El Palacio de Buckingham
El Palacio de Buckingham - AFP

Reforma multimillonaria de Buckingham, que durará diez años

Costará 430 millones y la Reina seguirá viviendo en el palacio durante las obras

Corresponsal en Londres Actualizado: Guardar
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El Palacio de Buckingham, residencia de los reyes británicos desde 1837, será sometido a su primera gran reforma en sesenta años. Las obras costarán 430 millones de euros, comenzarán el próximo abril y se prolongarán durante una década. Isabel II, de 90 años, y su marido Felipe de Edimburgo, de 95, seguirán viviendo en el palacio en el transcurso de los trabajos. Dadas sus edades, el Príncipe Carlos y su esposa Camilla serán en principio los que disfruten de la obra ya acabada.

Al igual que sucede con el Big Ben, el reloj más famoso del mundo, y el edificio neogótico del Parlamento, Buckingham, uno de los símbolos británicos, está obsoleto por dentro y necesita reparaciones urgentes.

La reforma que se va a acometer cambiará tuberías, calderas, cableado y calefactores. La Casa Real ha advertido que si no se repara el palacio existe riesgo de fuego e inundaciones. No es ningún secreto que Buckingham tiene zonas con goteras y cubos en el suelo. En 2009, la princesa Ana estuvo a punto de resultar golpeada por un desprendimiento de mampostería.

La rehabilitación será costeada con una ampliación del Fondo Soberano que sufraga el mantenimiento de la actividad de la monarquía. Deberá ser aprobado por el Parlamento, pero se da por hecho.

La Reina podría acometer reparaciones también en sus otras dos residencias, el castillo de Windsord y el palacio de Holyrood, donde se instala en sus visitas a Escocia. Un tercio del año lo pasa en Buckingham, donde recibe anualmente a unas 50.000 personas, entre audiencias, banquetes de Estado, recepciones y fiestas en los jardines palaciegos. Bajo su techo han estado desde Mozart hasta Dickens, pasando por casi todos los presidentes de EE. UU., Gandhi, que se tomó un té en sandalias con Jorge V, Mandela o los Beatles.

Se cuenta que una vez Roger Moore, el actor que encarnó a un agente 007 un poco guasón, preguntó a la Reina en una audiencia en palacio por qué portaba su bolso dentro de su residencia. “Bueno, esta es una casa muy grande, ¿sabe?”, respondió la soberana, de conocido humor irónico.

Pero es cierto que Buckingham es inmenso: 775 habitaciones, 19 de Estado, 52 dormitorios para la realeza y sus invitados, 188 para el personal, 92 oficinas y 78 baños. Alberga además museos con las colecciones reales y recibe centenares de turistas cada día en sus áreas visitables, donde para desconsuelo general se proscribe terminantemente el uso de teléfonos móviles. Millón y medio de visitantes acuden cada año a los museos de los palacios reales.

En el Palacio de Buckingham trabaja un equipo de 426 personas al servicio de la Reina. Fue construido en 1703 para el duque del mismo nombre y el rey Jorge III lo compró en 1761.

Hace unos meses, la constructora Sir Robert McAlpine inspeccionó el palacio y concluyó que sería recomendable que la Reina se mudase mientras durase la reforma. La solución sería que Isabel II viviese mientras tanto en Windsor, al Oeste del Gran Londres, en el condado de Berkshire. Pero la Reina lo ha descartado y finalmente convivirá con los andamios.

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