Luis Miguel, durante un concierto en 2015
Luis Miguel, durante un concierto en 2015 - EFE

Las razones por las que el juez ha ordenado detener a Luis Miguel

El cantante mexicano parece decidido a enfrentar sus problemas financieros en los tribunales y no en el despacho de sus abogados

LOS ÁNGELES Actualizado: Guardar
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Como los bandidos del Oeste que veían su rostro en las fotos de los carteles con el letrero «se busca», el cantante Luis Miguel es protagonista de los titulares de las noticias y no precisamente por su voz. A Luis Mi le busca la policía por no pagar sus deudas.

El cantante mexicano parece decidido a enfrentar sus problemas financieros en los tribunales y no en el despacho de sus abogados. Tras varias citaciones judiciales, a las que no se presentó, el artista añade su nombre a la lista de criminales buscados por la policía, ya que una juez de la ciudad de Los Ángeles acaba de acusar una orden de arresto en su contra. Con la orden de localizar y arrestar de inmediato a Luis Miguel, la policía de la ciudad acudió a la casa del cantante en Beverly Hills.

Pero Luis Mi no está en LA, ni en Miami, en realidad, nadie sabe dónde se encuentra el artista en estos momentos, aunque muchos sospechan que pudiera encontrarse en la casa que tiene en Acapulco.

El cantante se encuentra inmerso en un proceso de demanda por su enfrentamiento contra su exmanager, William Brockhaus, quien exige el pago de un millón de dólares por una deuda de trabajo. El pasado verano, la juez estableció que Luis Miguel debía pagar su deuda a Brockhaus, sin embargo, este se ha negado a hacerlo. Los abogados del «El Sol de México», aseguran que necesita una extensión por su falta de liquidez, pero el juez ha denegado su petición.

Brockhaus y Luis Miguel se conocieron en 1997 en el hotel Camino Real de El Paso, Texas, después de un concierto del cantante. Su amistad se intensificó hasta convertirles en inseparables. Luis Miguel lo llevaba a todos los conciertos, giras, presentaciones y eventos a los que asistía, y juntos celebraron durante años sus cumpleaños, tal y como se explica en la demanda. En el 2012, Brockhaus dejó su trabajo de 22 años para dedicarse enteramente a la carrera de su amigo.

Su acuerdo establecía un diez por cierto de las ganancias del cantante por cada actuación, algo que nunca recibió. Encargado de las negociaciones, contratos, promociones y anuncios en nombre de Luis Miguel, Brockhaus estaba encargado de manejar todos los detalles de la carrera del Sol. En su demanda, Brockhaus exigía un millón seiscientos mil dólares de compensación económica por incumplimiento de contrato en los conciertos que Luis Miguel dio en Dallas, El Paso y San Antonio. Una demanda que ha ganado el exmanager.

Por otra parte, Luis Miguel se enfrenta a una batalla legal en México contra el cantante Alejandro Fernández, después de romper el contrato que tenían para una gira conjunta que ambos habían anunciado. «A pesar de los intensos esfuerzos financieros de Alejandro y su equipo, la gira ha tenido que ser cancelada», explicó en un comunicado la compañía Star, encargada de la representación de Fernández.

Luis Miguel, a quien los camareros de Beverly Hills consideran el peor cliente por sus malas propinas, al parecer estaría el primero de esta peculiar lista, debe poner en orden sus problemas financieros sino quiere terminar con sus huesos en la cárcel y, lo es peor, deportado a México, como tantos otros de sus compatriotas.

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