Después de una época gris con Michael Schumacher -quién lo diría- como líder, Mercedes afronta en este 2013 su temporada de definitiva eclosión. Cambios directivos, cambios en la cúpula de ingenieros y, sobre todo, un cambio en la alineación de pilotos, para que el ex-Brawn GP (y a su vez ex-Honda) acabe de definirse como el grande que siempre quiso ser.
Mercedes AMG F1 se presenta este año, por cuarta vez, con la intención de meterse entre los 'gallitos' de la Fórmula 1. El equipo que dirige -o dirigía- Ross Brawn quiere confirmar que, esta temporada sí, ha encontrado el equilibrio que les faltó la pasadas campañas, y en los test de esta pretemporada, todas las expectativas se han cumplido con creces. La labor realizada por Lewis Hamilton y Nico Rosberg en los test de pretemporada han ido de menos a más, y de ser uno de los monoplazas menos fiables en Jerez, acabó en Montmeló con el mejor tiempo y metiendo miedo a sus rivales. Todo dependerá de la competitividad de Red Bull, McLaren y Ferrari, ya que a priori parten en una posición favorable frente a Lotus por ser la gran alternativa.
Esta debe ser la temporada de confirmación del gran proyecto de Fórmula 1 del fabricante alemán. Después de heredar un equipo campeón, y conseguir tres terceros puestos en 2010 -Malasia, China y Gran Bretaña, todos ellos de Rosberg-, en 2011 igualaron su posición en la clasificación final, confirmándose como el cuarto equipo, aunque sin podios en su haber. La tumultuosa temporada 2012 permitió ver a Michael Schumacher en el podio, por última vez en su dilatada carrera, y sobre todo a Nico Rosberg estrenarse con una victoria, la conseguida en China.
La llegada de Lewis Hamilton, Niki Lauda o Toto Wolff son auténticas declaraciones de intenciones de cara a lo que quiere conseguir el fabricante de Stuttgart. Antes de la temporada 2014, en la que quieren abrir con éxito el nuevo ciclo por el cambio de reglamento, quieren demostrar que las 'flechas plateadas' no se han olvidado de lo que es ganar.
