El tenso encuentro de Alba Carrillo en el Pirineo catalán con los amigos de Feliciano López

Después de varias semanas muy intensas, Alba Carrillo se embarcó entusiasmada el pasado jueves en una nueva aventura. Cambió la contaminación y el desenfreno de Madrid por la paz de las montañas del Pirineo catalán. Entre los parajes rocosos y nevados de Lérida, la modelo, junto a tres periodistas, hizo uso de sus dotes como conductora para probar el nuevo Peugeot 3008 y participó en una yincana.

Pero esa ilusión inicial por desconectar de la batalla legal que mantiene con Feliciano López (exige al tenista los gananciales obtenidos durante los seis primeros meses de su matrimonio, antes de firmar la separación de bienes, según informó Beatriz Cortázar en este periódico), no duró mucho. A lo largo del día y medio de competición, concedió varias entrevistas a los medios allí congregados que le hicieron recordar el mal momento por el que está pasando.

La madrileña todavía no ha superado la ruptura. «Estoy en mi periodo de duelo. Me encuentro un poquito cansada de todo en general y agotada mentalmente, aunque estoy llegando al fin de esta mala etapa». Incluso asegura que le perdonaría, dejando atrás la demanda, si le «pidiese perdón públicamente», pero es algo que ve muy poco probable.

Pese a que ella dice que los errores los ha cometido López por sus infidelidades, Carrillo también ha hecho ciertas cosas mal: «Soy muy pasional y lo hago siempre todo desde el amor, pero a veces lo hago sin pensar y reflexionar. Tendría que haber respirado hondo en algunos momentos».

Quizá el precio más alto que está teniendo que pagar sea «la presión mediática tan fuerte» a la que está siendo sometida. Asegura que «no lo hubiera pasado tan mal si los medios no estuvieran tan encima», algo que cree que es en parte culpa suya: «Sales a la calle, estás mal y al final eres un ser humano y te pillan en momentos malos. Contestas y das pie a generar que vuelvan y que continúe la rueda». Eso mismo le sucedió en una de las paradas de la competición de automovilismo, antes de llegar a la estación abandonada de Llesui (Lérida). Entró en directo en «Sálvame», donde se expuso a las preguntas de los colaboradores del programa, y no soportó la presión. Esa tarde, Carrillo se vino abajo y acabó enfadada con el reportero que le hizo la entrevista.

Aun así intentó quitar hierro al asunto en la rueda de prensa de por la noche e hizo un balance positivo. «Somos más fuertes de los que pensamos, tenemos la resistencia más alta de lo que a priori nos creemos. Estoy conforme porque he seguido para adelante», afirma.

Pero el plano amoroso es otro cantar. «He salido muy dañada en el amor. Pensé que Feliciano era el definitivo y me ha hecho mucho daño. Quizá el que más. Me ha dejado muy tocada. Por eso, ahora mismo no me planteo estar con alguien. Siempre me he precipitado mucho con mis parejas por falta de madurez y ahora mismo no tengo ganas. Aunque si aparece el hombre de mi vida, no le voy a decir que no».

Alejada de los tenistas

Al viaje, además de Vicky Martín Berrocal, Carlos Sainz y María León, también acudieron los tenistas David Ferrer y Tommy Robredo, compañeros y amigos de Feliciano López. El primero estuvo el día en el que se dio el «sí, quiero» con Carrillo, en el Monasterio de San Juan de los Reyes (Toledo). Por aquel entonces, nadie podía presagiar cómo se sucederían las cosas. Más de un año después de ese feliz acontecimiento, la modelo se volvió a ver las caras con ellos. Aunque no hubo ningún enfrentamiento y se saludaron cordialmente, lo cierto es que estuvieron en todo momento alejados y apenas cruzaron alguna palabra. La amistad que les unía parece ser historia y han decidido ser leales a su compañero de profesión.