Familia

Pasos que debes dar si crees que tienes un problema con el alcohol

Te ofrecemos un test de doce preguntas para que analices tu situación

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Aumento de nerviosismo por no poder consumir alcohol, necesidad de tomar una «copita» para empezar bien el día, querer ahogar las penas en el alcohol para sentir alivio de tensiones, dificultad para controlar la cantidad que se bebe y para limitar el consumo, cambios bruscos de humor, así como en el cuidado y aseo personal, beber a escondidas, pérdida de responsabilidades, aumento de irritabilidad e insomnio, generación de problemas en casa, en el trabajo, con amigos debido al consumo de alcohol... Estos son sólo algunos de los síntomas que encienden la señal de alarma de que existe un problema con el alcohol.

Normalmente, en los inicios, la persona o bien no quiere reconocerlo o no es muy consicente de que está consumiendo más de lo recomendable, pensando que es algo pasajero por alguna circustancia en especial.

Sin embargo, en muchas ocasiones esta «rutina» se alarga en el tiempo convirtiéndose en un verdadero riesgo para la salud.

Lo importante es reconocer uno mismo que tiene dependencia del alcohol para, entonces, querer solucionarlo. Según Rocío Paños, jefa del equipo de actuaciones con familias de la FAD (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción), la persona en cuestión debería llevar a cabo los siguientes pasos para poder recuperarse y aprender a vivir sin la necesidad de tener que consumir:

—Comprometerse con el deseo de hacer un cambio en su consumo de alcohol.

—Hablar con las personas del entorno más cercano para contar lo que está pasando y pedir ayuda.

—Informarse de los recursos existentes para tratar el problema. Se puede llamar al Servicio telefónico gratuito de Información y Orientación sobre Adicciones del que dispone la FAD: 900 16 15 15 (de lunes a viernes de 9:00 a 21:00h).

—Acudir a un centro especializado con profesionales y seguir sus indicaciones.

—Tener en cuenta que el proceso de recuperación puede tener recaídas. No interpretarlo como un fracaso, sino como oportunidades para aprender.

Objetivo: alcanzar la sobriedad

Un miembro de Alcohólicos Anónimos (A.A.), comunidad de hombres y mujeres que comparten su mutua experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo, asegura que el único requisito para ser miembro es el deseo de dejar la bebida.

Alcohólicos Anónimos ofrece un servicio gratuito, sin honorarios ni cuotas «y no está afiliada a ninguna secta, religión, partido político, organización o institución alguna. Nuestro objetivo primordial es mantenernos sobrios y ayudar a otros alcohólicos a alcanzar el estado de sobriedad».

En esta asociación no dicen a nadie si es alcohólico o no. «Lo que hacemos es entregar a las personas que llegan hasta nosotros un test de 12 preguntas que lo respondan en la intimidad, para sí mismos, y, con el resultado, tener una respuesta a sus interrogantes. Quienes lo deseen pueden acudir a las reuniones para compartir las experiencias de bebedores y escuchar cómo nos recuperamos con el Programa de Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos», explica el miembro de esta asociación.

Desde sus orígenes, esta asociación ha prometido el anonimato personal a todos los que asisten a las citas que organizan por toda España. Por su propia experiencia de ser alcohólicos en recuperación, los fundadores y los miembros pioneros comprendieron que la mayoría de los alcohólicos se sentían avergonzados de haber sido bebedores, y que muchos tenían miedo de que se descubriera su alcoholismo públicamente.

«Era, y es, tan grande el estigma social del alcoholismo, que los primeros miembros se dieron cuenta de que una firme garantía del anonimato sería imperativo para poder atraer a los demás alcohólicos y ayudarles a lograr su sobriedad. Aunque el estigma ha ido disminuyendo poco a poco, a la mayoría de los recién llegados, el admitir su alcoholismo todavía les resulta tan penoso que lo pueden hacer solamente en un ambiente protegido», asegura este miembro de la asociación.

Test ofrecido por Alcohólicos

Responda SI o NO a las siguientes preguntas:

—1. ¿Ha tratado alguna vez de dejar de beber durante una semana o más, sin haber podido cumplir el plazo?

La mayoría de los A.A. hicimos todo tipo de promesas a nosotros mismos y a nuestras familias. No pudimos cumplirlas. Luego llegamos a A.A., y A.A. nos dijo: Trate de no beber hoy. (Si no bebe hoy, hoy no se emborrachará.)

