La primogénita del clan Berlusconi ya es considerada como la «mujer más poderosa de Italia»
La primogénita del clan Berlusconi ya es considerada como la «mujer más poderosa de Italia» - EFE y GTRES

Marina, otra Berlusconi al asalto del poder

La primogénita del ex «Cavaliere» cumple 50 años y toma el mando

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Marina Berlusconi, primogénita del ex Cavaliere, celebró anoche sus 50 años con una gran fiesta familiar en «Villa Certosa», en Porto Rotondo (Cerdeña), la fastuosa mansión del ex primer ministro italiano, en la que se han hospedado personalidades tan relevantes como George W. Bush, Tony Blair, Vladimir Putin o José María Aznar. La residencia también es celebre por haber sido escenario en el pasado de algunas escandalosas fiestas.

Pero ahora, en el otoño algo triste del patriarca, es Marina, la favorita de los cinco hijos de Silvio Berlusconi (79 años), la que juega el papel de jefa de familia en todos los órdenes. Fruto del primer matrimonio de político y magnate con Carla Elvira Dall’Oglio (estuvieron casados entre 1965 y 1985), en los últimos tiempos, y coincidiendo con los problemas de salud de su progenitor, su mano aparece en las últimas decisiones importantes de la familia Berlusconi: es quien ha tenido la última palabra no sólo en lo concerniente al tratamiento del ex «Cavaliere», sino también en la venta del Milán, el equipo de fútbol y una de las marcas más reconocibles de la dinastía, a un grupo chino.

Madre de dos hijos (Gabriele, de 14 años; y Silvio, de 12) es hoy la presidenta del grupo Fininvest y de Mondadori. Es, en definitiva, «la mujer más poderosa de Italia» y figura en el puesto 30 en la clasificación mundial de millonarios realizada por la revista «Forbes».

Marina está casada con Maurizio Vanadia desde 2008
Marina está casada con Maurizio Vanadia desde 2008 - EFE

«Martillo neumático»

Definida como un «martillo neumático» por Fedele Confalonieri, el presidente de Mediaset y amigo de siempre de Berlusconi, ha sido Marina quien ha «salvado» al patriarca: hace tres meses corrió el riesgo de morir debido a una crisis coronaria por la que fue intervenido y ella, desde la suite del hospital del San Raffaele, gestionó los asuntos de familia y le acompañó a diario. Además, impuso a su padre unas nuevas reglas: un cierto distanciamiento de la política y la eliminación del maliciosamente llamado «círculo mágico» que en los últimos años rodeaba a Silvio Berlusconi por considerar que le habían sometido a un excesivo estrés. Además de un par de asistentes, ha alejado a su todavía novia Francesa Pascale (31 años) y a quien fue su ayudante personal, la senadora Mariarosaria Rossi, que no le dejaba ni a sol ni a sombra. Cuando el pasado 5 de julio Berlusconi salió del hospital, a la Pascale fue enviada a un «exilio dorado» en la lujosa «Villa Giambelli», que hace un año le regaló el ex «Cavaliere» previo pago de dos millones y medio de euros. La mansión se encuentra en el pueblo de Casatenovo (Lecco), a unos 15 kilómetros de la residencia familiar de Arcore. Pese a que Francesca ya pinta más bien poco, ha sido la única representante del «círculo mágico» que estuvo presente en la fiesta de cumpleaños de la primogénita.

Marina Berlusconi, hija de Silvio Berlusconi
Marina Berlusconi, hija de Silvio Berlusconi - R.C.

«Venta de un símbolo»

En las últimas semanas, Marina ha visitado varias veces a su padre en «Villa Certosa» para acordar la venta del Milan a un grupo chino, entre los que figura un fondo del Gobierno, por 740 millones de euros. El traspaso del legendario club de fútbol, el gran símbolo del «berlusconismo», gestionado en buena medida por Marina, ha supuesto «el fin de una época en Italia, tanto en lo que se refiere al fútbol, a la sociedad y a la política», según el sociólogo y politólogo Ilvo Diamante. Curiosa la evolución del ex Cavaliere: toda su vida criticando a los comunistas y a los chinos, porque se «comían a los niños» y ahora su mejor amigo es el ruso Putin y los chinos lo salvan de un negocio ruinoso: el Milan, en completa decadencia deportiva, le costaba cada año entre 100 y 150 millones de euros. «Con los 740 millones de euros, ahora Fininvest es más sólida», ha declarado Marina Berlusconi al diario «Il Sole 24 Ore», que destaca la buena marcha de la publicidad en Mediaset: el semestre se cierra con una mejora del 3,7 % en Italia y en España, del 7,3 %.

Tras la venta del Milán, y en liquidación o reforma el otro gran símbolo del «berlusconismo», la primogénita del célebre clan italiano continúa la batalla para apuntalar Fininvest y salvar lo que resta del «imperio» que su padre edificó con ayuda de la política.

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