El mensaje de Carla Bruni a Sarkozy: «Estoy orgullosa de ti, amor mío»

La cantante se erige en la única y apasionada defensora del expresidente francés, procesado por corrupción pasiva y financiación ilegal

Juan Pedro Quiñonero

Perseguido por la Justicia, acorralado por la prensa, abandonado por sus «amigos» políticos, Nicolas Sarkozy (63 años) ayer recibió el más firme y bello de los apoyos, el de su esposa, Carla Bruni (50): «Estoy orgullosa de ti, amor mío». Un elocuente mensaje lanzado al mundo a través de su cuenta de Instagram y en un momento especialmente delicado para la pareja.

La noche del jueves, tras ser interrogado esta semana durante dos días por la posible financiación libia de la campaña electoral que le llevó al Elíseo en 2007 e inculpado judicialmente por los presuntos delitos de corrupción pasiva, financiación ilegal de campaña electoral y apropiación indebida de fondos públicos, el expresidente comenzó a responder en el campo de batalla de la escena audiovisual, a paso de carga y en el más alto estilo de un húsar solitario: «Soy víctima de la campaña de difamación orquestada por una banda de criminales. Vivo el infierno de un rosario de calumnias, sin prueba ni fundamento. Si alguien me hubiese dicho, algún día, ‘‘Sarko, serás víctima de Gadafi’’, le hubiera respondido: ‘‘Tío, ¿te chutas con maría o con qué?” ».

Esa intervención de Sarkozy, la noche del jueves y ante las cámaras de TF1, el primer canal privado de televisión, fue vista por millones de franceses. Cada cual juzgará en su alma y conciencia, pero la reacción más bella, directa, íntima y finalmente política ha sido la de su actual esposa, tercera en la nómina del ex presidente de la República , con su mensaje en francés, italiano e inglés: «Estoy orgullosa de ti, amor mío. Por tu claridad, por tu honradez, por tu fortaleza de ánimo, por continuar de pie, como un hombre, contra todo y contra todos, entre todo el fango».

Peripecias de todo tipo

Antes de conocerse, Carla Bruni y Sarkozy ya tenían por separado una vida sentimental muy rica en peripecias de toda índole. Hijos, matrimonios, aventuras... El casamiento de la pareja en 2008, al poco tiempo de conocerse y apenas un año después de que Cecilia Ciganer (60), segunda mujer de Sarko, le abandonara poco después de su llegada al Elíseo, consumó para ambos una suerte de cambio muy llamativo. El 19 de octubre de 2011, vino al mundo su hasta ahora única hija en común: Giulia .

Años atrás, Carla Bruni había llegado a declararse partidaria de la poliandria o «estado de la mujer casada simultáneamente con dos o más hombres», según la última edición del diccionario de la Real Academia. A su lado, Sarkozy dio síntomas muy visibles de «rejuvenecimiento» y «serenidad».

Instalado en el pedestal político de la presidencia, Sarkozy jamás perdió la oportunidad de aparecer en público con su esposa, que comenzó a asumir con mucho talento y garbo el papel de primera dama, con una sencillez y naturalidad desarmantes, incluso en la corte real británica. Abandonado el Elíseo, tras la derrota electoral de su esposo en las presidenciales de 2012 frente al socialista François Hollande (63), Carla Bruni retomó su carrera como cantante y modelo.

Desde hacía meses, Sarkozy vivía en la confortable situación de un ex presidente que daba conferencias en foros internacionales, cobradas en centenares de miles de euros. Carla, por su parte, siguió su carrera triunfante , con llamativas campañas publicitarias y como solicitada cantautora. Hasta que ha estallado el mega escándalo de la inculpación de Sarkozy por delitos de palmaria gravedad. Pudo dudarse, durante unas horas, durante unos días, cómo podría afectar el escándalo a la vida íntima de la pareja, así como la actividad profesional de la esposa. Sin embargo, con un brío y garbo de la más alta escuela de la gran ópera italiana, Carla Bruni ha respondido haciendo pública una desafiante y apasionada declaración de amor .

Sarkozy cumplió 63 años el pasado 28 de enero. Su esposa lo celebró publicando en Instagram una fotografía de David Atlan , en blanco y negro, acompañada de esta declaración, en francés, italiano e inglés: «Feliz aniversario, amor de mi vida». Semanas más tarde, la pareja brindaba por sus primeros diez años de matrimonio y Carla comentaba el acontecimiento de este modo: «Me olvidé de invitar a nadie. Lo celebramos en la intimidad, encantados» . Dos meses más tarde, ha estallado el escándalo de la presunta financiación parcial de la campaña presidencial, en 2007, con dinero libio y, en solitario y con gran vigor, Sarkozy se está defendiendo. Su esposa podía callar o reaccionar con pudor, pero no ha sido así. Lejos de amedrentarse o esconderse, Carla Bruni ha decidido irrumpir en escena judicial con su nueva y olímpica declaración de amor.

Interpretaciones

Los jueces que instruyen el caso «leerán» e «interpretarán» las palabras de Bruni como lo consideren oportuno. La prensa podrá glosar la cosa de mil y una maneras. La opinión pública… quizá sea sensible al tono íntimo y apasionado de la defensa de la esposa, decidida a «exponerse» en público con un garbo de gran dama. Tras el encendido mensaje de Carla Bruni, ¿cómo influirá la exposición pública del más apasionado amor conyugal en la buena marcha de la Justicia? Vaya usted a saber.

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