Las transparencias que siempre recordaremos de la gala de los MTV Video Music Awards

Beyoncé se coronó como la reina de la ceremonia y Kim Kardashian se unió al «free the nipple»

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Antes de hacerse con cinco estatuillas y de coronarse como reina de la gala de los MTV Video Music Awards (VMA 2016) con el premio al mejor vídeo del año, Beyoncé ya sabía que esto ocurriría. Por eso se plantó en el Madison Square Garden de Nueva York con un diseño de Francesco Scognamiglio, un diseñador italiano poco conocido. Porque si algo hemos aprendido de las anteriores ediciones de estos premios es que son una mezcla de mainstream y eclecticismo donde creadores anónimos triunfan, Chanel no es bienvenido, y Moschino, Versace o Cavalli tienen la alfombra roja para ellos.

La excentricidad de Beyoncé no fueron las transparencias ni las plumas en el escote y el cuello, tampoco ese aspecto de «dama de hielo», sino enfundar a su hija Blue Ivy en el que será el vestido para su puesta de largo, para la que todavía faltan once años.

Un vestido color nude repleto de tul con el que lució una tiara de brillantes. «Fotos no», repetía la pequeña cuando a penas habían caminado unos pasos sobre la alfombra roja. Demasiados fotógrafos alrededor de la reina de la noche y esta it girl de cinco años y 120 centímetros de estatura.

Y hablando de excentricismo, el rapero con más ego del planeta tuvo sus cinco minutos de gloria durante la gala antes de presentar «Famous», su último vídeo. Lo que parecía ser otro numerito por parte de Kanye West se desinfló después de que dijera: « Antes de presentar mi último vídeo, voy a hablar». El resultado fue un discurso donde el marido de Kardashian se comparó con Steve Jobs, Walt Disney y alabó a Beyoncé. Precisamente porque Kanye es el mejor, acudió con unos vaqueros blancos y una camiseta del mismo color, que combinó con unas botas militares estelares.

Si su marido iba de andar por casa, Kim decidió ponerse a su altura emulando que acababa de salir de la ducha: con una melena efecto mojado y un vestido de algodón de John Galliano con transparencias que llevó sin sujetador, uniéndose así a la famosa tendencia del free the nipple (libera el pezón). Y es que las transparencias también ocuparon parte de la alfombra roja. Mientras Hailey Baldwin eligió un mono de encaje que dejaba entrever su conjunto de ropa interior; la imponente Nicki Minaj recurría a un explosivo vestido azul klein que solo tapaba sus partes íntimas. Otra de las protagonistas de la noche fue Rihanna, que recibió el premio honorífico «Michael Jackson Video Awards». La de Barbados abrió y cerró la ceremonia, donde cantó «Diamonds» y «Please Don’t Stop the Music».

Las que no sucumbieron a esta tendencia, pero sí a los escotes, fueron Britney Spears -con una apertura que le llegaba hasta el ombligo- y Heidi Klum, que prefirió descubrir su espalda. Si Miley Cyrus hubiese acudido a la gala seguro que también hubiera sido pasto de titulares. Al igual que Taylor Swift. Si el año pasado brillaba con luz propia y se fundía en un abrazo con West, este año esa amistad ya no existe y la cantante tenía demasiados enemigos en la lista de invitados confirmados a la gala. Una ceremonia donde las mujeres fueron las grandes protagonistas, tanto por sus premios como por sus estilismos.

Ver los comentarios