Anna Elisabet Eberstein y Hugh Grant en la alfombra roja de los Globos de Oro
Anna Elisabet Eberstein y Hugh Grant en la alfombra roja de los Globos de Oro - Gtres

Hugh Grant, otra vez en guerra con la prensa británica

El actor sale en defensa de un proyecto de ley que según los diarios los amordazaría

Corresponsal en Londres Actualizado: Guardar
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La prensa británica está dando batalla estos días para evitar que el Gobierno implante una reforma judicial que según los informadores acabaría con el periodismo de investigación. La medida, conocida como la Sección 40, obliga a los periódicos a pagar las costas de los juicios por difamación incluso en caso de ganar el litigio, a menos que acepten unirse a un nuevo organismo de autorregulación de la prensa auspiciado por el Estado. Los editores calculan que si la iniciativa sale adelante les costará unos 115 millones de euros al año en pleitos.

Todo comenzó en 2011, tras el escándalo de las grabaciones a famosos y sobornos a policías a cargo del dominical de Rupert Murdoch, «News of the World», que acabó cerrando debido a la polvareda de sus pésimas prácticas.

Cameron, llegado al poder en 2010 con apoyo de Murdoch, mantenía una excelente relación con el grupo mediático del editor australiano. Para desmarcarse del magnate tras el escándalo, en 2011 encargó una comisión de investigación sobre los abusos de la prensa, a cargo del juez Brian Leveson.

En 2013, las recomendaciones del Informe Leveson se convirtieron en ley por acuerdo de los tres grandes partidos, entre ellas la controvertida idea de que quien denuncie a los periódicos no pagará jamás las costas del juicio, incluso en caso de perder. Los medios iniciaron una gran campaña de protesta y han logrado parar la media hasta ahora. Cameron no se atrevió a implantarla, para no granjearse la animadversión de los periódicos británicos, enormemente influyentes. May por ahora tampoco lo ha hecho, pero debe decidir este mes si la luz verde a la controvertida Sección 40.

En medio de este debate aparece el actor Hugh Grant, de 56 años, al que los tabloides apodan «Gruñón» y que lleva en guerra contra los tabloides desde 1996, cuando lo acusaron de acosar verbalmente a una extra en un rodaje. El intérprete ha publicado un artículo en «The Guardian», uno de los periódicos más beligerantes contra la Sección 40, en el que defiende ardorosamente las medidas de control de la prensa del juez Leveson.

Defensa en los tribunales

Según el actor, con el modelo actual la gente corriente no puede defenderse en tribunales de los abusos contra el honor que comete la prensa, porque una acción civil cuesta unas diez mil libras. También señala que durante 60 años, «se le han dado a la prensa todo tipo de oportunidades y ha sido incapaz de mejorar sus prácticas éticas». Grant señala que «la prensa comercial es propiedad de un puñado de hombres ricos, que rehúsan a cooperar, sus cambios son solo cosméticos y siguen como siempre». A su juicio, el nuevo organismo de autorregulación de la prensa que auspicia el Estado es una buena solución, porque ofrecerá la posibilidad de dirimir las disputas sobre el honor con un «arbitraje barato», que evitará ir a los tribunales.

Los periódicos discrepan por completo. «La Sección 40 quiere meter a la prensa independiente en una forma de regulación respaldada por el Estado que es hostil a la libertad de expresión», advierte «The Times». «Es una medida perniciosa, que cargará los costes de los litigios a cualquier periódico que no se sume al regulador aprobado por el Gobierno». Supone además un gran golpe al periodismo de investigación: «Con esta ley jamás habríamos podido destapar el caso de Lance Armstrong», recuerda «The Sunday Times».

Acoso constante

Pero Grant, vástago de familia linajuda venida a menos, que se licenció en Oxford gracias a una beca, está quemado por treinta años de vida luchando contra los paparazzis, siempre entretenidos con su curiosa vida sentimental, que incluye cuatro hijos con dos mujeres diferentes, una de ellas la recepcionista de un restaurante chino de Londres y la otra, una productora de televisión sueca.

En 2011, Grant dio el golpe de gracia a «News of the World» sirviéndose de sus técnicas. Se reunió a comer con uno de sus reporteros, que le confesó confidencialmente como pirateaban los teléfonos de los famosos y sobornaban a la policía. El actor lo grabó todo y lo publicó en una revista, en un artículo que tituló «El cazador cazado» y que abrió un profundo debate nacional.

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