Vicente Vela, el alma de Loewe

La firma de lujo rinde tributo a su legendario director creativo en una exposición que puede visitarse hasta el mes de abril en la madrileña tienda de Serrano 26

MADRID Actualizado: Guardar
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Una exposición conmemora el primer año de la muerte del que fue director creativo de la casa Loewe durante 40 años. La Fundación Loewe presenta una exposición dedicada al pintor Vicente Vela, donde se descubre el trabajo del diseñador que creó el complicado pero curioso logotipo de la firma.

Las cuatro «eles» del sello de Loewe, el emblemático signo llamado «el cangrejo», salió de la cabeza de Vela. Pero también lo hicieron muchos detalles del diseño de las colecciones, ya que Vela colaboraba con el equipo de diseño a la hora de idear bolsos, pañuelos, corbatas, accesorios e incluso bisutería. El diseño de los frascos de los perfumes, también fue obra de Vela. Andaluz de Algeciras, compaginó durante décadas su trabajo en Loewe con exposiciones alrededor del mundo.

La muestra actual, que se puede visitar en la tienda de la madrileña calle de Serrano número 26, conmemora un año de la muerte de Vela. Presenta retazos de sus facetas más representativas y piezas de las colecciones en las que trabajó. Vela llegó a Loewe en 1958 de la mano del arquitecto Javier Carvajal, artífice de la arquitectura y diseño interior de la tienda de Loewe en Serrano. Bohemio, vanguardista y amigo del grupo El Paso, Vela colaboró además en otros temas culturales ajenos a Loewe, trabando amistad con Buero Vallejo y Antonio Gala, para los que realizó escenografías.

Impronta española

En 1970 diseñó la doble simetría de la «ele» inglesa que protagonizaba el logotipo del Loewe hasta entonces, éste ha sido el legado más importante de Vela para la casa madrileña. Pero su colaboración fue mucho más allá, ya que profundizó en la investigación de la gama cromática de la marca y los materiales más habituales desde entonces, entre otros, el cuero y la seda. De sus talleres, situados junto al resto de la empresa sobre la tienda de Serrano, salieron piezas muy españolas. Los objetos decorativos, pañuelos y corbatas, accesorios de diario, iban tocados por la cultura española, con motivos del Museo del Prado, de cerámica andaluza o del mundo ecuestre.

Es de justicia que en Loewe reconozcan que la marca no sería igual sin la impronta de Vela, al que definen en ocasiones como el alma y la conciencia estética de Loewe. Tanto su labor como la del insigne y moderno Carvajal, dotaron de estilo propio a una casa tradicional. Como el mismo Enrique Loewe declaraba hace un par de años: «la relación de Carvajal con mi padre fue un choque de trenes, aunque él trajo la frescura y el cambio de mentalidad». Y añadía: «Fue una patada en el trasero, pero de modernidad». Los diseños de Vela fueron a buen seguro otra dosis de modernidad para una empresa que durante décadas representó la esencia del estilo español más depurado.

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