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Perfil de la víctima de bullying: Niña, doce años, acosada a diario desde hace más de un año

Este es uno de los datos que se puede extraer del «I Estudio sobre el bullying según los afectados»

MADRID Actualizado: Guardar
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Niña, de entre once y doce años, acosada a diario desde hace más de un año. Este es el perfíl medio extraído del «I Estudio sobre el Bullying según los afectados» dado a conocer esta mañana por Fundación Mutua y Fundación Anar, tras el análisis realizado del testimonio de los chicos, recogido a diario y de manera sistemática por los psicólogos que atienden el teléfono de ANAR de ayuda a Niños y Adolescentes.

Las llamadas a este número han aumentado considerablemente desde el pasado mes de enero de 2016, fecha en que se publicó la carta de despedida de Diego, el niño que se suicidó en Leganés, hasta llegar a triplicarse. «Esto no significa que las informaciones periodísticas generen más situaciones de acoso, sino una mayor reacción social ante el problema», remarca Benjamín Ballesteros, piscólogo y director de Programas de la Fundación Anar.

Hasta cierta edad, y tal y como recoge el informe, la proporción de niños y niñas que dicen sentirse acosados por sus compañeros en nuestro país es casi idéntica (49% en el caso de ellos y un 51% en el caso de ellas). Pero a partir de los 12 las chicas lo sufren en mayor medida. «Es un dato curioso, y que vemos que cambia considerablemente hacia la eclosión de la pubertad», indica Benjamín Benjamín Ballesteros, psicólogo y director de Programas de la Fundación Anar.

Del estudio también se extrae que la edad más habitual de padecer el acoso son los 12 y 13 años, reduciéndose el número de casos después de esa edad. Un 44% de los casos de acoso entre iguales se prolonga más allá de un año y un 70% de los chicos confiesa que lo sufre o lo padece diariamente.

Sentirse diferentes

Entre los motivos que lo desencadenan, los menores citan la marginación por ser diferentes, discapacidades, defectos físicos, ser poco abiertos o habilidosos en las relaciones sociales y no seguir las mismas tendencias o gustos de la mayoría. Por otro lado, hay un 34% de menores que reconoce no habérselo contado a sus padres y, entre los motivos para no hacerlo, citan el de no preocuparles y el miedo a una reacción exagerada ante el colegio o a la reacción de los acosadores.

En general, los progenitores del niño acosado suelen sobrerreaccionar, quieren denunciar y no aceptan medidas a medio plazo de los centros escolares, por lo que suelen optar por cambiar a los niños de colegio. Este cambio, sin dar margen a la solución del problema, puede hacer que, no obstante, la situación se repita en el nuevo centro, según las conclusiones extraídas.

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