La redención de Bradley Cooper tras superar el alcoholismo

El actor, que acaba de tener un bebé con Irina Shayk, se blinda ante el interés de los medios

LOS ÁNGELES Actualizado: Guardar
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Irina Shayk confirmó su embarazo cuando ya era un secreto a voces y tras su visita a Madrid, a mediados del pasado mes de noviembre, para un acto promocional de una firma de lencería -no consiguió ocultar su abultado vientre bajo el vaporoso vestido-. Quince días más tarde, desfilaba en la pasarela de Victoria’s Secret, en París, con braguitas, sostén y ligueros, y cubriendo estratégicamente su abdomen, aunque evidenciando que iba a cumplir el mayor de sus deseos, tal y como desveló en exclusiva a ABC en junio de 2016: «Ser madre».

Ni la top rusa ni su actual pareja, el actor norteamericano Bradley Cooper, han abierto la boca para corroborar o desmentir que estaban juntos y que iban a ser padres.

La pasada Semana Santa, y a través de la revista «People», el mundo se enteró que habían tenido una niña a la que han registrado con el nombre de Lea de Seine Shayk Cooper.

Han sido varias las ocasiones en las que Bradley Cooper mencionó su intención de convertirse en padre; incluso, un amigo de la pareja ha revelado que ambos quieren tener más hijos. Por separado, tanto Irina como Bradley han reconocido que la familia es muy importante para ellos, pues ambos están muy unidos a sus respectivas madres. En su día Cooper reconoció la tristeza que le produce el hecho de que su progenitor ya no esté entre los vivos para ver a sus nietos nacer y crecer.

La misteriosa pareja ha blindado su noviazgo ante los medios. Prueba de ello ha sido que no se supo del embarazo de la modelo hasta bien avanzada su gestación. Él, de 42 años, y ella, de 31, iniciaron su relación en mayo de 2015 tras ser fotografiados besándose en un evento. Pese a todo, decidieron no exhibir su amor en público. La última vez que fueron captados juntos por los paparazzis fue durante un paseo por una playa de Santa Mónica, en California, el día de San Valentín.

En plena promoción de la película «Guardianes de la Galaxia 2», Cooper ni acepta ni responde a preguntas sobre su paternidad o su vida privada. Ahora dedica todo su tiempo al rodaje de la película «Ha nacido una estrellas», junto a su buena amiga Lady Gaga, una producción donde ejerce como protagonista y productor. El pasado fin de semana, Lady Gaga actuó en Coachella y Cooper se dejo ver por el Festival, donde estuvo, al parecer, grabando escenas de el filme. Tan cercana es su relación, que hasta un «inocente» viaje de la cantante a lomos de la moto del él en su día desato especulaciones de todo tipo.

Mientras tanto, Irina sigue adaptándose a su nueva vida en su casa de Santa Mónica y junto a su madre, Olga Shaykhlislamova, se le ha visto comprando verdura y fruta en el Farmers Market de esta bella localidad costera.

Con una belleza clásica -ojos azules, alto y atlético-, Bradley Cooper se ha consolidado como un verdadero galán de Hollywood. Al fin y al cabo, lleva un década de éxitos, con tres candidaturas a ganar el Oscar. Atrás quedaron las zonas oscuras. «Yo arrasé con mi vida cuando bebía y no tenia éxito. Ahora vivo en el presente, me rodeo de gente a la que amo y que me ama. No me dejo llevar por mis impulsos, tengo amigos que han estado conmigo durante años. Ellos me conocen lo suficiente como para decirme lo que tengo que escuchar en cada momento. Pero creo que lo mas importante es vivir en el presente», confesó el actor a ABC durante la presentación de su último filme.

El día después

Bradley reconoce que la decisión de dejar de beber fue la que cambió por completo su existencia. «Supongo que esperas que te diga que el éxito llegó con ‘‘Resacón en Las Vegas’’, pero realmente empezó antes. El día en que dejé el alcohol, cambió mi vida. Todos nos enfrentamos a decisiones importantes cada día. Cuando comencé como actor tuve que convencer a mis padres porque no conocían esta industria y no la entendían. Para mí no fue una elección, puesto que en mi corazón siempre sentí que pertenecía a este mundo».

Feliz junto a Irina y a su bebé, Bradley admite que ha dejado atrás el camino de la frivolidad. «Con la edad, la seducción me parece una vía de escape que prefiero evitar. Para seducir hay que mantener una imagen ficticia, y yo no estoy por la labor. Prefiero mostrarme tal y como soy».

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