¿Quieres corregir con éxito a tu hijo? Usa la «técnica del sándwich»

Este método se usa para realizar críticas constructivas a los pequeños sin herir su autoestima. Te explicamos cómo ponerlo en práctica

Este sistema permite que el niño se quede con buen sabor de boca Fotolia

Se hacen los remolones para recoger los juguetes o, sencillamente, no se esfuerzan lo suficiente en sus tareas del cole o en sus quehaceres cotidianos. En el día a día los padres se encuentran con infinidad de situaciones a corregir o mejorar por parte de sus retoños. Para algunos de estos casos bien podría recurrirse a una original técnica que se usa tanto en el ámbito clínico como en recursos humanos o en formación de liderazgo. Se trata de la 'técnica del sándwich', una herramienta efectiva en niños que se aleja de los castigos y los gritos para centrarse en el poder de los elogios para lograr que acepten críticas y lograr así lo que queremos que modifiquen, según recoge El Correo . Te explicamos cómo puedes ponerla en práctica.

« Se trata de una técnica que se usa en diferentes ámbitos, no solo con los niños. Su éxito radica en el buen sabor de boca que dejas en el pequeño que le ayuda a aceptar la crítica que le haces», explica Elisa López, psicóloga infantil malagueña, (Ver su web 10enConducta). «Es una buena fórmula para realizarles críticas constructivas sin dañar su autoestima», matiza la experta quien desaconseja sin embargo usar este método para problemas serios de conducta de los menores. «No soy partidaria de usarla cuando un niño pegue o muestre agresividad. En esos casos hay que ser tajante, marcar los límites y dejar claro que esas reacciones no están bien». La técnica del sándwich se puede usar, por lo tanto, para reprobar con tiento acciones puntuales que deseemos mejorar.

Cómo ponerla en práctica: Los tres pasos de la técnica del sándwich .

La técnica del sándwich se divide en tres pasos concretos. Elige bien el momento y las frases para que, al usarla, sea efectiva. Estos son los sencillos pasos a seguir:

1. Comienza con un elogio sincero . En primer lugar debes realzar alguna cualidad del niño haciendo un comentario positivo o mencionando algo que hace de manera adecuada para que se relaje, para que sea más receptivo. A ser posible ese comentario tendría que ver o estar mínimamente relacionado con el asunto que quieres abordar con el pequeño. La idea es empezar con buen pie la charla para no herir sus sentimientos.

Podría valer un «Ya sabes que te quiero mucho», o un «te esfuerzas mucho en tal cosa y eso me encanta...», o «tienes unas cualidades maravillosas...», etc.

2. Introduce la crítica o la petición del cambio que deseaspor parte del niño . En el segundo paso llega el 'pero'. Es el momento de exponer la crítica con cautela señalando lo que quieres que el pequeño corrija (y que es en realidad el objetivo real de la conversación).

3. Mensaje positivo . para terminar acaba el diálogo con palabras de ánimo y confianza para que tu hijo no se sienta decepcionado por lo que acabas de decirle. «La idea es que el niño no se quede con la negativa anterior, que se quede con buen sabor de boca. Que no sienta vergüenza, pena o tristeza por lo que acabas de explicarle», matiza la especialista malagueña.

Usando este sistema harás que el niño se sienta importante y además le incentivas a tomar decisiones además de ayudarle a hacerse responsable de sus actos.

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