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Hewitt en Londres, años antes de su decadencia actual - EFE

James Hewitt, la triste cuesta abajo del amante de Lady Di

El exmilitar, hoy en la ruina, acaba de sobrevivir a un grave infarto y le aguarda un mes de hospital

Londres Actualizado: Guardar
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Aunque combatió en un tanque en la primera Guerra del Golfo y fue citado en los despachos, el ex militar de caballería James Hewitt, de 59 años, siempre será recordado por un único punto de su biografía: la relación adúltera de Diana de Gales con él, que todavía hoy alimenta el infundado rumor de que es el padre del Príncipe Harry, con el que gasta un aire.

A finales de los 80, el por entonces apuesto jinete pelirrojo fue durante cinco años el amante de Lady Di, todavía casada con el Príncipe de Gales. Carlos se solazaba con Camilla Parker-Bowles, también casada, y Diana pronto buscó su propio consuelo extra marital con el campeón de polo.

En 1995, un año antes de firmar el divorcio, Ladi Di reconoció la relación en una sonadísima entrevista en la BBC.

La historia del jinete y la princesa se acabó en 1991, cuando una oportuna mano invisible del establishment envió a Hewitt a la guerra. Desde entonces su vida ha sido una triste y constante cuesta abajo. Arruinado tras varios malos negocios, entre ellos un bar de copas en Marbella, y envejecido por sus flirteos con el alcohol y las drogas, conserva su gusto por la ropa bien cortada y su porte caballeresco, pero vive acogido en un modesto piso que posee su madre en el Suroeste de Inglaterra, en Devon. Además arrastra problemas de salud, que a finales de marzo casi le costaron la vida tras sufrir en su domicilio un infarto y un derrame cerebral. Hewitt fue intervenido de urgencia y se cree que no recibirá el alta hasta dentro de cuatro semanas.

Un verano del año 1986, Carlos, Diana y Harry en Palma de Mallorca
Un verano del año 1986, Carlos, Diana y Harry en Palma de Mallorca - EFE

A punto de morir

El ex militar, que se formó en la prestigiosa escuela castrense de Sandhurst y dejó el Ejército en 1994 tras 17 años de servicio, padecía problemas de salud ya antes de sufrir el ataque y estaba en lista de espera para ver a un especialista de la sanidad pública. Actualmente convalece en el Hospital Royal Devon de Exeter, cerca de su lugar de residencia. Ha salido de la UCI, donde estuvo cerca de reunirse con Diana, según sus allegados.

Hewitt es hoy un personaje más bien olvidado en la vida inglesa, aunque la broma sobre que es el padre de Harry continúa. A comienzos de este mes, la BBC emitió en horario estelar «Carlos III», una obra satírica sobre la familia real. En una escena, el príncipe Harry acudía a un bar sin escolta y una guapa chica negra se le acercaba y le preguntaba: «¿Es Carlos tu padre o es el otro? Si de verdad es Hewitt estás fuera de la familia».

En una entrevista poco habitual, el pasado marzo Hewitt negó el rumor en la televisión australiana: «No. No soy su padre». Sobre la persistencia del bulo añadió: «Vende periódicos. Pero probablemente es peor para él. Pobre chico».

El rumor es descabellado, porque Harry nació el 15 de septiembre de 1984 y Diana conoció al jinete en una fiesta en Londres en el verano de 1986, dos años más tarde. Hewitt, hoy un hombre de aspecto abatido, con un bigote rubio con guías y rostro encarnado por los espirituosos, evoca su historia con Lady Di, el cénit de su vida, con una melancolía afectuosa: «No me arrepiento. Hubo algunas cosas que no estuvieron bien, pero no todo. Creo que era bastante fácil enamorarse de ella, así que puede perdonárseme por eso». La pareja furtiva se reunía en una casita de campo de la madre de él y según relató el exmilitar en esos encuentros les gustaba «cocinar juntos, cenar, relajarnos y reírnos». A ella también le encantaba caminar por la playa.

La verdad es que la biografía de Hewitt, nacido en Irlanda del Norte, afincando desde niño en el Suroeste de Inglaterra y educado en un exclusivo colegio privado, no es ninguna maravilla. Fracasó tres veces en las pruebas de ascenso a comandante, grado que recibió al retirarse. Montó un circuito de golf y quebró. Luego se prestó a programas de televisión chuscos, donde se humillaba a famosos de segundo nivel. En 2009 lo intentó con su bar andaluz, que cerró en 2013. Entre medias, en 2004, fue arrestado en Chelsea en compañía de una periodista de la CNN, ebrio y con una papelina de coca, y le fue retirada la licencia de armas.

Ha intentado exprimir la memoria de Diana lucrativamente. En 2003 trató infructuosamente de vender 64 cartas de amor de la princesa por una cantidad millonaria que nadie le abonó. Según ha contado alguna vez, el final de su cuento de hadas con Diana lo hundió en la depresión y sopesó suicidarse con un arma de fuego en un viaje a Francia. Su madre lo acompañó en el último momento y eso lo evitó.

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