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Vídeo: Miguel Bosé y amigos, rotos tras despedir a Bimb - Europa Press

La muerte que ha desolado a los Bosé: «No imaginaba que Bimba se iría tan pronto»

La modelo, enferma de cáncer, no parecía estar en un proceso terminal. Su fallecimiento, el pasado lunes, sorprendió a familia y amigos

Madrid Actualizado: Guardar
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La noticia de la muerte de Bimba Bosé, la mañana del pasado lunes, en el Ramón y Cajal de Madrid, ha sido tan brutal como repentina. Por más que la modelo de 41 años hubiera hablado sin tapujos sobre su delicado estado de salud -le detectaron un cáncer de mama en 2014 y el pasado año reconoció que tenía metástasis en el hígado, el cerebro y los huesos-, nadie se esperaba el fatal desenlace. Su entorno no acaba de creérselo. «Nadie de la familia imaginaba que Bimba iba a irse tan pronto. No se encontraba en un proceso terminal ni los médicos habían dado un plazo tan breve», explica a ABC un amigo íntimo. «Por eso su fallecimiento ha sorprendido a todos en un lugar diferente», añade.

Lucía (59 años) y Paola Dominguín (56), madre y tía de Bimba, estaban en Valencia; Lucía Bosé, su abuela, estaba en su casa segoviana de Brieva y allí ha permanecido toda la semana «por su avanzada edad» (hoy cumple 86 años); y a Miguel Bosé (60) la muerte de su sobrina le pilló en Ecuador. Ahora, cada miembro del clan trata de digerir la desaparición de Bimba.

Madre de dos niñas, Dora (12 años) y June (5), fruto de siete años de matrimonio con Diego Postigo (se divorciaron en 2013), la muerte le sobrevino a la modelo en el hospital madrileño, lugar donde se estaba tratando desde que antes del pasado verano decidiera cambiar de médicos. Instalada en Sotogrande (Cádiz) con sus niñas y su pareja, el modelo inglés Charlie Centa (24), Bimba padeció una grave crisis el pasado noviembre; una vez más, se trasladó al Ramón y Cajal en compañía de Charlie, la persona que le ha acompañado sin descanso durante su agotadora lucha. «Esa crisis fue seria, pero Bimba la superó. En aquel momento ingresó muy débil, aunque allí recuperó las fuerzas. Era una mujer fuerte y luchadora, y en cuanto se encontró mejor regresó con sus hijas a Sotogrande, donde hacía una vida plenamente familiar. En los últimos tiempos su única ocupación era estar con sus niñas y su novio, ser una amita de casa muy centrada en la alimentación sana y disfrutar de que cada mañana salía el sol. Lo llevaba con tal naturalidad, que todos nos acostumbramos a su enfermedad. Nos convencimos de que que viviría mucho más tiempo», cuenta el amigo de la modelo, aún noqueado. Él, como otros íntimos, se ha marchado unos días de Madrid para asumir el dolor.

El último ingreso hospitalario de la modelo no levantó una especial alarma entre los suyos, dado que sus traslados entre Sotogrande y Madrid eran constantes. Nada indicaba que sería un viaje sin retorno. Por eso su madre, Lucía Dominguín, estaba en la costa mediterránea, donde se estableció hace tiempo con su hermana Paola y sus otros tres hijos: Olfo, hermano de Bimba y fruto de su matrimonio con el italiano Alessandro Salvatore, fallecido en 2008; y Lucía y Jara Tristancho, de su segundo matrimonio, con Carlos Tristancho, y que acabó en 2011, dejando a Lucía en una dramática situación económica con la quiebra de su negocio de hostelería. Aquello llevó a Lucía a instalarse en el Museo de los Ángeles que su madre montó en la localidad segoviana de Turégano, hasta su traslado a Valencia.

De Italia a Estados Unidos

Lucía Dominguín conoció al padre de Bimba y Olfo un verano en Italia. Se enamoró perdidamente de Alessandro y se casaron. Tras formar una familia, se instalaron en Mac Allen (Texas, EE.UU.). Allí protagonizaron un amargo divorcio: Salvatore se quedó con la custodia de los pequeños y Lucía estuvo casi dos años sin verlos. Durante su lucha por recuperar a sus hijos recibió la ayuda de su padre, Luis Miguel Dominguín, quien contrató a un prestigioso bufete de abogados para que sus nietos volvieran a España con su madre. Pese a todo, Bimba siempre mantuvo una buena relación con su progenitor. Muestra de ello es la imagen que publicó en su red social, junto a él y con un mensaje donde decía que le echaba de menos. Sobre la relación de Lucía Dominguín con Bimba se ha especulado mucho. Pero solo hace falta ver las imágenes del velatorio, en el tanatorio de Tres Cantos, para constatar su inmenso dolor. A Lucía, la más tierna de los Bosé, ahora le toca vivir el mayor de los dolores.

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