El príncipe Laurent acusa al gobierno belga de infrigir los derechos humanos

El gobierno belga decidió reducir la dotación anual del príncipe Laurent , hermano del Rey, como multa por haber acudido el pasado 19 de julio a la embajada china con motivo del 90 aniversario de Ejército del Pueblo Chino en la embajada.

Anteriormente, el hermano del rey habría sido advertido de que no podía acudir a reuniones no aprobadas con dignatarios extranjeros. No es la primera vez que desobedece las órdenes del gobierno, en octubre de 2016 se reunió con el primero ministro de Sri Lanka, un país situado en Asia del Sur, Ranil Wickramasinghe , cuando este visitó Bruselas. En 2011 visitó la República Democrática del Congo, reuniéndose en esta ocasión con el presidente Joseph Kabila . Además hizo varias visitas a Libia cuando el difunto Muammar Gaddafi todavía estaba en el poder.

El primer ministro belga, Charles Michel advirtió al príncipe que tenía que solicitar el permiso al Ministerio de Asuntos Exteriores antes de realizar cualquier actividad diplomática. A pesar de estos avisos, el hermano del rey decidió realizar caso omiso e incluso twiteó una foto de sí mismo en la celebración china.

Ante la multa, el abogado del príncipe, Laurent Arnauts , argumentó que su visita a la embajada no causó «ningún daño diplomático de ningún tipo». Además alega que Laurent necesita el dinero puesto que no tiene acceso a la seguridad social, a una pensión, ni tiene el derecho de realizar ningún trabajo remunerado. Asegura que esto va «e n contra de los derechos humanos más fundamentales en una sociedad desarrollada». El príncipe Laurent recibe en este momento 308.000 euros al año, y la multa que se aplicará en 2018 ascenderá a 46.000 euros. Su abogado califica la medida de «desproporcional» y no descarta tomar medidas legales contra la decisión del Gobierno.

El hermano del monarca afirmó que asistió a la celebración en respuesta a una «invitación personal» , si bien diarios como «La Libre Belgique» aseguraron que no solicitó la autorización del primer ministro para participar en un evento en el cual estaban presentes autoridades extranjeras, tal y como está obligado a hacer.