Washington hace caja con la investidura de Donald Trump

La victoria de Donald Trump en las elecciones del 8 de noviembre pilló por sorpresa a todo el mundo. También a los responsables de los hoteles de Washington. Cada cuatro años, la jura del cargo del presidente en la escalinata del Capitolio reúne a decenas de miles de personas. La ciudad siempre se llena para la ocasión, pero la demanda se dispara en ocasiones históricas, como la investidura en 2008 de Barack Obama. El triunfo de Trump tardó en desatar la locura de reservas telefónicas que normalmente se produce a las pocas horas de que se conocen los resultados. Quizá porque el margen de la victoria de Trump fue pequeño y por las amenazas -apaciguadas hace poco- de un recuento.

O quizá porque el país se quedó petrificado ante noticia inesperada de colocar al multimillonario neoyorquino en la Casa Blanca.

Tras la sorpresa inicial, la demanda para asistir a la investidura, que se celebrará el 20 de enero, y ver a Trump convertirse en presidente de forma oficial se ha avivado. Según los datos obtenidos por «The Washington Post», apenas queda ya hueco en los mejores hoteles de la ciudad. Y cuando hay una habitación libre, solo está al alcance de los más adinerados.

Los precios en los establecimientos de alto rango de Washington oscilan entre los 4.000 y los 40.000 dólares (normalmente se exige una estancia mínima de cuatro noches). Son hoteles como el Hay-Adams, Jefferson, Four Season, Willard InterContinental o St. Regís, donde ya no queda ni una sola habitación. Todavía queda alguna reserva disponible en el Ritz-Carlton de Georgetown, el codiciado barrio universitario, con un precio mínimo de 5.596 dólares por cuatro noches. Lo que nadie ha adquirido por el momento es un paquete de 175.000 dólares que incluye una suite, seis billetes de avión en primera, un cóctel para 50 personas, un talón de 20.000 dólares para utilizar en las tiendas de la ciudad y un mayordomo disponible a tiempo completo.

Entre quienes harán caja con la investidura presidencial está el propio presidente. Trump inauguró antes de las elecciones su esperado Trump International Hotel Washington, que ocupa un edificio exquisito de finales del siglo XIX donde estaba la central de correos de la ciudad. El hotel ha sido el más demandado para ese día y no tardó en llenarse tras conocerse la victoria del candidato republicano.

La novedad este año es que no solo acudirá mucha gente a celebrar la jura de cargo de Trump. Muchos más irán a protestar por ello. El fin de semana de la investidura hay previstas varias protestas multitudinarias en Washington. La mayor de ellas, la Marcha del Millón de Mujeres. Muchos de los manifestantes no tendrán la profundidad de bolsillo para quedarse en alguno de los magníficos hoteles de Washington. Muchos se alojarán en casas de familiares o amigos y otros tirarán de plataformas de alquiler de particulares como AirBnb, que también hará su agosto. Según AirBnb, se esperan 10.000 reservas en la ciudad ese fin de semana, siete veces más que en 2013, en la segunda investidura de Obama. Y los precios se han disparado: la estancia media para ese fin de semana es de 817 dólares la noche, frente a los 157 dólares por noche para el mismo periodo de la semana anterior.