Drogas, alcohol y sexo en público: el pasado de Mike De Luca, el «niño malo» de los Oscar

El productor es uno de los encargados de organizar la entrega de premios, y no son pocos los que apuntan si su historial es adecuado en el año del #MeToo

GTRES

E.B

« La máscara ». « Cincuenta sombras de Grey ». « American History X ». « La red social ». « Austin Powers ». Seguro que has visto alguna de estas películas. Pero no sabes que los créditos de cada una de ellas comparten el mismo nombre: Michael De Luca . El «niño malo» de Hollywood que este año produce la gala de los Oscar.

Nominado hasta en tres ocasiones a la estatuilla, ganándola gracias a la historia de la creación de Facebook , De Luca nunca ha ocultado su pasado lleno de excesos en Hollywood. Su rápido ascenso le llevó a consumir todo tipo de sustancias, y su caída fue rápida y dolorosa.

Fue precisamente una noche de premios la que marcó el punto y seguido en la vida de De Luca. Durante una fiesta, el productor fue pillado en casa de un agente de Hollywood manteniendo relaciones sexuales en el jardín. Delante de cientos de invitados. Todo un escándalo.

Paremos ahí y rebobinemos la película. Michael De Luca nació en el seno de una familia italo-americana, con un pader católico y una madre judía de ascendencia europea. Coménzo a trabajar en la productora New Line, y a los 27 años ya era el presidente de la empresa. Con el despacho, llegó el descontrol. Citas nocturnas con Courtney Love y Julianne Moore que retrasaban las reuniones de primera hora de la mañana a primera de la tarde. Viajes en Harley de lado a lado de Estados Unidos, sin avisar a los trabajadores. Cuentas de cientos de dólares sin pagar en su restaurante favorito, que terminaba saldando la propia productora.

De Luca junto al equipo de «La red social» REUTERS

«Empecé a beber, pero al final me metía cualquier cosa . Pero vivir así me aislaba de los demás, me iba quedando solo. No era feliz», confesó De Luca en una entrevista para «The Hollywood Reporter». Según el productor, «cuanto más subía laboralmente, más me hundía personalmente» . Buscando estabilidad, llegó a casarse con su compañera de trabajo Lynn Harris, un matrimonio que apenas duró cinco meses.

«Para alguien que apenas recibió atención en su infancia, el éxito fue una droga», resume De Luca. Y así llegamos a la infame fiesta de 1998 después de la gala de los Oscar, cuando cientos de personas influyentes asistieron a la grabación de una película erótica en directo sin haberlo pedido. A la mañana siguiente, De Luca perdía su trabajo y se alejaba de Hollywood para entrar en un centro de desintoxicación. «Me convertí en el cliché del friki que llega a Hollywood para vivir la vida que quería vivir cuando estaba en el instituto», reflexiona De Luca.

Su vuelta tras un año alejado de Hollywood fue por todo lo alto. Han pasado 20 años del escándalo y De Luca ha conseguido la estabilidad que buscaba, no bebe y que nadie espere verle celebrando el éxito de esta gala de los Oscar: hace años que no acude a esas fiestas.

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