Javier Fitz-James Stuart confirma su ruptura con María Chávarri: «Decidimos separarnos hace seis meses»

Javier Fitz-James Stuart de Soto y María Chávarri han puesto fin a su matrimonio. «Decidimos separarnos hace seis meses», ha confirmado Fitz-James Stuart a este periódico sin querer hacer más comentarios. Muy a su pesar, con la noticia del divorcio —publicada por Vanitatis—, el conde de Montalvo vuelve a ser carne de cañón para el papel cuché, algo que siempre ha intentado evitar.

Después de doce años juntos y dos hijos en común, la pareja llevaba atravesando una fuerte crisis desde las Navidades de 2014, tal y como ha comentado Hola.com. Ya en 2015, decidieron darse un tiempo y cesaron la convivencia. Pocos meses después, tanto Fitz-James Stuart como Chávarri quisieron darse una segunda oportunidad para continuar con el proyecto familiar que comenzaron en 2003, cuando se dieron el «sí, quiero».

Pasaron las vacaciones con sus hijos, Sol (12 años) y Álvaro (10), en Sotogrande y en septiembre estaban convencidos de que su matrimonio podía funcionar.

Pero volvieron a llegar las celebraciones de Navidad y con ellas la pareja concluye que ya no pueden continuar así y deciden separarse. Los dos se quieren, se tienen aprecio, quieren lo mejor para sus hijos y, según ha declarado la propia Chávarri, en su ruptura no han influido terceras personas. La separación ha sido de mutuo acuerdo y ella permanecerá en el domicilio familiar con los niños. Javier, por su parte, se ha instalado en un piso cercano que la propia María le ha ayudado a buscar y decorar. La relación entre ellos es muy buena, siguen siendo amigos y se les puede ver habitualmente juntos.

La buena sintonía que sigue habiendo entre ellos se pudo ver en la comunión de su hijo Álvaro, que tuvo lugar hace unos días. Fitz-James llegó con su hija Mencía, fruto de la relación que mantuvo durante dos años con Isabel Sartorius, y Chávarri con los niños. Tal y como informan algunos medios, se les vio muy bien juntos. La celebración fue muy discreta, como son ellos, que nunca han querido ser protagonistas de titulares.

Las pocas veces que Fitz-James ha aparecido voluntariamente en la prensa han sido para hablar del castillo que su familia tiene en Belmonte. Él es un hombre tranquilo y muy educado, apasionado del campo y fiel a sus amigos. Ella, por su parte, prefiere el ajetreo de la capital, dos formas de ser muy diferentes que, según ha comentado Hola.com, habrían influido en la decisión.