Gigi Howard (derecha) junto a la trumatóloga Dendy Engelman
Gigi Howard (derecha) junto a la trumatóloga Dendy Engelman - ABC

Gigi Howard, el amor de juventud de Felipe VI lanza un negocio cosmético

La empresaria vive en Nueva York con su hijo de tres años y ha desarrollado una gama de productos para combatir las arrugas

MADRID Actualizado: Guardar
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El cuento de princesas de Gigi Howard no se prolongó demasiado en el tiempo, pero sí lo suficiente como para que se fantaseara con que algún día se convertiría en parte de la Famila Real española. Corría 1995 y por aquel entonces la norteamericana, hija de un instalador de teléfonos de un pueblecito del estado sureño de Georgia, acababa de cumplir 23 años y estaba centrada en sus estudios de Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad de Nueva York. Una rubia, esbelta y de maneras exquisitas atraída por los efluvios de la juventud.

Al mismo tiempo, un joven apuesto de 27 años brillaba en las aulas de la Universidad de Georgetown en Washington, mientras cursaba un máster en Relaciones Internacionales, que concluyó con matrícula.

No era otro que el Rey Don Felipe, que compartía veladas de estudio y diversión con su compañero de apartamento y primo, Pablo de Grecia. Él fue quien le presentó a Gigi. Se enamoraron y vivieron un amor fugaz, propio de adolescentes. Se afanaron en ocultar su romance durante meses, pero las primeras imágenes furtivas de la pareja no tardarían en llegar. En la Semana Santa de 1995, eran «pillados» de vacaciones en una playa de la caribeña isla de San Martín. En aquel viaje les acompañaban, el Príncipe Pablo, y su novia Marie-Chantal Claire Miller, tan sólo meses antes de su fastuosa boda en Londres.

La relación de Gigi y el Príncipe duró algo más de un año. Aunque ella estaba profundamente enamorada, esos sentimientos no eran correspondidos por él. Tras abandonar Washington, el hijo de Don Juan Carlos pasó página y nunca más les volvimos a ver juntos.

Don Felipe junto a Gigi Howard paseando por Nueva York
Don Felipe junto a Gigi Howard paseando por Nueva York

¿Qué fue de Gigi? La bella nortemanericana vive feliz en Nueva York, junto a su hijo de tres años. Se desconoce quién es el padre. Nunca tuvo demasiado suerte en el amor y ha encadenado varios fracasos sentimentales. En 2005 estuvo a punto de casarse con el naviero Patrick Ammet, pero cancelaron la boda un mes antes.

A sus 44 años, Gigi ha decidido emprender una nueva etapa como empresaria, lanzando al mercado una línea de productos para combatir las arrugas del pecho. «Mi cara refleja mi edad, pero mi pecho y escote aparentan veinte años mayor», dice Gigi. «Soy de las que duermen siempre de lado, una de las principales causas de las arrugas en el pecho. Intenté probar nuevas posturas, miré almohadas, aparatos o cualquier cosa que pudiera ayudar, pero no encontré solución» continúa. Gigi confiesa que durante años escondió su escote cuarteado bajo bufandas oversize y jerseys de cuello vuelto, acomplejada por la huella del tiempo en su piel. Pidió la opinión de varios médicos en busca de un tratamiento. Nada funcionó.

Un día, durante una comida informal, un amigo le habló de unos parches de silicona que le recetó un doctor después de una cirugía para favorecer la cicatrización. Gigi decidió probarlos y quedó encantada con los rápidos resultados. A partir de ahí y con la ayuda de varios expertos desarrolló SiO SkinPad, unos discos moldeados a medida que se colocan sobre el pecho para eliminar las arrugas durante la noche. «Mi escote ha dejado de parecerse por fin al mapa de Georgia», bromea la empresaria, con una dilatada experiencia en el mundo de la moda y la belleza a sus espaldas. A principios de 2000 relanzó la marca Lacoste en Estados Unidos. Tras tres años trabajando para la firma, la ficharon en Natura Bissé, donde estuvo hasta 2009. Durante los últimos años ha ejercido como dirección de RRPP de una compañía de belleza.

Desde que finiquitara su relación con Don Felipe en 1997, poco supimos de ella hasta que en el año 2005 regresó a nuestro país para asistir a la boda de su mejor amiga, Cavan Mahony, en Sevilla. Curiosamente, entre los invitados a este enlace se encontraba también Isabel Sartorius. Un lustro más tarde volvía a nuestro país para conocer al hijo de su amiga Cavan y además aprovechaba para romper su silencio y conceder una entrevista a una revista española, aunque en todo momento se negó a hablar de su relación con el Heredero. A lo largo de los años ha rechazado importante sumas de dinero por sacar a relucir algunos detalles de su «noviazgo real». «Es una cuestión de principios y los míos son muy sólidos y de respeto», declaró Gigi.

Durante su relación con Don Felipe, Gigi ya experimentó en primera persona el aliento de los paparazzi en la nuca. Incluso un periodista español, Carlos Hugo Arriazu, pinchó sus teléfonos. En junio de 1995, era detenido en Nueva York, cerca de la casa de Gigi, después de que la Policía sorprendiera a los dos detectives contratados por Hugo cuando escuchaban desde un automóvil una conversación telefónica de la joven.

La norteamericana se declara una fan incondicional de la cultura y tradiciones españolas. Le gustan los toros y además ha confesado su pasión por nuestra gastronomía; le pierden los churros y los percebes. Además este curso escolar, ha apuntado a su pequeño a clases de español. ¿Tendrá algo que ver Don Felipe en su cariño hacia España? Probablemente. Pero la «princesa» de la cosmética nunca mira hacia atrás.