es más bien escaso. Campeón de la Fórmula Renault 3.5 en 2008, pasó cuatro años en la GP2 como un eterno aspirante al título, pero sin éxito. Un habitual en los podios, siempre se clasificó entre los diez primeros del campeonato, aunque sin alcanzar el título. Sin embargo, su relación con la Fórmula 1 se remonta a mucho antes. Salido de la cantera de jóvenes pilotos de McLaren, en 2006 entró en el extinto equipo Super Aguri para ser probador y piloto reserva para la temporada siguiente. Después de una cierta polémica, porque Spyker -predecesor del actual Force India- también contaba con él para 2007, su nombre se fue diluyendo hasta que, en 2011, volvió a asaltar la candidatura para correr en Virgin -actual Marussia-, pero sin éxito.

Su frustración duró poco. El tesón mostrado por Van der Garde, uno de los pilotos más joviales y afables del paddock de la GP2, le valió una entrevista con los responsables de Caterham a finales de 2011, por lo que, para 2012, le contrataron, además de como piloto de su filial en GP2, como reserva del equipo de Fórmula 1. El holandés participó en seis sesiones de entrenamientos libres de la temporada pasada, lo que, según él, le da argumentos para dar el salto a la Fórmula 1.

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