Vestido estampado de Hermès y pendientes de Rabat. Estilismo: José Herrera / Maquillaje y peluquería: Lola Viraz
Vestido estampado de Hermès y pendientes de Rabat. Estilismo: José Herrera / Maquillaje y peluquería: Lola Viraz - MUJERHOY

ISABEL PREYSLER«Este país es muy machista si una mujer se va con un hombre casado, la culpa siempre es de ella»

Isabel Preysler concede una sincera entrevista a Mujerhoy y responde a todo sin censura

Madrid Actualizado: Guardar
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Nada mejor que la intimidad de su casa para mantener una conversación relajada, sin preguntas pactadas. Una charla en la que, coincidiendo con el primer aniversario de su aventura empresarial con 'My cream', se muestra más sincera que nunca y en la que no rehuye ningún tema. Ni esos sobre los que todo el mundo se pregunta.

Isabel Preysler recibe a Mujerhoy en su casa de Puerta de Hierro, en Madrid, como la perfecta anfitriona que es. Nada a su alrededor es sencillo ni espontáneo, pero ella lo convierte todo en natural, cercano y hasta familiar, incluso para quienes la acaban de conocer.

Isabel Preyslet y Mario Vargas Llosa en la alfombra roja de los Goya 2016
Isabel Preyslet y Mario Vargas Llosa en la alfombra roja de los Goya 2016 - REUTERS

Tras una maratoniana sesión de fotos, empiezan la entrevista en la biblioteca, sin guión ni preguntas pactadas, hacia donde la conversación nos lleve.

Isabel no elude ninguna cuestión comprometida, tampoco aquellas preguntas más o menos incómodas que la gente de la calle se hace sobre su vida y que ella responde en esta entrevista siempre mirando a los ojos. Eso sí, lo hace a la vez que se toma seis mandarinas que le han traído ya peladitas, una detrás de otra.

- Hace un par de años corrió el rumor de que usted utilizaba una crema con colágeno que costaba solo 10 o 12 € y la crema se agotó en las farmacias.

Fue un bulo enorme que la gente inventó, como tantos otros que se inventan sobre mí. Eso fue una de las razones por las que decidí sacar mis cremas.

- Cualquier cosa que Isabel Preysler toque, ¿se vende?

Bueno, no te creas que cualquier cosa... En este proyecto he trabajado muchísimo. Han sido casi dos años de trabajo y otro más testando la crema. Pero tengo suerte, porque cuando una cosa se agota, porque quienes la compran la relacionan contigo, es porque además de ser buena hay algo de cariño hacia ti, ¿no?

- ¿Es la primera vez que se convierte en empresaria?

Sí; hasta ahora siempre he trabajado para los demás en temas de publicidad; nunca me había dedicado a nada mío.

- Este es un proyecto en el que su hija Ana tiene mucho que ver.

Totalmente, yo no tenía cabeza para meterme en esto, pero ella insistió y me dijo: "Mami, yo te voy a hacer toda la parte pesada de papeleo, números... Y tú a lo único que tienes que dedicarte es a conseguir una buena crema". Fue en una época en la que estaba mucho en casa porque Miguel estaba enfermo y le dedicaba casi todo mi tiempo. El proyecto me aportó cierta ilusión en unos momentos en los que yo estaba triste.

- ¿Ha sustituido a las cremas que usaba antes?

No del todo, pero bastante. La usamos Ana, Tamara y yo, y nos va muy bien a las tres porque vale para todas las pieles normales. Y la gente que lo ha probado me ha dicho que le ha gustado.

- Cuando se separó de Julio Iglesias, ¿planeó tener una vida como la que ha llevado?

No, no, en absoluto. Es más, cuando me separé de Julio estaba totalmente convencida de que todo esto se acababa. Era muy consciente de que toda la fama era por él.

- Sin embargo, empezó a brillar con luz propia de inmediato.

Creo que fue más por la curiosidad que despertaba mi situación. Date cuenta de que yo me separé de Julio cuando no existía el divorcio en España. Puede que, a las mujeres que estaban en la misma situación que yo, mi separación les ayudara a llevar la vida que querían. En la generación anterior a la mía, e incluso en la mía, las mujeres no se separaban de sus maridos: los aguantaban.

- Usted no ha pasado inadvertida ni antes ni después de separarse. Siempre fue una mujer muy dulce, sensual, glamourosa... que rozaba la perfección al parecer, sobre todo, de muchos hombres.

¡Pero cómo me voy a creer esto que estás diciendo! Tú no sabes la cantidad de defectos que me encuentro. Estoy llena de ellos, pero llena. Lo que ocurre es que intento disimularlos lo mejor que puedo [sonríe].

- ¿Le preocupa el paso de los años?

¡Hombre! Mucha gracia no me hace, qué quieres que te diga. Mentiría si te dijera lo contrario. Sin embargo, no me preocupa la muerte. Lo que me preocupa del paso de los años es la enfermedad, que se vayan perdiendo facultades... No me interesa vivir muchos años si no estoy bien.

Puede continuar leyendo la entrevista en www.mujerhoy.com

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