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Así controlan los niños sus enfados: con respiraciones profundas

El cortometraje «Sólo respira» muestra como un grupo de escolares están aprendiendo a manejar sus emociones

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«Cuando siento que me voy a enojar mucho y voy a gritar... ¿sabes?... a veces simplemente... respiro profundo». No es la reflexión de un adulto, sino la de un niño que explica en un maravilloso cortometraje cómo controla sus enfados. «Solo respira», como se titula este video realizado por la pareja americana Julie Bayer Salzman y Josh Salzman, refleja las sensaciones de un grupo de niños y niñas que están aprendiendo a manejar sus emociones.

Los chicos y chicas expresan lo que sienten en diferentes turnos de voz: «Cuando me enojo, a mi cerebro le puede dar un dolor de cabeza»; «tu sangre sigue bombeando porque estás realmente enojado. Y empiezas a sudar porque te empiezas a enojar mucho. Y cuando te enojas mucho, te pones rojo»...

«Y pierdes el control» y «la rabia toma tu cuerpo»... Así que lo más conveniente es «respirar profundo», dice una pequeña. Siguiendo unas pautas como recomienda otra niña: «Por ejemplo, primero busca un lugar donde puedas estar sola. Y encuentras alguna manera de relajarte y calmarte». «Tomo respiraciones profundas y a veces cierro los ojos...». Entonces el «corazón late más lento y luego cambia tu cerebro...». «Así me siento lista para hablarle a la otra persona», reconoce una niña.

El cortometraje ha surgido de la propia experiencia que han vivido Julie y Josh. Como explica ella en Youtube «hace poco más de un año escuché a mi hijo de cinco años hablando con sus amigos acerca de cómo las emociones afectan diferentes áreas del cerebro, y cómo calmarse tomando algunas respiraciones profundas». Lo estaba aprendiendo en su escuela. «Estaba sorprendida —reconoce la madre— y dichosa de ser testigo de lo significativo que estaba siendo el aprendizaje socio-emocional de estas mentes tan jóvenes en una escuela de Primaria».

Así que Julie y Josh se animaron a realizar este cortometraje con su hijo, sus compañeros de clase y con sus familiares un sábado por la tarde. «El vídeo no tiene guión —afirma Julie—. Está basado en lo que los niños dicen y en su comprensión neuro-científica de las emociones difíciles, y cómo pueden afrontarlas a través de la respiración y la meditación. Ellos, a su vez, nos enseñan a todos nosotros...».

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