Sí No

—2. ¿Le fastidian los consejos de otras personas en cuanto a su forma de beber—le gustaría que dejasen de entrometerse en sus asuntos?

En A.A. no decimos a nadie lo que tiene que hacer. Hablamos simplemente de nuestras experiencias con la bebida, los líos en que nos metíamos, y cómo logramos dejar de beber. Nos agradaría ayudarle si así lo desea.

Sí No

—3. ¿Ha cambiado de una clase de bebida a otra con objeto de evitar emborracharse?

Intentamos multitud de trucos. Nos hacíamos bebidas suaves. Tomábamos solamente cerveza. No tomábamos cócteles. Bebíamos solamente los fines de semana. Todo lo que se pueda imaginar, ya lo hemos probado. Pero si tomábamos algo que contuviera alcohol, generalmente acabábamos por emborracharnos.

Sí No

—4. ¿Se ha tenido que tomar algún trago al levantarse por la mañana durante el año pasado?

Necesita un trago para ponerse en marcha, o para quitarse los temblores? Esta es una indicación bastante segura de que usted no es un bebedor "social".

Sí No

—5. ¿Tiene envidia de las personas que pueden beber sin meterse en líos?

Casi todos nosotros nos hemos preguntado alguna vez por qué no somos como la mayoría de la gente, que pueden realmente tomarlo o dejarlo.

Sí No

—6. ¿Ha tenido algún problema relacionado con la bebida durante el año pasado?

Sea sincero! Los médicos dicen que si se tiene un problema con el alcohol y se sigue bebiendo, el problema va a empeorar, nunca mejorar. Al final, morirá, o acabará en una institución para pasar confinado lo que le quede de vida. La única esperanza está en dejar de beber.

Sí No

7. ¿Ha causado su forma de beber dificultades en casa?

Antes de llegar a A.A., casi todos solíamos decir que lo que nos impulsaba a beber eran nuestros problemas familiares o las personas con quienes vivíamos. No se nos ocurrió nunca que la bebida lo hacía todo cada vez peor, que nunca solucionó problema alguno.

Sí No

—8. ¿Trata usted de conseguir tragos "extras" en las fiestas, por temor de no tener suficiente?

La mayoría de nosotros solíamos tomarnos "unos cuantos" tragos antes de ir a una fiesta, si creíamos que no nos iba a bastar la ración. Y si no nos servían con la suficiente rapidez, íbamos a otra parte para conseguir más.

Sí No

—9. ¿Persiste usted en decir que puede dejar de beber en el momento que quiera, a pesar de que sigue emborrachándose cuando no quiere?

Muchos de nosotros nos engañábamos diciendo que bebíamos porque queríamos beber. Después de unirnos a A.A., llegamos a saber que una vez que empezábamos a beber, no podíamos parar.

Sí No

—10. ¿Ha faltado a su trabajo o a la escuela a causa de la bebida?

Muchos de nosotros ahora reconocemos que a menudo nos ausentábamos "por estar enfermos" cuando en realidad estábamos con resaca o borrachos.

Sí No

11. ¿Ha tenido «lagunas mentales»?

Ha pasado horas o días bebiendo sin poder acordarse de lo que hizo o qué le pasó? Al llegar a A.A., descubrimos que esa era una indicación bastante segura del alcoholismo.

Sí No

12. ¿Ha pensado que llevaría una vida mejor si no bebiera?

Muchos de nosotros empezamos a beber porque la bebida hacía que la vida nos pareciera más agradable, al menos por algún tiempo. Luego nos sentimos atrapados. Estábamos bebiendo para vivir y viviendo para beber. Estábamos hartos de estar hartos y recurrimos a A.A.

Sí No

Conclusiones

¿Respondió SÍ a cuatro o más preguntas? De ser así, es probable que tenga un problema con el alcohol. ¿Por qué lo aseguran desde A.A.? Porque miles de miembros lo han dicho durante muchos años. La dura experiencia les ha enseñado la verdad respecto a sí mismos.

Si responde afirmativamente, en esta asociación pueden enseñarle cómo otras personas lograron dejar de beber. Pueden enseñarle cómo van aprendiendo a vivir sin beber «un día a la vez». «Si no nos tomamos el primer trago, no podremos tomarnos el décimo. Al liberarnos de la bebida, encontramos la vida mucho más fácil de manejar».

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