SOS10

El sujetador invisible «made in Spain» ideado por una ama de casa para combatir su complejo

Luisa Mula no esperaba tener tanta repercusión cuando comenzó a pensar en las «arruguitas de Carmen Sevilla» y de cómo podría aplicar esa idea a su propio pecho para no renunciar a ponerse lo que quisiera. Así nació SOS10 y en ABC probamos su efectividad

Vídeo: Así es el sujetador adhesivo SOS10, el sujetador invisible inventado en España SOS10
Helena de la Casa Huertas

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Una necesidad, una solución: ese es el lema de Luisa Mula , una ama de casa que vio en repetidas ocasiones la película de «Robots» junto a sus hijos. Por eso, tras su último embarazo decidió que debía dejar atrás el complejo que tenía con su pecho para empezar a quererse más a sí misma. Su remedio: un sujetador adhesivo transparente que separa y eleva el pecho .

«La idea surgió en 2012 por necesidad. Pensé en operarme, pero tenía mucho respeto a los quirófanos y no quería renunciar a sentirme bien en momentos determinados», confiesa Mula natural de Jódar, Jaén. Por esta razón, comenzó a experimentar para solventar su problema: «Me acuerdo de Carmen Sevilla con las arruguitas que arreglaba con esparadrapo y lo pruebo en el pecho, y funciona». Así nació «SOS10», nombre que significa sostén a la vez que sus siglas recogen el mensaje de Mula: «Llamada de Socorro de Grado 10 para el Pecho» . Estas simples tiras adhesivas acabaron con años de rechazo hacia ciertas prendas y la jienense no quería ser la única mujer que se sintiese así, de modo que no lo dejó en una mera anécdota. «No hay que desistir a ponerse lo que una quiere cuando quiera», señala.

A pesar de que algunos achacan a que este producto fue conocido por Kim Kardashian cuando desveló su truco para lucir un escote sin sujetador, utilizaba también un esparadrapo, ella asegura que «no hay nada igual en el mercado» . «SOS10 se diferencia en que, no sólo eleva, que de esto hay mucho, sino que también separa y se trata de un adhesivo de grado médico», explica. Pero sin duda, este revolucionario invento le ha cambiado la vida. Acompañado con un sujetador, o sin él, este producto «invisible» está comprendido entre las tallas 80 a la 95 y la empresaria quiere ampliar esta solución también para aquellas mujeres que tengan más medidas. En esta ocasión, se llamará «SOS10Plus» , y ya está creado a la espera de que empiece a comercializarse.

Coqueta y risueña, Mula nunca se había imaginado que ese sueño que había nacido en su propia casa tuviera tanta repercusión. La andaluza había renunciado al morir su padre con tan solo 18 años, a su deseo de estudiar, Gemología en Madrid y Diseño de Joyería en Córdoba, al hacerse cargo de sus siete hermanos. Lo volvió a hacer por amor, cuando trabajaba en una cadena de radio para vivir en Granada junto al que sería su marido. Y una vez más, lo dejó todo al tener a sus hijos: «Yo quería ser madre» , señala orgullosa. Sin arrepentirse de sus decisiones en el pasado, pero con un futuro prometedor todavía por delante, decidió que este peculiar sujetador no moriría en el olvido.

Luisa Mula SOS10

«Yo no pensaba en ser empresaria pero creía que era una gran idea por ser sencilla, quise vender la patente y nadie estaba interesado. Y al resultar tan buen producto no quería relegarlo a un cajón tras haber luchado tanto por él», de esta forma, la jinense se embarcó en la aventura de su vida . Registró el sujetador e hizo todos los papeleos necesarios para conseguir hacerse visible en un mundo en el que las franquicias copan el mercado. Entre los ratos libres que tenía tras hacer los deberes con sus pequeños, cocinar y limpiar , Mula se dedicaba a SOS10. Después, y como si fuera un ritual, salía a su terraza para que las estrellas le dijesen cuándo lo registraría o saldría el primer envase.

Luchó por este proyecto sola, contando únicamente con el apoyo de su marido, pero desde el primer momento supo cuál era el canal de distribución que quería conseguir: el farmacéutico . Para ella, a pesar de que también pensó en tiendas de moda y lencerías, ese era el esencial, en donde no podía faltar el sujetador: «No es lo mismo comprarse un adhesivo en estos establecimientos, por e l prestigio y seguridad que te da », explica. Y así fue. Tras probar sobre ella misma distintos tipos de adhesivos y encontrar el que más le gustaba, obtuvo el sello 3M. «Este certificado lo que quiere decir que tiene un grado médico y un curso quirúrgico», explica Mula.

El siguiente paso era que el sujetador fuera conocido, una tarea nada fácil. La jienense llamó a una cadena de radio para que la entrevistasen y después de aparecer en un artículo en Ideal , todo se precipitó. El 4 de abril de este año, nunca lo olvidará : «Vi ocho pedidos y me puse muy contenta, eso era lo que vendía en dos meses, seguidamente apague el teléfono y al encenderlo, empiezo a ver, que tengo 20 solicitudes, luego 30, ..., ese día llegamos hasta 140. Fue muy chulo».

Ahora la rutina diaria en su casa ha cambiado, pasa muchas más horas dedicándose a su revolucionaria idea, aunque eso sí, los deberes junto a sus hijos es un tiempo sagrado para ella. Ilusionada por las repercusión que ha tenido y con ganas de seguir avanzando, Mula ya ha pronunciado a Dios, desde la terraza en la que se gestó su proyecto, esas palabras que a veces ella misma dudaba que llegaría a decir: «Gracias» .

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