Genoveva Casanova y José Mª Michavila hacen frente a los nuevos rumores de ruptura

El rumor circula desde hace semanas: José María Michavila y Genoveva Casanova no están juntos. Lo dicen amigos comunes y algunos familiares, y también se comenta en salones de sociedad y del ámbito político. Las últimas apariciones en solitario de Michavila en la Feria de Abril de Sevilla o en el Abierto de Tenis de Madrid, así como un reciente viaje a Tierra Santa organizado por una congregación religiosa y en el que no estuvo la mexicana, han disparado las habladurías.

Hasta la fecha, siempre ha sido la propia Genoveva quien aseguraba que no había una ruptura como tal, sino una nueva manera de entender su relación: querían dotarla de más tranquilidad, discreción y tiempo para dedicarlo a sus respectivas familias.

«Nuestras circunstancias son especiales, ya que los dos tenemos hijos y debemos atenderles», ha explicado la exmujer del duque de Arjona. Para ella, este último curso ha estado marcado por el regreso de sus dos sus gemelos, Luis y Amina, tras pasar un año en Inglaterra. Antes, al comienzo de su relación con Michavila, meses después de que este enviudara de su mujer Irene Vázquez, disponía de más tiempo libre.

Esta semana, de nuevo los rumores de ruptura se han disparado. La presencia del exministro en la corrida de Enrique Ponce, a finales de abril en Sevilla, para muchos era la confirmación de que no estaban juntos, dada la estrecha amistad que une a Genoveva con el diestro y su esposa, Paloma Cuevas. Daba igual que días atrás se les hubiera visto a la salida de un restaurante en Madrid.

Una vez más, a la mexicana le toca desmentir la crisis. Me asegura que su situación no ha cambiado y que está cansada de que siempre le vengan con la misma historia. Admite que puede haber personas interesadas en difundir esos comentarios, pero recuerda que desde octubre del pasado año decidieron vivir su relación con discreción y lejos de los medios: «No fui a la corrida de mi amigo Ponce precisamente por evitar que nos fotografiaran de nuevo. José María lo entiende perfectamente y por eso nos vemos lejos de los actos sociales. Nada mas volver de su viaje, lo primero que hizo fue venir a verme».

Estar seguro

Centrada en sus estudios universitarios, Genoveva es consciente de que el suyo no es un noviazgo fácil, dado que afecta a sus respectivos hijos. Por eso quieren ir despacio, tras unos primeros meses donde fueron muy visibles. En pleno proceso de nulidad matrimonial de Cayetano Martínez de Irujo, la mexicana quiere acabar la carrera de Filosofía que aparcó tras su embarazo y boda. En el futuro le gustaría trabajar para algún organismo humanitario. «Sabemos que debemos estar plenamente seguros de nuestros pasos. No estamos solos y tenemos que ser responsables con nuestras familias», añade. Visto lo cual, el noviazgo de la excondesa y el exministro se ha convertido en plato favorito de muchas tertulias, para horror de sus protagonistas.