Isabel Pantoja concede su entrevista más personal
La tonadillera habla de lo feliz que está en su papel como abuela y lo orgullosa que está de sus nietos
Poco queda de la Isabel Pantoja triste y apenada de estos últimos años. Desde que salió de la cárcel y se subió de nuevo a los escenarios, la tonadillera ha ido poco a poco recuperando la sonrisa y la vitalidad con la que exprimía al máximo su vida. Ni los problemas con su hija, Chabelita , hacen que la cantante pierda el brillo de estas últimas semanas.
La llegada al mundo de su nueva nieta, Carlota, y su posterior bautizo -que tuvo lugar el pasado sábado-, ha hecho que la matriarca del clan Pantoja salga de su encierro en Cantora y regrese a la escena social. Tal alegría ha propiciado que la artista haya decidido protagonizar con sus nietos su entrevista más personal tras su salida de prisión. Tan solo acudió al programa «El Hormiguero» para promocionar su disco y su gira hace unos meses.
Está encantada en su papel de abuela y así lo demuestra. «Me emociono al mirarla... Es que son sus ojos, son los ojos de Paco, de su abuelo», dice en la entrevista con la revista «¡Hola!», refiriéndose a Paquirri , fallecido hace treinta y cuatro años. Sus nietos le han devuelto la felicidad: «Tengo la gran suerte de que he tenido una vida muy bonita, pero nunca pensé que iba a ser abuela de cuatro nietos tan seguidos».
Asegura que es una abuela normal , que les da todos los caprichos que no les dan los padres. «No es que los malcríe, porque siempre tienes la referencia de los padres y hay que respetar lo que dicen, pero, cuando están solos conmigo, yop les doy todo lo que puedo y todo lo que me piden... que, lógicamente, esté a mi alcance, claro está», dice.
Además de su madre, Kiko Rivera también concede una entrevista para contar todos los detalles del bautizo, celebrado el pasado fin de semana, y hablar sobre su vida actual y su matrimonio con Irene Rosales .
Baño de masas
Durante su intervención en «El hormiguero», a principios de 2017, Pantoja también habló de su papel como abuela: «Yo ya eduqué a mis hijos. Con mi nieta soy muy consentidora, les doy todo lo que me piden y más». Por aquel entonces, la tonadillera llevaba una vida de lo más tranquila. «Un día feliz para mí es estar en casa con mi familia, encender la chimenea, dar un paseo por el campo... Esas cosas cotidianas son para mí las que más valor tienen», decía.
Pablo Motos consigió también que se abriese sobre su paso por prisión . «Dos años intensos y dolorosos de los que estoy tratando de salir», reconocía sin tapujos. Su intervención dio una gran audiencia al programa de televisión.
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