Alvaro Muñoz Escassi con su hija Anna Barrachina
Alvaro Muñoz Escassi con su hija Anna Barrachina - GJB

Muñoz Escassi huye del escándalo y se instala en Abu Dabi

El jinete ha aceptado un empleo para cuidar los caballos de un jeque. Quiere salir de España

MADRID Actualizado: Guardar
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Desde hace unos meses el jinete Álvaro Muñoz Escassi vive en una permanente polémica. El «descubrimiento» de que tenía una hija secreta de 20 años llamada Anna ha acarreado varias consecuencias: la más destacada, el divorcio entre los padres de la joven, Mercedes Barrachina y el progenitor oficial, el empresario alemán Ralf Fuge. El interés mediático que despertó la aparición de una hija biológica ha sido mayor de lo esperado y ha situado al apuesto jinete en una suerte de culebrón dominado por la sospecha de que se ha lucrado con las exclusivas en las que ha aparecido con su hija.

En un primer momento Álvaro pensó que podía controlar toda la información en torno a una noticia que le hacía muy feliz.

Desvelaba un «secreto» que, durante dos décadas, mantuvo oculto a casi todo el mundo. Sin embargo, la aparición en los medios de Mercedes Barrachina, madre de Anna, y las críticas que ha vertido sobre lo que considera una «extraña relación» entre padre e hija no le han beneficiado en absoluto.

A ese escándalo se han sumado otras circunstancias. Hace unos días fue denunciado por un fotógrafo tras un incidente de madrugada y en un bar de Sevilla. Según el denunciante, Muñoz Escassi le agredió con un cabezazo y un puñetazo, como figura en el escrito que presentó ante una comisaría local. En su defensa, Muñoz Escassi explicó que el fotógrafo se disponía a hacer uso de su cámara y él se lanzó a por aquel pensando que estaba sacando fotos suyas y de su acompañante. Un suceso que no desea explicar, ya que, como dice a ABC, « no quiero que mi vida se centre en estar todo el día defendiéndome de las cosas que dicen de mí».

Por otro lado, sus amigos cercanos hablan sobre la «complicada relación sentimental» que pudo vivir en Madrid con una persona ajena al mundo del espectáculo o la vida social, y que ha durado un suspiro, para evitar así otras complicaciones. Tal vez debido a todos estos hechos, aunque sobre todo porque las cosas no le están saliendo bien desde el punto de vista económico, Álvaro Muñoz Escassi ha aceptado un empleo en Abu Dabi. Quiere desaparecer del territorio español durante una larga temporada. «Todos sacan tajada de insultarme y acusarme. Yo no gano dinero, y encima parece que vivo de esto», se lamenta. «Me voy a vivir fuera de España. Hasta me da igual lo que digan de mí. Soy una persona feliz y nadie va a cambiar eso», dice.

Muñoz Escassi ha visto en esta oferta de trabajo todo un filón. Desde niño lleva metido en el mundo de los caballos y, aunque en estos años había probado fortuna como empresario, al final la vida le ha vuelto a colocar sobre una silla de montar y dentro del mundo que mejor controla. Su cometido en Abu Dabi será cuidar los caballos de un importante jeque y mantenerlos a punto para todas las competiciones. Desde allí seguirá en contacto con su hijo Álvaro, fruto de su relación con Lara Dibildos, que sin duda es la persona que más le une a Madrid. El pequeño adora a su padre y ahora, también, a su nueva hermana, Anna Barrachina.

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