María Teresa Campos espera regresar a casa el viernes

Cuando el pasado lunes su novio Bigote Arrocet dijo a las puertas de la Clínica La Luz que la dolencia de María Teresa Campos era «por comer porquerías», estaba claro que quería desdramatizar la situación. Apenas unas horas más tarde, los médicos que atienden a la popular presentadora decidieron llevarla a quirófano para someterla a una intervención intestinal de urgencia , tal y como comunicaron horas más tarde.

«La paciente ha sido intervenida quirúrgicamente por un cuadro de suboclusion intestinal secundaria a un cuadro adherencial por cirugía ginecológica previa. La intervención por vía laparoscopica ha transcurrido sin ninguna incidencia. Se encuentra en observación médica evolucionando favorablemente», se explica en la primera nota que se distribuyó a petición de la familia. Este martes hubo un segundo comunicado en el que se confirmó que la paciente ya estaba en su habitación y la evolución era buena. Tras la operación, María Teresa Campos fue trasladada a la UCI, donde pasó las primeras horas hasta que decidieron su traslado a planta.

Sin duda, todos los allegados a María Teresa, que el próximo 18 de junio cumplirá 77 años, están muy pendientes de su evolución, especialmente sus hijas Carmen y Terelu , quienes permanecieron a las puertas del quirófano. Junto a ellas también estuvo Rocío Carrasco , a quien la presentadora considera su tercera hija y con quien las hermanas cuentan para turnarse a la hora de acompañar a su madre y seguir con sus compromisos laborales. Todos los mensajes que llegaban desde La Luz eran tranquilizadores. Ahora falta confirmar si este viernes podrá regresar a su domicilio.

Aunque hay quien opina que los últimos viajes de María Teresa -Nueva York, Miami, Buenos Aires y Chile para grabar nuevos capítulos del reality «Las Campos»- podrían haberle perjudicado, otros aseguran que no tiene nada que ver y que estas adherencias son resultado de una intervención de casi 30 años atrás , cuando la operaron de la matriz. Sus allegados saben que uno de los puntos débiles de la presentadora precisamente es la zona intestinal. Por fortuna, esta crisis se ha desencadenado en Madrid y no en Buenos Aires o Chile, donde ya tuvo una serie de molestias sin imaginar lo que se avecinaba.