Déjate sorprender en Teruel

Pasear por Teruel, conocida como la ciudad del amor, y observar sus calles, monumentos, el mausoleo de los Amantes, sus Torres o la techumbre de la catedral –declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO– supone recibir una enriquecedora lección de arquitectura mudéjar.

Teruel se abre a sus visitantes, además, con una importante oferta cultural y de ocio para aquellos que disfruten descubriendo los grandes secretos de los dinosáurios. Y es que descubrimientos tan importantes como Aragosaurus, el primer dinosaurio español, encontrado en la localidad de Galve, o el extraordinario hallazgo en Riodeva de Turiasaurus riodevensis, el dinosaurio más grande de Europa y uno de los mayores del planeta, por citar algunos ejemplos, han conseguido que la provincia de Teruel se haya ganado a pulso un lugar privilegiado en el mapa mundial de la Paleontología.

Territorio Dinópolis es un parque temático, cultural, científico y de ocio, que dejará con la boca abierta a pequeños y mayores. Desde esta semana, el parque cuenta ya con su iluminación navideña y abrirá durante todos los fines de semana del mes de diciembre y desde el sábado 5 al martes 8 de diciembre con motivo del puente de la Constitución y de la Inmaculada.

En la localidad de Escucha, toda la familia podrá pasar dos horas inolvidables viviendo la experiencia de bajar 200 metros bajo tierra, como un auténtico minero, a la mina de carbón «Se Verá». Tras descender por el túnel, un guía descubrirá de forma muy entretenida y con especial atención a los niños, cómo se trabajaba a mediados del siglo XIX. Es una visita muy recomendable por las historias y anécdotas y, sobre todo, por el simulacro de una exploxión con dinamita en una de las galerías. Una oportunidad para disfrutar de los últimos tajos de carbón visitables en España.

Para las familias con ganas de continuar su viaje al pasado, la ciudad medieval de Albarracín, es de obligada visita. Pasear por sus calles supone olvidarse del ruido y el estrés. Su encanto reside en cualquier esquina o casa, en sus puertas y llamadores (picaportes de hierro imitando un pequeño y fantástico dragón), sus diminutas ventanas con visillos de encaje, sus balcones corridos en rica forja y de madera tallada, su gran muralla...

La naturaleza que rodea a esta ciudad también merece un buen paseo a pie para dejarse asombrar por sus cañones, profundos barrancos, cortados, peñas, escarpados roquedales, valles, praderas, extensos bosques... con abundantes pinos acebos, robles entre los que se pueden asomar ciervos, corzos, jabalíes y gatos montés.