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CR7 visita su restaurante favorito de Lisboa con Georgina

El jugador estrella del Real Madrid pidió pescado a la parrilla

Corresponsal Lisboa Actualizado: Guardar
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Cristiano Ronaldo no ha podido resistir más tiempo sin llevar a Georgina Rodríguez a Lisboa, una de las ciudades más significativas en la vida del jugador portugués. De modo que era cuestión de tiempo lo que aconteció este pasado lunes, en su tiempo de ocio dos días después del triunfo del Real Madrid en Bilbao.

La pareja fue vista comiendo en uno de los restaurantes con más prestigio de la ciudad, Solar dos Presuntos, ubicado al final de la calle por excelencia para reponer fuerzas, Rua Portas de Santo Antao, muy cerca de la neurálgica Avenida da Liberdade. Es decir, muy cerca del enclave donde el espectacular delantero posee un ático de lujo, pues lo adquirió hace dos años al precio de dos millones de euros.

«Él pidió lo de siempre: pescado a la parrilla, y agua para beber. Ella eligió lo mismo», ha revelado uno de los responsables del local, asiduamente frecuentado por los famosos que se dejan ver en la capital portuguesa. De hecho, allí cenó David Beckham hace unos meses, durante la última visita que realizó a la cuna del fado.

La popularidad de este restaurante se halla muy ligada al mundo del fútbol, pues su propietario, Evaristo Cardoso, de 75 años, ejerció en su día como cocinero para la selección nacional portuguesa. Además, abrió sus puertas pocas semanas después del estallido de la Revolución de los Claveles el 25 de abril de 1974, otra muestra más de su solera. Con todo, no es uno de los más caros ya que el menú suele oscilar entre los 35 y los 60 euros, si no se incluye una botella de vino. Entre sus especialidades, figuran el arroz negro con chocos, vieiras, champiñones, gambas y mejillones, además de sus apreciados pasteles de bacalao y su centollo relleno. A la hora de los postres, el merengue de chocolate parece llevarse la palma.

La visita de CR7 a Lisboa se produjo un día después de que se relajara con su novia paseando en los alrededores de la playa de Guincho, paraíso surfero situado por encima de Cascais, 40 kilómetros al norte de Lisboa. Allí les acompañó su gran amigo Miguel Paixao, junto con la mujer con la que va a tener un hijo. Le une a él una estrecha relación, desde los tiempos en que compartían habitación en la modesta pensión Dom José, en la Avenida Duque de Loulé. Ahí se cimentó su complicidad, en una época en la que viajaban en metro porque solo tenían 16 años y carecían de recursos.

Y todo cuando parece inminente la llegada a la urbanización La Finca de los dos gemelos que darán la réplica de ‘Cristianinho’, fruto igualmente de una madre de alquiler estadounidense.

Por otra parte, solo resta una semana para que se celebre la ceremonia oficial por la que el aeropuerto de la ciudad originaria del Balón de Oro, Funchal, pasará a denominarse aeropuerto Cristiano Ronaldo. Allí, a la capital de Madeira, llevó a la joven aragonesa hace unos meses, en la antesala de la celebración de su 32 cumpleaños en Oporto.

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