¿Qué debo hacer si me muerde un insecto desconocido?

Junto con los franceses, los españoles somos los europeos que más viajamos. Aunque la mayoría prefiere un destino de interior, 91 de cada 100 según el Instituto Nacional de Estadística, cada vez más decidimos viajar al extranjero y no solo a otros países de la Unión Europea. De media, visitamos seis países en nuestra vida y montamos unas 13 veces en avión, según un estudio de 2015 de la plataforma de viajes Last Minute. Y antes de subir a uno y embarcarse hacia un nuevo destino exótico, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación (MAEC) ofrece una serie de recomendaciones por países a los más de 15 millones de españoles que viajan al extranjero cada año: documentación y visados, divisas, direcciones y teléfonos de interés, seguridad y sanidad.

Tras un largo viaje de 14 horas y una escala, que puede ser en ciudades como Amsterdam, Roma, Estambul o Adis Abeba, el viajero llega por ejemplo a Nairobi, capital de Kenia, como uno de esos lugares exóticos en los que puede disfrutar de un safari por la sabana de Masai Mara para intentar ver a los cinco grandes: león, leopardo, búfalo, elefante y el rinoceronte. O bien hacer turismo de costa en las blancas y apacibles playas de Mombasa bañadas por las turquesas aguas del Océano Índico.

Malaria y otras enfermedades

Allí, uno de los peligros a los que se enfrenta es la malaria. Según el MAEC, aunque únicamente es endémica en las orillas del lago Victoria (durante todo el año), también puede ser zona de contagio la costa durante la temporada de lluvias largas, entre marzo y junio. Además de las vacunas recomendadas antes de emprender el viaje, como la Fiebre amarilla, hepatitis A y B, fiebre tifoidea, polio, tétanos-difteria y enfermedad meningocócica, el ministerio de Exteriores aconseja tomar medidas profilácticas contra el paludismo (malaria), descrita por la Organización Mundial de la Salud como una enfermedad potencialmente mortal causada por un parásito denominado Plasmodium que se transmite a través de la picadura de mosquitos infectados.

Para reducir la exposición a los mosquitos y otras picaduras de insectos se recomienda el uso de camisas de manga larga, pantalones largos y sombreros. Los repelentes aplicados a la ropa, zapatos, tiendas de campaña, mosquiteros y otros equipos mejorarán la protección. También los repelentes que contienen los componentes de DEET (N, N-dietilmeta-toluamida) suelen ser efectivos contra mosquitos, garrapatas y otros artrópodos cuando se aplican a la piel o la ropa.

La piel del viajero está igualmente expuesta a otras enfermedades cutáneas en la playa. Las larvas de ciertos parásitos intestinales propios de perros y gatos penetran en la piel y el contagio se produce al entrar en contacto con el suelo contaminado, por ello, los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades de Estados Unidos aconsejan usar zapatos y toallas al sentarse en el suelo.

En otros casos, si ya le han picado y el aguijón se ha quedado en su piel, debe quitarlo tan pronto como sea posible para prevenir una mayor propagación del veneno, según recomienda el Servicio Nacional británico de Salud. No se debe pellizcar la picadura con los dedos ni con pinzas porque puede propagar el veneno. Para el dolor o la incomodidad, tome los analgésicos sin receta como paracetamol o ibuprofeno. Para la picazón, pregúntele a su farmacéutico sobre los tratamientos, incluyendo cremas como la de crotamitón o hidrocortisona. Y para la inflamación, se puede emplear una compresa fría o hielo en el área afectada, o pregunte a su farmacéutico sobre tratamientos como tabletas de antihistamínicos.

Lo importante en cualquier viaje a un destino exótico es la prevención y ante cualquier duda tras la picadura de un insecto no dude en acudir al médico. En el caso de Kenia, el ministerio de Exteriores aconseja contratar un seguro médico internacional de viaje «que cubra el traslado por avión-ambulancia desde cualquier punto del país hasta Nairobi, que cuenta con hospitales y médicos muy buenos».