El Rey recibe homenaje como regatista de Barcelona 92

Salvo sorpresas, con Don Felipe terminará una tradición que empezó con Alfonso XIII

Don Felipe con la tripulación del velero vecino ÁNGEL DE ANTONIO

ALMUDENA MARTÍNEZ-FORNÉS

La pasión de la Familia Real por la vela empezó con Alfonso XIII, continuó con Don Juan de Borbón, siguió con Don Juan Carlos , y salvo sorpresas todavía posibles, terminará con Don Felipe . Hasta la fecha ningún miembro de la nueva generación parece dispuesto a heredar el testigo de la náutica, aunque seis de los ocho nietos de Don Juan Carlos han realizado cursos de vela desde que eran muy pequeños. Aún hay tiempo para que alguno dé el paso, pero ya no será como Don Felipe , que pasó sus veranos de niño aprendiendo todos los secretos del viento y debutó en la Copa del Rey cuando tenía 16 años.

Desde entonces, sólo en una ocasión dejó de participar en esta competición náutica: cuando él y Doña Letizia esperaban el nacimiento de su hija Leonor.

Gran esfuerzo personal

La pasión por la vela y sus aptitudes como deportista le llevaron a seguir los pasos de sus padres, Don Juan Carlos y Doña Sofía , y de su hermana Doña Cristina, que compitieron en Múnich 72, Roma 60 y Seul 88, respectivamente. Don Felipe en aquel momento estudiada Derecho y Económicas en la Universidad Autónoma de Madrid, y tuvo que hacer un gran esfuerzo personal para prepararse a fondo físicamente y poder representar a España en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, en los que además desfiló como abanderado.

Veinticinco años después de aquel acontecimiento, Don Felipe recibirá hoy un homenaje junto al resto de regatistas olímpicos que compitieron en aquellos Juegos y que ganaron cinco de las 22 medallas que obtuvo España. En el acto, que se celebrará esta mañana en el Real Club Náutico de Palma, justo antes de que empiecen las pruebas de la cuarta jornada de la Copa del Rey Mapfre, intervendrá el presidente del Comité Olímpico Español , Alejandro Blanco. En el homenaje, el Rey se reencontrará con nueve compañeros del equipo olímpico con los que compartió una «experiencia humana, vital, excepcional» que además le inculcó los valores del olimpismo.

El Rey tiene estos días muy presentes sus recuerdos de Barcelona 92. Quizá esa sea una de las razones por las que este verano está dedicando más tiempo a las regatas que en los años anteriores. Otra razón es que este verano no ha tenido que regresar a Madrid por la situación política. Pero, además, su barco -en realidad, es de la Armada Española-, el Aifos, está obteniendo unos resultados muy satisfactorios, ya que en las primeras tres jornadas de pruebas se mantiene en el primer puesto de su categoría, a pesar de ser el velero más antiguo (21 años) de cuantos compiten.

Quien no está teniendo tanta suerte es Pierre Casiraghi , el hijo de la Princesa Carolina y sobrino del Príncipe Alberto de Mónaco, cuya embarcación, Malizia, que es uno de los llamativos catamaranes voladores, va en el quinto lugar de su categoría. Pero, a pesar de los resultados, a Pierre se le ve muy contento en esta regata, donde cuenta con el apoyo presencial de su esposa, Beatrice Borromeo, que se ha desplazada a la isla para acompañarle.

En familia

Don Felipe también quiere compartir estos días de vacaciones con su familia. Por ello, el pasado martes, cuando todo apuntaba a que la regata se iba a suspender, o al menos retrasar, porque no había viento suficiente, aprovechó para llevar de excursión a su madre, Doña Sofía; la Reina, sus dos hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía ; su hermana, la Infanta Doña Elena, sus dos hijos, Juan y Victoria, y sus cuatro sobrinos Urdangarín, Juan, Pablo, Miguel e Irene. Todos ellos, abandonaron la isla a bordo de la Somni y tomaron rumbo a Cabrera, huyendo de las altas temperaturas que han convertido Mallorca en un horno asfixiante.

Recepción en La Almudaina

Hoy se espera que Don Felipe vuelva a regatear después del homenaje olímpico y que el calor dé una tregua, al menos para mañana, viernes, que los Reyes retoman la actividad institucional. Esa tarde-noche está previsto que los Don Felipe y Doña Letizia ofrezcan la tradicional recepción a las autoridades y a los distintos sectores de la sociedad balear. La recepción se ofrecerá en el Palacio Real de la Almudaina y, hasta ahora, el número de asistentes ha ido superando al del año anterior, a pesar del boicot que defienden los políticos de Podemos.

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