Empresas presuntamente ilegales, el nuevo infierno del clan Janeiro

Una persona que se encuentra en la cárcel podría obtener un beneficio penitenciario a cambio de dar detalles de actividades empresariales dudosas de la familia, según ofrece en exclusiva la revista «Corazón TVE»

Jesulín de Ubrique y María José Campanario GTRES

ABC.ES

Si la familia Janeiro comenzaba a salir del bache después de los malos momentos por los que ha atravesado este verano -como consecuencia de la fibromialgia que padece María José Campanario -, ahora parece que los cimientos de Ambiciones vuelven a sufrir una fuerte sacudida .

Una persona que se encuentra en la cárcel podría obtener un beneficio penitenciario a cambio de dar detalles de actividades empresariales dudosas , según ofrece en exclusiva la revista «Corazón TVE » esta semana. Estas habrían sido llevadas a cabo por un nutrido grupo de personas, entre ellas, presuntamente varios miembros de la familia de Jesulín de Ubrique .

Al parecer, esta persona habría estado muy ligada al clan hace algún tiempo y habría sido traicionada por ellos, razón por la cual podría haber decidido hacer más liviana su condena penitenciaría y cobrarse su propia venganza. Este revela que varios miembros de la familia presuntamente facturarían sus exclusivas, con titulares en ocasiones contradictorios, a través de una sociedad interpuesta, que ya fue investigada en el marco del ya juzgado Caso Halcón.

En el mediático caso se encargaron de inspeccionar unas posibles facturas falsas con el fin de defraudar a Hacienda. En concreto se investigó el que se abonó por el desnudo de Carmen Janeiro en la revista «Interviú» y la exclusiva de la separación de Carmen Bazán con Humberto Janeiro a travésdel Área inmobiliaria de la sierra, nombre de la sociedad interpuesta. Detrás de la cual se encontraba Carlos Carretero, imputado y condenado en la trama de facturas falsas como en la que defraudaba a la Seguridad Social por pensiones de invalidez en la que fue condenada María José Campanario.

Según estas informaciones que da la publicación, el apellido Janeiro podría haber sido víctima de una empresa que prometía intereses millonarios y rápidos entre el 20% y el 100% del inetrés a los clientes que depositaban dinero en las cuentas de la posible sociedad interpuesta. Algo que, supuestamente, resultó ser una estaba piramidal, y que los perjudicados no pudieron presentar una demanda.

«Lo que se saca del banco para invertir en un supuesto negocio tiene un recorrido legal limpio, pero si lo sacas de una caja fuerte, o de debajo de una baldosa, eres parte del delito », cuenta el confidente. Y añadía: «Uno de los miembros del clan recogía el dinero ganado en maletines y los llevaba a Ubrique para repartirlo».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación