Desigual, al ritmo de la calle

La firma española muestra, en la jornada inaugural, sus coloridas y eclécticas propuestas

NUEVA YORK Actualizado: Guardar
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La moda tiene tanto tirón, que ni siquiera la tormenta de nieve de ayer sobre la ciudad de Nueva York vació los desfiles. La gran manzana desierta, las tiendas cerradas, las oficinas vacías y los colegios sin funcionar. Pero los desfiles, llenos a rebosar. Y es que la moda tiene el tremendo atractivo de la novedad, la inmediatez y la inventiva. Es esa diosa que juega a corretear entre la industria y el arte, esa suprema expresión de nuestra cultura más básica, que se traduce casi en el 8% del PIB europeo.

Desigual, una exitosa empresa de moda española, ha desfila contra viento y nieve, con una colección muy variada: en el fondo, muy desigual. Tan Desigual como el ser humano.

Se mezclaron prendas de tejidos en cuadros escoceses con otras en tejido vaquero, chaquetas perfecto con prendas de inspiración en el mundo del rugby. Se trataba de lineas pensadas para hacer posible que en la calle convivan todos los estilos, para impulsar el deseo de individualismo imperante. Desigual ha presentado «largos muy largos y cortos muy cortos», pantalones anchos y pantalones pitillo, camisetas ceñidas de algodón y tops transparentes con mangas amplias.

Inspirándose en los estilismos y dibujos del antiguo movimiento feminista de San Francisco, Wimmin’s Comix, los creadores del equipo de Desigual insistieron en los coloridos, los dibujos geométricos, el tricot, las prendas femeninas con raíces en los años 30 y los abrigos de aire campestre. Revisando el estilo Underground de la California de los años 60 y 70, que casi nunca se materializó en España presidió algunos de los atuendos.

Acabados envejecidos

No se dejo atrás un cierto aire unisex que bien podría ser para ellas o ellos, con un gusto variado por lo punk, las prendas con rotos y los acabados envejecidos de las prendas de segunda mano de los mercadillos callejeros holandeses. Aunque esta colección presentada ahora, estará a la venta en 6 meses, como de costumbre, las prendas se podrían perfectamente adaptar a varias estaciones. Desigual hizo un pequeño homenaje a algunas prendas de baile antiguas, utilizadas desde los 60 a los 80 en los EE.UU., como los zapatos planos de cordones, las chaquetas deportivas o los pantalones de cintura alta y de largo «pescador», que dejaban ver los tobillos.

La colección de accesorios estuvo dominada por una amplia y atractiva selección de botines negros con apliques de flores, telas campestres e incluso clavos, perfectas para el día de nieve que reinaba en Nueva York. Los bolsos, con mezcla de tejidos y formas inspiradas en clásicos de los años 60, fueron una importante apuesta en esta ocasión.

El desfile tuvo lugar bajo la atenta mirada de la modelo Elisa Sednaoui Dellal, ahora convertida en la esposa del que tantos años fue el novio oficioso de Carlota Casiraghi, Alex Dellal. La divertida Miranda Makaroff, D.J y diseñadora, hija de la creadora Lydia Delgado, también estuvo en un desfile, así como la actriz Berta Vázquez.

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