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¿Qué deporte olímpico es el adecuado para tu hijo?

Cada cuatro años se vuelve a centrar la atención en la importancia del deporte en los niños

MADRID Actualizado: Guardar
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«La mayoría de los padres, desean que sus hijos se inicien en el deporte y se aficionen a él» explica Manuel Villanueva, traumatólogo y director médico del Instituto Avanfi, cuatro veces premiado por la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos ( AAOS). Estos son sus consejos:

¿Importa la edad?

Para este experto no se puede hablar de una edad concreta de inicio en el mundo deportivo, siempre dependerá de las capacidades de cada niño y de las habilidades que pueda desarrollar cada deporte. A edades muy tempranas como los 3 años se buscan rutinas deportivas completas, como la natación, con la que se puede desarrollar la coordinación y el aprendizaje. Aunque Villanueva añade que «antes de los nueve años los niños deben jugar, el deporte siempre tiene que estar disfrazado».

En edades entre los 6 y los 9 años se busca iniciar a los pequeños en deportes que requieran una mayor preparación, aunque siempre siguiendo la línea inicial de partir desde el juego. Es aquí cuando se suele optar por deportes como la gimnasia, las artes marciales o actividades en equipo como fútbol o baloncesto, entre muchas otras ofertas de las que disponen los centros educativos. A este nivel ya se puede crear una rutina más seria de entrenamiento en el niño.

Los 9 años será cuando el menor esté completamente preparado para realizar una actividad física con mayor conocimiento de lo que está haciendo, «aunque no conviene apuntar a los hijos antes de los 9 años a deportes muy técnicos ni asimétricos, como el caso del tenis, donde solo se desarrolla una parte del cuerpo».

Una vez superados los 13 años, los cambios que se empiezan a producir tanto a nivel muscular, como motor y de coordinación en los futuros adolescentes pueden provocar variaciones en su resistencia y capacidades psicomotrices, por lo que estarán más preparados para realizar otro tipo de actividades deportivas que requieran mayores esfuerzos, como es el caso de deportes como la escalada, el remo o la esgrima.

Deporte en familia

También es importante saber qué mensaje se busca transmitir al menor por parte de la familia, «hijos de padres sedentarios, sedentarios son» argumenta «aunque la frase de moda de "no hay límites" un niño no la entiende». Por lo tanto, los padres deben ser un ejemplo y practicar deporte con ellos. Existen múltiples ejercicios que pueden unir más los lazos entre padres e hijos a la vez que fortalecen en salud a ambos. La bicicleta es un deporte muy practicado en familia, además de otros como salir a correr o realizar ejercicios en zonas de exterior como parques.

A la hora de destacar en un deporte, de buscar la competitividad, no será realmente importante si el menor se ha iniciado en dicha actividad en sus primeros años o más entrada la adolescencia. Si un niño tiene un talento natural para algún tipo de actividad acabará destacando en ella y en poco tiempo estará al nivel de aquellos que llevan más años de práctica. Sin embargo «si el niño no tiene talento nunca va a llegar a esa pretendida excelencia» aclara Manuel Villanueva, por lo que desde la parte paterna será primordial no forzar al niño hasta tratar de conseguir que su hijo sea un deportista de élite.

Educación física

En lo que atañe a las escuelas, el deporte no es una de las prioridades. «En el colegio se da demasiada importancia a terminar materias, en cambio el deporte forma parte de la vida de muchas personas y nos ayuda a ser mejor en nuestra futura profesión» explica Villanueva. Según este experto las horas durante las que se realiza ejercicio físico durante la etapa escolar son «claramente insuficientes», el deporte queda resumido en dos o tres horas a la semana dependiendo del centro, las cuáles deberían ampliarse a casi 1 o 2 horas al día. Siempre buscando ejercicios que ayuden a sociabilizar a los niños y adolescentes y que mantengan su interés por la actividad.

En cuestiones de salud infantil, la realización de ejercicio físico «contribuye al desarrollo de capacidades tanto psicológicos como intelectuales y físicas» añade Villanueva. Además, enseña valores como la integración, el compañerismo y el respeto, sin dejar de lado que es la manera clave de evitar la obesidad desde edades tempranas.

Deporte tras las clases

Si se trata de escoger la actividad extraescolar que el niño debe realizar en horario lectivo lo principal, según el experto, sería una que le permita sociabilizar. Luego se debe tener en cuenta un posible ejemplo en la familia hacia ese deporte, aunque finalmente debe ser el propio niño quien decida el tipo de ejercicio que desea realizar, así no será algo impuesto. Seguramente el menor se moverá por preferencias como deportes en los que se encuentren sus amigos o con los que tenga alguna relación como un gimnasio cerca de casa.

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